"¿Listos para jugar?"
El Clan Líder Oculto, formado por todos y visto por nadie, con un representante de cada especie.
El clan Vanaid, quienes reinaban a todos y según leyendas, los más propensos a tener descendencia propia. Su clan era como una dinastía, el poder, el control de este era de los descendientes del líder en cuestión.
La manada Akela, cuya transformación era indolora, sus ojos eran lo más distintivo pues siempre son grises con variaciones de lila por el Iris; los más representativos y reconocidos como hijos de la Luna.
El Aquelarre Sel, brujos con habilidades increíbles, tanto que llegan a manejar los 3 tipos de poderes, los de Jaulías de noche y los de Sabbats, cada uno con diferentes capacidades y debilidades. Los más capaces de realizar encantamientos de fuerza extrema sin ayuda alguna.
El Gremio Midgard, humanos nobles, valientes y los guerreros más reconocidos. Los más temidos, respetados y sabios del planeta, o como hace honor su nombre, del Reino Midgard.
Y por último, estaba la Agrupación Khuri, banshees con creencias de ser más de lo que les asignaron, solo unas mensajeras de la muerte. Las de los gritos más fuertes, capaces de explotar un edificio y dejarlo en cenizas con un grito.
Este Clan tenía una misión, la paz y armonía entre todas las especies, sin embargo, su trabajo debía de ser oculto.
El libro no va ni por la mitad y ya te vienen con toda intensidad, pero he de ocultarlo rápido cuando escucho aquel sonido como campana, lo guardo en el bolsillo de la chaqueta. Me pongo de pie caminando a la puerta.
— ¿A caso no es linda? ¡Miren como se prepara para cada batalla! —Se escuchan aplausos. — No importa cuanta mierda te tire, siempre te levantarás ¿no?
—No veo tu cara pero sé que ha de ser de estupidez asombrada. —Me cruce de brazos. Los bordes de la pared se comenzaron a oscurecer, el frío comenzó a hacerse más y más presente pero no era solo eso lo que se hacía presente sino que la niebla también. Todo era tan familiar, demasiado.
Con las cejas juntas y hacia abajo di un paso adelante provocando el sonido que esperaba, cadenas.
Misma situación, mismo lugar, misma sensación, justo como el sueño que tuve antes de ir al maldito internado, ¿esto es una clase de burla?
—Espera por el susurro, se romperán las cadenas. —Murmure para mí misma.
—Deja vú. —Susurro en mi oído mientras pasaba su mano por mi brazo y luego poniéndose en mí delante. Trato de avanzar pero las cadenas no se han roto, siguen ahí y, como si fuera poco, se añadieron cadenas a mis muñecas. —Bienvenida al mundo de las voces, la oscuridad. —Su sonrisa era digna de una persona desquiciada.
Seguía intentando avanzar pero seguían ahí, separe mis piernas y levante los brazos, jale con toda la fuerza que tenía como si una bestia se pusiera en mi lugar; sorpresivamente, ha dado resultado, soy libre de cadenas.
Avanzo un poco y caigo al suelo de espaldas, como si un imán hubiera atraído mi cuerpo al suelo, miro a un costado solo para ver a la desquiciada versión mía acercarse con los ojos rojos y colmillos fuera, se agacho y tomo mi cuello entre sus manos y se acercaba a mi cuello.
Cambia el final de tu historia.
Tome su cabeza, oponiendo resistencia a la atracción levante mi rodilla y con los dos brazos y mi rodilla empuje, quitándomela de encima y al parecer, desaparecerla. Me paro y veo trozos de vidrio a mí alrededor, mis manos tenían sangre pero no siento los colmillos en mi boca.
Camino un poco y siento como si me cortase con cada paso, paro cuando lo veo, mi dulce y preocupado rubio hermano, tiene dos lobos tras suyo pero debajo de él están nuestros padres.
—Tú causaste esto. —Sus palabras salían con rabia, sus ojos titilaban colores fríos. Mire hacia los lobos, uno tiene sus ojos grises y el otro los tiene uno de color azul grisáceo y el otro lila muy claro. Me apunto y los lobos gruñeron.
—Jackson. —Sale de mis labios como si realmente supiera a donde quiero llegar. — ¿Qué le has hecho a nuestro hermano? — Me mira con asombro pero no deja de estar con su ceño fruncido.
— ¿No puedes ni reconocer a tu propio hermano? —Señala al lobo con heterocroma, cual solo se sienta. Se desvanecen como polvo y siento una mano sobre la mía, giro para encontrar los ojos celestes de Christopher.
—Cariño, para esto. —Susurra cerca de mí pero pongo mi mano en su cara y empujo. Me giro pero ahí está de nuevo, lo miro frustrada y lo vuelvo a empujar pero sigue apareciendo detrás de mí una y otra vez.
Paso mis manos por mi cabello y grito sin más. — ¡Déjame en paz! —Tomo aire, levanto la cabeza tras escuchar un llanto, era Ginger.
—Ginger. —Me acerque a ella, pero cuando ella me miro sentí como si hubiera visto un fantasma, sus lágrimas son de sangre y sus manos sostienen una foto.
—Ellos la tienen, ¿cómo pudimos ser tan descuidadas? —Mira la foto. —Mataron a todos y se la llevaron. —Me mira. — ¿¡Por qué tenían que llevarse a mi Bloos!? —Su llanto era doloroso, trato de abrazarla pero paro a ver lo que está delante suyo, la tumba de Warren. Le quito la fotografía para ver que éramos los cuatro, Warren, Sam, Ginger y yo en el salón del dormitorio del internado riendo. —No eres la única a la que han destruido. —La miro pero ya desapareció y la foto también.
Camino hacia adelante, pero todo el suelo se volvió blanco ¿ya termino toda su recreación de mis pesadillas?
Sigo el cambio con la mirada pero el resultado es decepcionante, no es lo que creía, es el manicomio. La camisa de fuerza se hace presente, me comienzo a mover para intentar romperla.
Paro al sentir una mano en mi mejilla, miro hacia el dueño de tal, sus ojos marrones me tranquilizan.
—Esto va a terminar rápido. —Se acercó hacia mí, como si fuera a besarme; de hecho, puedo sentir sus labios rozar los míos. —Debes ser fuerte, debes estar lista para jugar todas las barajas. —Ahora si me besó suavemente.
Abro los ojos y tomo aire, estoy amarrada a una silla negra frente a una puerta de vidrio polarizado.
—Lo hiciste de maravilla. — ¿Está verificando que nada este roto o qué? —Pero, me temó que él está muy rebelde, debe aprender a controlarse y lo hará solo así. —La puerta comienza a hacerse transparente, revelando al individuo capturado dentro.
Devon apretando los puños listo para atacar pero se para a mirarme con miedo. Acabo de besarlo, esto es raro.
— ¿A qué te refieres con que solo así aprenderá? —Miro a la chica de rasgos asiáticos, pero no me responde y gira mi pie y sin poder evitarlo, gritó de dolor. No soy médico ni nada pero puedo jurar que me ha roto tobillo. —Joder. —Murmuro tomando aire, me está vendando ahora. Escucho como Devon golpea el vidrio gritando mi nombre.
—No la lastimen más. —Pone su palma en el vidrio. —Os juro que hare lo que me pidan, pero no le hagan más daño. —Levanto mi mirada para verlo, está con esa mirada desesperada, pero no duro mucho mirándolo pues me mueven de nuevo, supongo a mi habitación.
Bajo con cuidado de la silla y tomo aire.
— ¿Ya has vuelto tan rápido, cariño? —Su tono burlón hace que me ponga erguida, esboce una sonrisa.
— ¿Listos para jugar un poco más? —Mi mirada se pasea por el panorama, sin mover la cabeza.
—Es todo o nada, ¿aceptas? —Levanto un hombro y cruzo mis brazos. —Esa es mi chica.
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Vampiro por Accidente.
VampireEl tiempo más corto es aquel que causa más daño, un tsunami puede comerse una ciudad en cuestión de minutos. ¿Puedes imaginar la cantidad de daño que haría en tan solo 1 hora? Comparemos mi inicio con eso, ir de una escuela donde reinaba estando rod...