La víspera del partido por la noche, en la sala común de Gryffindor, se abandonaron todas las actividades habituales. Incluso Hermione dejó sus libros.
-No puedo trabajar; no me puedo concentrar -dijo nerviosa.
Había mucho ruido. Fred y George Weasley habían reaccionado a la presión alborotando y gritando más que nunca. Oliver Wood estaba encogido en un rincón, encima de una maqueta del campo de quidditch, y con su varita mágica movía figurillas mientras hablaba consigo mismo. Angelina, Alicia y Katie se reían de las gracias de Fred y George. Harry estaba sentado con Ron y Hermione, algo alejado del barullo, tratando de no pensar en el día siguiente, porque cada vez que lo hacía le acometía la horrible sensación de que algo grande se esforzaba por salir de su estómago, y Abby estaba desaparecida, no se preocupaba, porque le había dicho que iba con los Guardianes.
-Vas a hacer un buen partido -le dijo Hermione, aunque en realidad estaba aterrorizada.
-¡Tienes una Saeta de Fuego! -dijo Ron.
-Sí -admitió Harry.
Fue un alivio cuando Wood, de repente, se puso en pie y gritó:
-¡Jugadores! ¡A la cama!
En ese momento, el retrato se abrió, y por el apareció una pelirroja con un sombrero de "mago" de los que usaban los muggles, con una de esas varitas de mentira y con una gran sonrisa en la cara.
-¿Abby?-preguntó Harry muy extrañado-¿Qué has estado haciendo?
-¿Yo?-preguntó "inocentemente"-¿Por qué lo dices?
-¿Por qué llevas eso en la cabeza?-preguntó señalando el sombrero.
-¿Está prohibido llevarlo?-preguntó sin poder evitar sonreir.
-¿De donde lo has sacado?
-Ya está bien de preguntas ¿no?-dijo muy digna y ofendida-¡Tengo una vida! ¡Si quieres saber algo, algún día publicaré una biografía!-Harry iba a abrir la boca, muy extrañado-no, no hace falta que digas nada; me voy a dormir.
Y subió las escaleras dejándolos muy extrañados.
Harry no durmió bien. Primero soñó que se había quedado dormido y que Wood gritaba: «¿Dónde te habías metido? ¡Tuvimos que poner a Neville en tu puesto!» Luego soñó que Malfoy y el resto del equipo de Slytherin llegaban al terreno de juego montados en dragones. Volaba a una velocidad de vértigo, tratando de evitar las llamaradas de fuego que salían de la boca de la cabalgadura de Malfoy, cuando se dio cuenta de que había olvidado la Saeta de Fuego. Se cayó en el aire y se despertó con un sobresalto.
Tardó unos segundos en comprender que el partido aún no había empezado, que él estaba metido en la cama, y que al equipo de Slytherin no lo dejarían jugar montado en dragones. Tenía mucha sed. Lo más en silencio que pudo, se levantó y fue a servirse un poco de agua de la jarra de plata que había al pie de la ventana.
Los terrenos del colegio estaban tranquilos y silenciosos. Ni un soplo de viento azotaba la copa de los árboles del bosque prohibido. El sauce boxeador estaba quieto y tenía un aspecto inocente. Las condiciones para el partido parecían perfectas.
Harry dejó el vaso y estaba a punto de volverse a la cama cuando algo le llamó la atención. Un animal que no podía distinguir bien rondaba por el plateado césped.
Harry corrió hasta su mesilla, cogió las gafas, se las puso y volvió a la ventana a toda prisa. Esperaba que no se tratara del Grim. No en aquel momento, horas antes del partido.
Miró los terrenos con detenimiento y tras un minuto de ansiosa búsqueda volvió a verlo. Rodeaba el bosque... no era el Grim ni mucho menos: era un gato. Harry se apoyó aliviado en el alféizar de la ventana al reconocer aquella cola de brocha. Sólo era Patizambo.
ESTÁS LEYENDO
La hermana de Harry Potter y el prisionero de Azkaban
FanficHarry y Abby Potter vuelven a Hogwarts para cursar su tercer año despues de que cada uno tuviese un "pequeño percance" uno inflando a su tía Marge y la otra una pelea con una chica de Bringstone. Pero este curso, sus vidas tomaran un nuevo giro. Sir...