El tiempo más corto es aquel que causa más daño, un tsunami puede comerse una ciudad en cuestión de minutos.
¿Puedes imaginar la cantidad de daño que haría en tan solo 1 hora?
Comparemos mi inicio con eso, ir de una escuela donde reinaba estando rod...
La habitación de Ved era bonita, su cama era acolchada y tenía varías almohadas, sobre el marco de su cama tenía un atrapa sueños rústico, creo que lo ha hecho ella. Sobre la mesa de noche había un retrato de ella con quien parece ser su padre, un hombre alto con barba y una sonrisa resplandeciente, cabellos rubios como los de ella pero sus ojos eran miel, estaban abrazados reflejando gran felicidad.
— ¡Eh, Beth! —Volteo a verla, ella sostiene una percha con un vestido rojo que parece tener escote y no ser tan entallado. —Pruébatelo. —Asiento y me pongo de pie, me saco la sudadera atada y la tiro a la cama.
— ¿Puedes voltearte? —Me da el vestido y voltea quedando vista a su armario.
Me saco la camiseta y me pongo el vestido luego me saco mis jeans.
Me arreglo el tiro del brasier. —Ya puedes ver.
Me dio unos tacones beige cerrados en la punta de los pies y el seguro estaba en el tobillo.
—Solo falta maquillar esas ojeras y esa marca reciente. —Suspira.
Me sentó sobre la cama y del cajón de la mesa de noche saco una pequeña caja de madera con sus iniciales en ella y una bolsa de tela color azul marino, de esta saco la base y corrector y lo aplico sobre mi piel con una brocha amplia, sus movimientos eran delicados y precisos. Luego saco una sombra beige y con otra brocha más pequeña la aplico en mi parpado con suavidad, aplico la máscara de pestañas y luego solo me aplicó un brillo labial rosado bajo.
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Guardo las cosas de maquillaje en esa bolsa y abrió la de madera.
— Es una misión peligrosa y eres la carnada y si te reconoce, su objetivo. —Bufa y saca de aquella caja un cinturón táctico que dentro tiene lo que parece ser una daga, levanta un poco mi vestido y lo coloca en mi pierna derecha, en la parte del muslo. —Está plagado de verbena y si Jassy te ataca se lo clavas acá. —Puso su índice arriba de mi clavícula. —Asiento y ella baja mi vestido, guarda la caja mientras me pongo de pie, ahora soy un poco más grande que ella.
Bajamos a la planta baja, Dann mira de pies a cabeza a Ved, quien no se ha cambiado.
— ¿En serio no entrarás?
—He matado a al menos un vampiro cercano a los que están dentro de ese bar, me matarán al verme. —Ríe. —Gajes del oficio. — Se encoje de hombros. — Me ha dado que ponerle maquillaje en su herida la va a infectar.
Dann muerde su muñeca causando que salga sangre, acerca su muñeca a mi boca y me obliga a abrir la boca dejando que unas gotas de sangre chorreen dentro. — ¿¡Qué fue eso!? —Exclamé tras haber tragado su sangre.
—Ya no estás herida. —Se limpia la muñeca, miro mi brazo confirmando lo que Dann dijo, las profundas marcas de garras no estaban. Agradecí incrédula.
