Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.K

Capítulo 58

Jimin había esperado que llegar al clan marcara, por fin, el descanso que tanto necesitaba después del agotador trayecto. Sin embargo, la calma que anhelaba se le escapaba, eclipsada por los pensamientos sobre su tío Xiaobao. El hecho de que Xiaobao hubiera marcado como su pareja a un mil pieles, Bra, dejaba una sombra sobre su nombre y su posición como Líder Alfa temporal de los Leopardos. Para muchos, esa acción lo marcaba como un traidor, sin lugar a dudas.

Las palabras de sus padres seguían pesando en su mente. Según ellos, Bra había desaparecido poco después de que el grupo de Jungkook partiera en su viaje. Xiaobao no mostró preocupación en ese momento, pero comenzó a evitar a todos, incluso dejando la casa ancestral en lo alto de la montaña, donde tradicionalmente vivían los Líderes con sus familias.

Hace cuatro semanas, justo el día en que Bra cambió su piel por la de Ruru y perdió el control, Xiaobao sucumbió a una locura profunda. Aunque era común que un Alfa cayera en una tristeza desgarradora tras perder al Omega que había marcado de por vida, el caso de Xiaobao fue extremo. Transmutó en su forma animal y trató de arrancarse el pelaje con desesperación, dejando cicatrices visibles en su cuerpo. Ahora, estaba en confinamiento, incapaz de hablar o de ofrecer detalles sobre su conexión con Bra.

Y luego estaba Lixue. Aunque nada concreto la vinculaba al mil pieles, Jimin no podía ignorar la punzada de desconfianza que le provocaba. Había algo en ella que no le cuadraba, aunque carecía de pruebas para respaldar esa intuición.

Aquella noche, el descanso de Jimin fue inquieto. Sus sueños se vieron interrumpidos por imágenes fragmentadas de su tío, Bra y la mujer que despertaba sus sospechas. Cuando finalmente abrió los ojos, aún estaba acompañado por Yoongi, que dormía profundamente a su lado, pero la tristeza lo invadió al recordar que sus otros dos Alfas ya habían salido temprano. Ambos lo habían despertado brevemente antes de irse, dejándole besos y palabras cariñosas, pero él deseaba que los cuatro pudieran seguir juntos en la cama un poco más.

El cuarto del Líder Omega era amplio y funcional, diseñado para acomodar a los cuatro habitantes. Aunque aún estaban trabajando en los detalles, el espacio ya reflejaba la presencia de cada uno de los Alfas. Junto a una de las paredes había un estante con trofeos de caza, pequeñas piezas de hueso y cuero finamente trabajadas, propiedad de Yoongi. Cerca, un arco tallado con delicadeza descansaba sobre soportes, mostrando un arte que solo alguien con su paciencia podría crear.

En el lado opuesto, una armadura ligera y perfectamente pulida ocupaba un lugar prominente, junto con la ropa de entrenamiento del guerrero, que estaba cuidadosamente doblada, y sus botas, desgastadas pero firmes, descansaban en una esquina, como si esperaran el próximo desafío.

Por último, un pequeño escritorio en madera oscura, repleto de pergaminos y cartas sin abrir, representaba la presencia de Namjoon. Un tintero y una pluma descansaban sobre la superficie, junto a un libro abierto lleno de anotaciones en la precisa caligrafía del diplomático. Incluso en su ausencia, su espacio irradiaba orden y propósito, como si su mente lógica y estratégica se reflejara en cada detalle.

La cama en el centro del cuarto era, sin lugar a dudas, el corazón del espacio. Lo suficientemente grande para tres Alfas y un Omega, estaba cubierta con mantas gruesas de lana y piel que ofrecían un calor reconfortante. Aunque Jimin la compartía solo con Yoongi en este momento, no podía evitar imaginarla completa, con sus tres Alfas allí, formando un refugio cálido y protector.

Pero esa mañana, al girarse y sentir el espacio vacío donde deberían estar Namjoon y Jungkook, la ausencia se hizo palpable. Acarició con suavidad la marca en su glándula, un recordatorio de que aún no estaba completa. Tenía un clan entero que liderar, pero, en ese momento, no podía evitar desear un instante más de intimidad con los tres pilares de su vida.