Capítulo 66

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El interior del árbol era un mundo extraño y ajeno, como una bóveda de secretos antiguos. El aire estaba cargado de una energía que parecía fluir desde las paredes mismas, que estaban cubiertas de símbolos mágicos grabados en patrones intrincados. Algunos brillaban tenuemente, pulsando como si fueran los latidos del árbol, mientras que otros permanecían apagados, escondiendo su propósito. En el centro de la habitación, una estructura de runas y líneas conectadas resguardaba lo que parecía ser una colección caótica de artilugios: armas, cristales, libros y otros objetos de origen desconocido.

Taehyung cayó con fuerza sobre el suelo, rodando hasta detenerse junto a SeokJin, quien aún estaba en su forma de conejo. La caída había sido brusca, pero el alivio de estar a salvo por el momento superaba cualquier dolor.

—Vivo...aún con vida... por ahora —murmuró, su respiración agitada, sintiendo todo su cuerpo frío.

El ex terrícola se giró hacia el enorme conejo blanco, que estaba cubierto de pelaje suave y espeso. Su tamaño era casi imponente, y en su pelaje había símbolos mágicos que parecían vibrar con un leve resplandor azulado. Se acercó lentamente, extendiendo una mano para acariciarlo.

—Eres... realmente lindo, ¿sabes? —dijo, dejando escapar una pequeña risa mientras sus dedos recorrían el pelaje del animal. Se sentía cálido al tacto, una sensación reconfortante después de la tensión que acababan de experimentar. Abrumado se dejó caer de nuevo, no sentía las piernas estables, y solo pensó en abrazarse a su salvador—. Estoy muy agradecido.

Todo había sucedido tan rápido que no tuvo tiempo ni de pensar en lo que sucedería, y algo en su interior se agito pensando que de nuevo hubiera muerto con arrepentimientos.

Con un destello de magia, el Oficial volvió a su forma humana, su ropa intacta y perfectamente ajustada, como si no acabara de transformarse en un animal. No perdió tiempo y se arrodilló junto al otro Omega, su rostro lleno de preocupación.

—¿Estás herido? —preguntó, inspeccionando con cuidado. Sus manos se movían con rapidez, pero con delicadeza, revisando cada centímetro de su cuerpo en busca de lesiones.

—Estoy bien... creo. —Taehyung intentó esbozar una sonrisa para tranquilizarlo, pero su voz temblorosa lo traiciono, su corazón aun latía dolorosamente en su pecho.

Entonces SeokJin notó las marcas en el pecho del otro Omega, y su expresión cambió a una de alarma.

—Tae... estas marcas... —dijo, colocando sus dedos suavemente sobre una de las runas. Pero en cuanto aplicó presión, un fino hilo de sangre comenzó a brotar.

Taehyung miró hacia abajo, sus ojos abriéndose de par en par al darse cuenta de lo que estaba sucediendo.

—¿Qué carajos? —jadeó, sintiendo el escozor de la herida.

Las marcas eran precisas, limpias, como si hubieran sido hechas con una cuchilla extremadamente fina. La piel apenas parecía separada, pero la sangre que fluía indicaba que no era una simple decoración.

—Esto es... un hechizo de cazador —dijo SeokJin, su tono grave mientras seguía examinando las heridas—. Ideal para cortar tendones o incapacitar a sus presas desde la distancia. Lixue...nunca se especializo para cuidar el templo, tiene todos estos trucos de cazador —Su voz se apagó mientras procesaba lo que significaba—. Oh dama, debimos ser más cuidadosos.

—Entonces fue ella. —Taehyung cerró los ojos, respirando profundamente para calmarse. Podía sentir el pánico asomándose, pero lo contuvo con esfuerzo—. Necesitamos terminar esto rápido.

—No te exijas, aun estas muy pálido — el oficial podía encargarse de esto por su cuenta, no quería poner más estrés en un civil.

—Ella no quería que accediera, quería quitarme del camino, tengo que ver que guarda este lugar —el ex terrícola no estaba pensando en sí mismo, estaba preocupado por Hana, no quería perder el valioso tiempo que le había dado.

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora