El profesor Dumbledore mandó que los estudiantes de Gryffindor volvieran al Gran Comedor; donde se les unieron, diez minutos después, los de Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin. Todos parecían confusos.
—Los demás profesores y yo tenemos que llevar a cabo un rastreo por todo el castillo —explicó el profesor Dumbledore, mientras McGonagall y Flitwick cerraban todas las puertas del Gran Comedor—. Me temo que, por vuestra propia seguridad, tendréis que pasar aquí la noche. Quiero que los prefectos monten guardia en las puertas del Gran Comedor y dejo de encargados a los dos Premios Anuales. Comunicadme cualquier novedad —añadió, dirigiéndose a Percy, que se sentía inmensamente orgulloso—. Avisadme por medio de algún fantasma. —El profesor Dumbledore se detuvo antes de salir del Gran Comedor y añadió—: Bueno, necesitareis...
Con un movimiento de la varita, envió volando las largas mesas hacia las paredes del Gran Comedor. Con otro movimiento, el suelo quedó cubierto con cientos de mullidos sacos de dormir rojos.
—Felices sueños —dijo el profesor Dumbledore, cerrando la puerta, pero antes de que sucediera, Abby franqueada por Meson, Marian y Ryan se detuvo ante el.
-¿Necesitáis algo?-preguntó el director.
-Queremos ayudar-dijo Meson-en fin, podemos ayudar a patrullar, y podemos reforzar las puertas...
-Lo siento, pero no quiero poneros en peligro-dijo, pero a Abby no se le escapó que la miraba de reojo.
-Menos Abby, claro-aclaró Marian.
-¡Oye!-protestó la pelirroja.
-Lo siento, lo mejor será que os vallais a dormir.
El Gran Comedor empezó a bullir de excitación. Los de Gryffindor contaban al resto del colegio lo que acababa de suceder.
—¡Todos a los sacos! —gritó Percy—. ¡Ahora mismo, se acabó la charla! ¡Apagaré las luces dentro de diez minutos!
—Vamos —dijo Ron a Hermione, a Abby y a Harry. Cogieron cuatro sacos de dormir y se los llevaron a un rincón.
—¿Creéis que Black sigue en el castillo? —susurró Hermione con preocupación.
—Evidentemente, Dumbledore piensa que es posible —dijo Ron.
—Es una suerte que haya elegido esta noche, ¿os dais cuenta? —dijo Hermione, mientras se metían vestidos en los sacos de dormir y se apoyaban en el codo para hablar—. La única noche que no estábamos en la torre...
—Supongo que con la huida no sabrá en qué día vive —dijo Ron—. No se ha dado cuenta de que es Halloween. De lo contrario, habría entrado aquí a saco.
Hermione se estremeció.
A su alrededor todos se hacían la misma pregunta:
—¿Cómo ha podido entrar?
—A lo mejor sabe cómo aparecerse —dijo un alumno de Ravenclaw que estaba cerca de ellos—. Cómo salir de la nada.
—A lo mejor se ha disfrazado —dijo uno de Hufflepuff, de quinto curso.
—Podría haber entrado volando—sugirió Dean Thomas.
—Hay que ver; ¿es que soy la única persona que ha leído Historia de Hogwarts? —preguntó Hermione a Harry, Abby y a Ron, perdiendo la paciencia.
—Casi seguro —dijo Ron—. ¿Por qué lo dices?
—Porque el castillo no está protegido sólo por muros —indicó Hermione—, sino también por todo tipo de encantamientos para evitar que nadie entre furtivamente. No es tan fácil aparecerse aquí. Y quisiera ver el disfraz capaz de engañar a los dementores. Vigilan cada una de las entradas a los terrenos del colegio. Si hubiera entrado volando, también lo habrían visto. Filch conoce todos los pasadizos secretos y estarán vigilados.
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La hermana de Harry Potter y el prisionero de Azkaban
FanficHarry y Abby Potter vuelven a Hogwarts para cursar su tercer año despues de que cada uno tuviese un "pequeño percance" uno inflando a su tía Marge y la otra una pelea con una chica de Bringstone. Pero este curso, sus vidas tomaran un nuevo giro. Sir...