La noche perpetua sobre las montañas era un espectáculo sublime. Bajo el cielo despejado, las estrellas parecían derramar su esencia sobre el paisaje, envolviéndolo en un brillo etéreo que hacía palpitar las emociones más profundas. Namjoon ajustó la capa oscura sobre sus hombros, sintiendo el peso simbólico de la velada. Cada paso que daba, cada detalle de esa noche había sido cuidadosamente planeado. Todo debía ser perfecto. Esta era su oportunidad de abordar un tema que lo había atormentado por días: el ritual de la marca de apareamiento de su especie.
Desde joven, Namjoon había aprendido las duras lecciones de su linaje como adefesio. Para que un vínculo verdadero se sellara, debía hacerlo desde su forma original, vulnerable y pura. Las formas que robaba, aquellas que consumía como un precio inevitable de su existencia, no podían transmitir la conexión espiritual que el núcleo exigía. Dejar una marca con su verdadera naturaleza implicaba un dolor que sería compartido, una herida que marcaría tanto al Omega como al Alfa. "Voy a lastimarlo," murmuraba en su mente, el eco constante de su mayor miedo.
Jimin, ajeno a las tensiones internas de su compañero, caminaba junto a él con serenidad. El Omega lucía como un fragmento de cielo arrancado de la noche misma, con una túnica de azul profundo bordada con constelaciones de hilo plateado que simulaban las estrellas sobre ellos. Su colgante en forma de hoja, regalo del diplomático, reflejaba la luz celeste como si estuviera vivo, y los brazaletes en sus muñecas, finamente trabajados en plata, tintineaban suavemente con cada movimiento. El Alfa sentía su pecho llenarse de una calidez indescriptible al verlo así, sabiendo que su pareja valoraba cada uno de esos obsequios.
—¿A dónde me llevas? —preguntó el Omega, su voz ligera pero teñida de curiosidad.
El mil pieles esbozó una leve sonrisa, sus ojos azules brillando con una intensidad contenida. —A un lugar especial. Quiero mostrarte algo importante para mí. La respuesta intrigó a Jimin, pero no insistió. Su confianza en su Alfa era absoluta, algo que el mil pieles podía sentir en cada mirada y en cada paso que daban juntos.
Mientras avanzaban, el aroma natural de su Omega, dulce y envolvente, flotaba a su alrededor como un hilo de energía luminosa que conectaba sus almas. En el linaje de los mustélidos, que era su piel original, esto se llamaba "el Hilo", una manifestación física del vínculo con la pareja destinada. Namjoon nunca imaginó que algo tan intangible pudiera ser tan hermoso.
El paisaje cambió mientras subían, volviéndose más áspero y abrupto. El viento rugía entre las rocas, anunciando su proximidad al acantilado. Cuando finalmente llegaron, Jimin se detuvo, su mirada capturada por la escena frente a ellos. Un abismo impresionante se extendía a sus pies, y al otro lado, una meseta elevada parecía flotar en medio de las estrellas.
El mil pieles respiró hondo antes de hablar, reuniendo el valor necesario. —Este lugar... es mi refugio. Aquí es donde venía cuando no podía fingir más, cuando la culpa de mis acciones me aplastaba y no era capaz de darle la cara al clan. Hoy quiero compartirlo contigo porque hay algo que debo decirte, algo relacionado a esta maldición con la que nací...
Jimin giró hacia él, sus ojos suaves y expectantes. No había ni un rastro de duda en su expresión, solo una quieta aceptación que hacía que el corazón de Namjoon se apretara.
—Puedes compartir cualquier cosa conmigo, mi amor. —respondió el Omega con dulzura, pero el impacto de sus palabras pareció cortar el aire. En ese momento, bajo el manto de la noche eterna, el Alfa se dio cuenta de que no estaba solo. Por primera vez, sintió que incluso los pesos más oscuros de sí mismo, podían compartirse.
—Pero ¿cómo vamos a cruzar eso? —preguntó Jimin, con un deje de temor en su voz mientras señalaba el abismo. Su mirada, cargada de aprehensión, se mantenía fija en el vacío que se extendía más allá del borde del acantilado.
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Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.K
FanfictionLuego de morir producto del veneno de una medusa, Jimin dejo el mundo humano lleno de arrepentimientos y anhelos. Pero al parecer "reencarno" o algo así intuye él, cuando una mujer desconocida afirma ser su madre, y alguna especie de extraño chaman...