Capitulo 7: Posos de café y garras de hipogrifo

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Cuando Harry, Abby, Ron y Hermione entraron en el Gran Come­dor para desayunar al día siguiente, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general.

—No le hagais caso —le dijo Hermione, que iba detrás de Harry—. Vosotros, ni el menor caso. No merece la pena...

—¡Eh, Potters! —gritó Pansy Parkinson, una chica de Slytherin que tenía la cara como un dogo—. ¡Potters! ¡Que vienen los dementores, Potters! ¡Uuuuuuuuuh!

-Y Pansy Parkinson acaba de demostrar toda su capacidad mental-dijo Abby como una presentadora de un documental-es mucho mas inteligente, hablar con un delfin.

-¡Pero si tu tambien te desmayaste!-siguió ella-¡un delfín! Yo soy mas inteligente que un delfin.

-Ya, eso es demostrable, solo necesitamos un tanque de agua, un aro de fuego y un cubo con cosas que te gusten mucho, mucho-rió ella y se volvió hacia su mesa.

Harry se dejó caer sobre un asiento de la mesa de Gryf­findor; junto a George Weasley.

—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pa­sándolos—. ¿Qué te ocurre, Harry?

—Malfoy —contestó Ron, sentándose al otro lado de Geor­ge y echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima.

—Ese imbécil —dijo sin alterarse— no estaba tan galli­to ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Vino corriendo a nuestro compartimento, ¿verdad, Fred?

—Casi se moja encima —dijo Fred, mirando con despre­cio a Malfoy.

—Yo tampoco estaba muy contento —reconoció Geor­ge—. Son horribles esos dementores...

—Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad? —dijo Fred.

—Pero no os desmayasteis, ¿a que no? —dijo Harry en voz baja.

—No le des más vueltas, Harry —dijo George—. Mi pa­dre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad, Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí.

—De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de quidditch —dijo Fred—. Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la tempora­da, ¿os acordáis?

La única ocasión en que Harry y Malfoy se habían enfrentado en un partido de quidditch, Malfoy había llevado las de perder. Un poco más contento, Harry se sirvió salchi­chas y tomate frito.

-Mmm... opino que Malfoy necesita una "bienvenida"-sonrió Abby-algo asi como algo nuevo...

-Esa es nuestra mente criminal-sonrió Fred dandole un beso en la frente-oye Harry te va a explotar la cabeza como sigas poniendote...

-Calla y sueltala-lo reprendió rojo de ira.

Entre risas se soltaron y siguieron desayunando.

Hermione se aprendía su nuevo horario:

—Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas —dijo ale­gremente.

—Hermione —dijo Ron frunciendo el entrecejo y miran­do detrás de ella—, se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente.

La hermana de Harry Potter y el prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora