Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.K

Capítulo 68

Existía una larga historia detrás de la existencia de cada especie de cambia-forma, algunas bonitas, otras trágicas y unas pocas vergonzosas, en esa categoría estaban los roedores y lepóridos. Bellum era la primigenia que los había creado, encargada principal de la guerra que libraba el planeta con quienes codiciaban el núcleo, era conocida por crear auténticas bestias de batalla.

La entidad solo podía pensar de forma estratégica, sin dimensionar emociones banales, creyó que en el continente faltaban piezas prácticas, por eso los animales internos que genero fueron únicamente con el plan de ser servidumbre, todos los dones que les dio estaban enfocados únicamente en esto, el que pudieran trabajar con facilidad la tierra; que pudieran convertir la magia pura en energía maleable; su alta tasa de fertilidad y lo rápido que maduraban.

Su papel era deshumanizante y por ellos sufrían innumerables injusticias. Lo único de lo que estaban orgullosos los lepóridos, eran de sus papeles como oficiales paranormales al igual que los comunes oficiales de orejas largas, estos trabajos les habían ganado el respeto de los demás.

SeokJin se entrenó por años, bajo esta primicia, que su labor dignificaba a los suyos. Los conejos y las liebres a pesar de todo se mantuvieron haciendo lo correcto y por eso habían sido recompensados, y por eso mismo, Jin no soportaba a los cambia-formas malditos ni a los adefesios, aborrecía a cualquiera que usara métodos violento y corruptos, sin importar su fin.

El oficial se había jurado eliminar a todos los que ponían en peligro a inocentes. La llama de su determinación lo había impulsado hasta este escenario, así que, con un movimiento, creo una barrera protectora para Taehyung, la cual era impenetrable siempre y cuando quien estuviera en su interior no se moviera. De esta forma sin importar el resultado, se aseguró de que el otro Omega iba a sobrevivir.

SeokJin inhaló profundamente, manteniendo los pies firmes mientras el golem lanzaba una ráfaga de energía. La explosión resonó en el espacio cerrado, y el oficial apenas tuvo tiempo para erigir una barrera frente a él. El impacto fue como un martillo golpeando vidrio, haciendo vibrar el escudo mágico hasta el límite antes de disiparse.

La potencia mágica de esta criatura superaba sus hechizos de barrera. Los escudos eran una buena opción para cansar las creaciones mágicas, pues estas contaban con energía limitada, pero si los ataques rompían tu guardia, era mejor no seguir intentando, pues a la larga esta estrategia menguaría tu propio aguante y le daría una idea al enemigo de cuanta potencia deberá usar la próxima vez, para golpear directamente.

El golem lo aplico de inmediato, porque de sus brazos emergieron nuevas corrientes de energía, esta vez con un brillo azulado: hielo. Una ráfaga gélida atravesó la sala, cubriendo el suelo con una capa de escarcha que crujía bajo los pies del oficial. La temperatura bajó de golpe, y su aliento se volvió visible mientras esquivaba el siguiente ataque.

Rodó hacia un lado, pero el hielo bajo su bota lo traicionó, haciéndolo resbalar. Cayó de espaldas justo cuando una espada mágica incrustada en el brazo del golem se encendía con runas de fuego. El arma descendió en un arco, y SeokJin apenas logró girar su cuerpo para evitarlo. La hoja rozó su costado, desgarrando su abrigo y dejando un corte ardiente en su piel.

No había nada peor que sangrar en esta situación, por lo que, con un movimiento rápido, SeokJin desenrolló un vendaje de su cinturón y presionó la herida mientras se incorporaba. Su mente trabajaba frenéticamente, evaluando cada detalle de su enemigo.

El oficial repelió los hechizos elementales, corriendo alrededor de la masiva criatura, se movía con precisión quirúrgica, su postura firme pero fluida mientras esquivaba los ataques devastadores del golem. Cada movimiento era un reflejo de su experiencia: no desperdiciaba energía, no hacía movimientos innecesarios. Sabía que enfrentarse a una máquina como esta requería estrategia, no fuerza bruta.