Vampiro por Accidente.

Capítulo 10

"Problemas vampíricos."

He estado rompiendo sacos todo el día, lo he hecho a tal punto que ahora estoy aburrida aunque siga fastidiada de mi nueva condición. Creo que seré expulsada del club por no arreglar esto pero todo me da igual a este punto.

Camino a mi edificio pero realmente no tengo sueño, pero tampoco quiero estar cerca de Ginger o Sam, ¿qué pasa si las lastimo por mi sed? No pienso arriesgarme ahora. Presiono el último botón para ir a la terraza, algo de soledad y viento me hará bien, o al menos eso espero.

Voy con dejadez al borde y subirme a este para sentarme, la brisa choca contra mi rostro y una extraña corriente fría pasa por mi espalda. Giro a mi derecha para verlo ahí apoyado sobre sus hombros mirándome, estoy molesta pero también estoy atraída hacia él ahora mismo.

— ¿Qué haces aquí? —Dirijo mi mirada hacia el campus, se ve pequeño desde aquí.

—He venido a ver como lo has estas llevando, me dijeron que despertaste.

—También he asesinado a una chica con un sueño.

—La has convertido. —Suspira.

— ¿Cuál es la diferencia? Al menos ella sí pudo decidir.

—Mira, Ra...

Lo interrumpo. — ¿Puedo volar?

—Algo así. —Sentí su mano en mi espalda. —Ya lo verás.

— ¿A qué te refieres? —Dirige su vista hacia el suelo para luego posarla en mí. — No lo harías—Lo hizo, me empujo y empecé a caer gritando su nombre hasta chocar contra el suelo.

— Eso no salió bien. —Dijo pisando el suelo, jala mi brazo para ponerme de pie.

— ¿No crees que me he dado cuenta? —Limpio la tierra de mi jean para luego mirarlo furiosa. — ¿¡Así enseñas a alguien!? ¿¡Estás...!? —Me cubre la boca mirando hacia la ventana.

—Debemos irnos. — Murmura. — Confía en ti, corre.

Él desaparece en un abrir y cerrar de ojos causando que suelte un suspiro exasperado.

Vamos Rafaella, si él puede hacerlo tú igual e incluso mejor. Puedo hacerlo, puedo hacerlo.

Comienzo a correr hacia donde él fue, poco a poco todo se mueve a una velocidad extraordinaria, es un poco difícil ver las cosas para evitarlas ya que todas tienen una distorsión. Acabo sobre su espalda y él termina con un beso al suelo, mejor dicho, pasto. Estamos en la arboleda, wow realmente he corrido mucho.

— Algo he aprendido. —Murmuro empujando mi cuerpo hacia arriba, él tarda un poco en ponerse de pie.

—Claro que sí. —Él sonríe.

— ¿Por qué? —Tensiono la mandíbula. — ¿Por qué me quitaste la elección? Sólo bastaba una pregunta, una frase ¡Joder! ¿¡Por qué no me lo dijiste!? —Suelta un suspiro e intenta decir algo pero las palabras no salían.

¿Por qué suspira? ¿A caso es algo malo lo que me ha de decir? Lo que hizo estaba mal. ¿No podía simplemente decirme algo como de aquella novela, Crepúsculo? No es muy difícil, sé que es raro decirle a alguien "Soy un vampiro pero no te voy a chupar la sangre." Pero al menos intentarlo no le quita nada.

— Mira, — por fin habla mirándome a los ojos — no quise morderte. Rafaella, era luna llena, no podía resistirlo. La luna nos descontrola tanto como a los lobos y a las brujas. — Intenta tomar mi mano, la quito antes de que la toque haciendo que el suspire de frustración. —Ellos no importan. Solo importa que te quiero y debes saber que todo lo que nos hubiera distanciado antes ahora no está. —Lo miro desentendida levantando una ceja. — No quise arruinarte la vida.