Capítulo 62

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Jimin se despertó sintiéndose extraño, como si su cuerpo todavía no terminara de procesar el agotamiento de la noche anterior. No estaba tan pegajoso como había imaginado, pero definitivamente iba a necesitar una ducha completa, no solo una limpieza superficial. Intentó estirarse, pero se dio cuenta de que estaba atrapado entre los cuerpos cálidos de sus Alfas. Jungkook, abrazándolo desde el frente, había enrollado su cola alrededor de la suya, mientras que la de Yoongi caía despreocupadamente sobre su cara.

Suspiró, divertido y algo incómodo, mientras trataba de moverse. Podía sentir el abrazo firme de Yoongi en su espalda y cómo Jungkook, como siempre, abrazaba a ambos con su fuerza imponente. Era una escena acogedora y hasta adorable... si no fuera porque el hambre comenzaba a atacarlo con fuerza, causando calambres en su estómago.

—Despierten, o voy a terminar comiéndome el brazo de Yoongi —gruñó, medio en broma, mientras empujaba suavemente al cazador.

Yoongi bostezó perezosamente, apretándolo más como respuesta. —Tengo suficiente carne para que mastiques, Omega.

—Yo tengo más, puedes morderme a mí —intervino Jungkook desde su posición, con un tono de falsa competencia que no logró ocultar su diversión.

Jimin arqueó una ceja, entrando en el juego. —Pero la carne de Yoongi estaría más suave —bromeó, provocando una carcajada en Jungkook y un bufido indignado en el cazador.

Finalmente, los tres decidieron que el hambre era suficiente motivo para levantarse. Comenzaron a desenredarse lentamente, con movimientos torpes que implicaban muchas risas y empujones. Una vez libres, Jimin observó con curiosidad a sus dos Alfas mientras se estiraban. La luz de la mañana iluminaba sus cuerpos, destacando cada músculo y curva. Era una vista magnífica, una que podría admirar sin cansarse.

Mientras terminaban de estirarse, Yoongi notó algo que captó su atención. —¿Y todos estos adornos? —preguntó, señalando los al menos veinte trofeos que ahora decoraban una estantería cercana.

—Mis trofeos, salvaje. Puede que te cueste imaginarlo, pero hay más en la vida que los huesos y pieles que siempre traes a casa. —Jungkook respondió con una sonrisa burlona, disfrutando de la reacción del cazador.

Yoongi puso los ojos en blanco, pero se acercó para inspeccionarlos con más detalle. Sus dedos recorrieron una placa en particular, y al leerla, su expresión cambió de inmediato.
—Espera, ¿Namjoon te dio un trofeo oficial? ¿Por qué? —preguntó, claramente indignado.

—Por mi notable desempeño, por supuesto. —Jungkook se cruzó de brazos, mirándolo con aire de superioridad—. ¿No has recibido uno, salvaje? Porque yo tengo tres más, solo que están exhibidos en el cuartel.

El tono de Jungkook dejó en claro que disfrutaba irritarlo, y Jimin, que había estado observando en silencio, no pudo evitar notar cómo ese apodo realmente molestaba a Yoongi. Sin embargo, también era evidente que el guerrero se divertía con la situación, aunque tratara de ocultarlo.

—¿Hay alguna razón en específico por la que llamas "salvaje" a Yoongi? —preguntó Jimin, lanzándose inmediatamente hacia Jungkook, sabiendo que el Alfa lo complacería con una respuesta rápida.

—No, no le cuentes —gruñó Yoongi, claramente mortificado, mientras cruzaba los brazos y miraba a Jungkook con advertencia.

Jungkook, por supuesto, ignoró el pedido, sonriendo con dulzura mientras acariciaba la cabeza de su pareja. —A tus ordenes, cariño. Antes de ser el primer cazador del clan, Yoongi pasó cinco años en su forma de leopardo. —Su voz tenía un toque de diversión al recordar—. No volvió a la civilización para nada. Se concentró exclusivamente en cazar, completamente aislado. Cuando finalmente decidió regresar, fue directo al torneo de caza, y con apenas 19 años arrasó con todos los competidores. Ganó con un margen abrumador.

Me convertí en un cambia-forma Omega al ir a otro mundo /Jimin/Y.GxN.JxJ.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora