El Primer Encuentro
El aire frío de Moscú calaba los huesos, pero Kwon Taek-ju apenas lo sentía. Había pasado la mañana revisando informes y reuniendo el valor necesario para afrontar lo que estaba por venir. Ahora, envuelto en un abrigo negro que hacía juego con su semblante serio, se encontraba a pocos pasos de su destino: un exclusivo restaurante en el corazón de la ciudad.
No era un lugar cualquiera. Según los informes, Zhenya o más bien, Yevgeny Vissarionovich Bogdanov había reservado toda la planta alta para un almuerzo privado con sus socios más cercanos. Y Caesar, quien lo había estado guiando desde su llegada, había conseguido que Kwon Taek-ju se infiltrara discretamente como un nuevo miembro del personal.
Era una jugada arriesgada, pero necesaria. Este primer encuentro no podía ser accidental; tenía que ser cuidadosamente planeado. El castaño debía observar, estudiar, evaluar cada movimiento del hombre que había sido su objetivo… y también su perdición.
Con una bandeja en las manos y un uniforme impoluto, Kwon Taek-ju ingresó al salón principal. El lugar era una mezcla de lujo moderno y tradición rusa. Los techos altos estaban adornados con candelabros de cristal, y las mesas, cubiertas con manteles de lino blanco, estaban rodeadas por hombres y mujeres de rostros serios y exigentes.
Y allí estaba él.
Zhenya estaba sentado al centro de la mesa más grande, con una postura relajada pero dominante, como si todo a su alrededor existiera únicamente para servirlo. Su cabello rubio estaba perfectamente peinado hacia atrás, dejando a la vista esas facciones esculpidas que parecían talladas por los mismísimo dioses. Sus ojos azulados, fríos como el hielo, recorrían la sala con una calma que era más intimidante que cualquier explosión de ira.
Kwon Taek-ju sintió un escalofrío recorrerle la espalda al verlo. Era como si el tiempo no hubiera pasado… y al mismo tiempo, como si todo hubiera cambiado. Zhenya era un hombre ahora, un líder, alguien que proyectaba una confianza casi aterradora. Pero detrás de esa máscara de perfección, Kwon Taek-ju seguía buscando desesperadamente algún indicio del joven que había amado.
"¡Eh, tú!" —la voz de un hombre lo sacó de sus pensamientos. Uno de los guardias personales de Zhenya lo miraba con desconfianza, señalando la bandeja que llevaba en las manos.— "Deja eso en la mesa y retírate."
El castaño asintió sin decir palabra. Sus pasos fueron firmes mientras se acercaba a la mesa, tratando de no levantar sospechas. El peso de la mirada de Zhenya sobre él era inconfundible. Aunque el rubio no había dicho nada, Kwon Taek-ju sabía que lo estaba estudiando, analizando cada uno de sus movimientos.
Cuando finalmente dejó la bandeja en la mesa, se permitió un instante para levantar la vista. Sus ojos se encontraron con los de Zhenya, y el mundo pareció detenerse.
Fue un momento breve, casi imperceptible para los demás, pero para Kwon Taek-ju fue eterno. El azul de los ojos de Zhenya lo atravesó como una daga, despertando recuerdos enterrados que preferiría olvidar. Pero lo que más lo desconcertó fue la falta de reacción en el rostro del rubio. No hubo reconocimiento, ni sorpresa, ni rastro alguno de emoción.
Era como si no lo conociera.
Taek-ju retrocedió lentamente, inclinando la cabeza en un gesto de respeto antes de girarse y dirigirse hacia la cocina. Su corazón latía con fuerza, y su mente era un caos de pensamientos. ¿Había cambiado tanto que Zhenya no lo había reconocido? ¿O simplemente estaba fingiendo, ocultando cualquier reacción para no levantar sospechas frente a sus socios?
Una vez en la seguridad de la cocina, Kwon Taek-ju se apoyó contra la pared, tomando aire con dificultad. No podía permitirse este tipo de emociones. Esto no era una reunión personal. Era una misión, y él tenía un trabajo que cumplir.
ESTÁS LEYENDO
COINCIDENCIA
RomanceYevgeny Vissarionovich Bogdanov era un hombre el cual su arrogancia y poder no tenía límites ¿Qué pasaría si en una misión encomendada por sus superiores conociera a alguien que fuera todo lo contrario a él? por pura coincidencia del destino, Kwon T...