Capítulo 60

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Después de la cena, Jimin se despidió del grupo, sintiendo el peso de las noticias que había recibido durante la invocación. Cada paso hacia su cuarto lo hacía consciente de lo cansado que estaba. La presión de liderar el clan, de tomar decisiones críticas y de enfrentarse a amenazas invisibles le drenaba toda energía.

"Deja esto para mañana" Le susurró su guía, y de alguna forma sentía que su animal interno trataba de tomar el control, para que el humano pudiera descansar.

Era un buen plan, mañana sería un nuevo día para pensar con claridad y buscar estrategias más sólidas...pero también tenía que seguir trabajando en otras cuestiones.

"No entiendo nada sobre la magia, solo me he dejado arrastrar todo este tiempo en un montón de rituales. Esto de buscar un sello, se escapa por completo de mi entendimiento" Podía sentir que en cualquier momento le iba a doler la cabeza, lo sentía como una amenaza inminente.

"Lo siento mucho Jimin, no sé qué hacer tampoco, ese nunca fue mi campo, de eso se encargaba mi hermano" Y aunque podía convocar a Hoseok, este solo se manejaba por instintos, ecos del alma humana, no podía darles respuestas más técnicas.

"Ahora entiendo porque te sentías solo guía. Aun cuando tengo tanta ayuda, es obvio que los papeles de quienes debieron ser mis hermanos no pueden ser suplidos con facilidad" Se preguntó si esto mismo pensaron Xiaobao y Lixue, renegando en la oscuridad, llenándose de rencor contra todos.

"Ninguno de los antiguos líderes, hubieran querido que nuestra descendencia pasara por esta terrible situación. Ahora me doy cuenta de que debimos haber sido más cuidadosos, creímos que siempre estaríamos allí, y olvidamos dejar planes de respaldo por si llegábamos a fallar. Nuestro deber es proteger al clan y eso debió incluir asegurar que pudieran subsistir si algo nos pasaba"

"¿Eso hubiera sido posible? ¿Este clan podría existir sin los tres Líderes?" Se necesitaba un gran poder para que esta montaña pudiera albergar vida, solo él pudo traer de nuevo la vida a los lugares de caza...solo el Líder espiritual podría mantener la estabilidad de esta ciudad.

"Nunca nos hicimos esa pregunta. ¿Crees que está bien que exista un sistema así?" Jimin no pudo evitar burlarse de toda la situación.

"Guía, no hay sistemas perfectos, ni aquí ni en Marte, versaba un dicho en la tierra...más o menos" El gatote estaba en sintonía con lo que quiso decir, por lo que se ganó un ronroneo de aprobación.

"Saldremos de esta Jimin, sé que la Dama no va a defraudarnos" el ex terrícola, un agnóstico empedernido en la tierra, alguien que siempre creyó en su esfuerzo propio, se permitió creer, que a esa deidad que lo puso en este puesto, en verdad estaba pendiente en que lo hiciera bien, no solo por él, sino por todo el clan que dependía de su liderazgo.

Mientras caminaba por los pasillos, percibió un aroma familiar: un leve toque a chocolate y especias, mezclado con el rastro de metal que siempre acompañaba a Jungkook. El Líder de Armas debía haber llegado hace poco; últimamente, las gestiones con las patrullas de vigilancia lo mantenían ocupado hasta altas horas de la noche. Jimin se detuvo frente a la puerta por un momento, tomando aire para recomponerse. No quería hablar de las tensiones del día. En su lugar, decidió entrar con una sonrisa casual.

—¡Estoy en casa, mi amor! —dijo con tono ligero mientras abría la puerta, encontrando a Jungkook sentado junto a una nueva estantería.

El Alfa levantó la vista, mostrando una sonrisa de orgullo que iluminó su rostro, aun con ese bozal que seguía limitándolo. Jungkook siempre se veía tan grande, esa fuerza podía intimidar a cualquiera... excepto a Jimin, que solo veía en él un lugar seguro para esconderse.

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora