Capitulo 30:
...Al volver del baño, me encontré con Joe, Nick y Kevin esperándome, todos con una expresión de decepción que me hizo sentir como si me hubiera metido en un lío aún mayor. Joe se levantó de la cama, cruzándose de brazos con un gesto que parecía más enfadado que nunca.
—¿Y sigues mintiendo? —dijo con voz irritada—. Tus hermanos no tenían ni idea de que estaban aquí.
Me eché hacia atrás un poco, no sabía si estaba esperando que me empujara o, peor aún, que me pegara. Pero, en lugar de eso, se cruzó de brazos y me miró con furia contenida.
—Dicen que el viernes vendrán por ti —añadió con frialdad, y mi corazón se detuvo. ¿No logró Guillermo convencerlos? ¿Qué había pasado? Me había dicho que todo estaba bajo control. —Menos mal, así ya no tendré que soportar tu presencia aquí —dijo antes de dar un portazo y salir de la habitación.
Nick se quedó unos momentos más, su tono era apagado cuando habló. —Pudiste meternos en muchos problemas.
Kevin, un poco más suave pero igual de decepcionado, añadió— No tenías que mentirnos. Pensé que confiabas en nosotros.
Hizo una mueca y se fue, dejándome sola con mis pensamientos y con la culpa acumulándose dentro de mí.
—Es raro, porque Guillermo me dijo que había arreglado todo con mis padres —comenté a Fer, mirando al suelo, sin poder entender cómo las cosas habían salido tan mal. No creía que Guillermo me hubiera mentido.
—Quizás al final no pudo convencerlos, pero igual no debiste haber mentido —dijo Fer con una sonrisa triste. Se sentó a mi lado en la cama, suspirando profundamente—. Quizás ellos te hubieran ayudado o al menos te hubieran entendido.
Me miró con una mezcla de preocupación y tristeza.
—De todas formas, Guillermo no tiene la autoridad para permitirte quedarte —añadió, y su mirada me hizo sentir aún más culpable.
—Tienes razón —admití, con un nudo en la garganta—. De todas formas, pudieron haberlo pensado y dijeron que no.
Las palabras de Fer resonaban en mi cabeza mientras me sumergía en una profunda reflexión sobre la confianza, las mentiras y las decisiones que estaban fuera de mi control.
Intenté convencer a mi mamá, casi lo logro, pero al final dijo que primero tendría que conseguir trabajo aquí y un lugar donde vivir. Así que... tendremos que volver —me dijo Fer, con la voz apagada, los ojos humedeciéndose. Suspiró, y su mirada se perdió por un momento en el suelo.
No sabía qué decir. La abracé fuerte, tratando de consolarla. Sabía que para ella era más difícil. Después de todo, se estaba enamorando de Nick, y todos sabemos lo complicadas que son las relaciones a distancia, especialmente con una celebridad. Pero, la verdad, no sé ni por qué pienso en esto si nunca me he enamorado, ni sé cómo se siente eso realmente. ¿Cómo se supone que se siente alguien enamorado?
Mis ojos se llenaron de lágrimas, que comenzaron a caer sin control. No quería aceptar que todo esto, esta aventura increíble, iba a terminar, que no volvería a verlos. Era como si alguien hubiera estallado la burbuja donde estaba soñando, esa donde todo parecía posible.
Estuvimos un rato en la habitación de Fer, en silencio, procesando lo que ella acababa de decir. Decidimos que, para animarnos, haríamos una pijamada esa noche. Yo llevé mis cosas hasta su cuarto, y nos acomodamos en la cama, que era bastante grande para las dos.
Estar con Fer, charlando hasta tarde, riéndonos de recuerdos y momentos graciosos, me hizo bien. Nos contamos cosas, tratando de ignorar lo que nos dolía. Aunque, en el fondo, una parte de mí no dejaba de pensar en Joe, y en lo rara que me hacía sentir su presencia. Era como si, cuando él estaba cerca, todo en mí se desordenará. Y ahora, sabiendo que todo estaba por terminar, me preguntaba si alguna vez me acostumbraría a estar sin él.
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Open Your Eyes
FanfictionLola, una niña de 10 años que ha pasado gran parte de su vida en solitario, anhelando una existencia tan emocionante como las protagonistas de sus series favoritas, se encuentra atrapada en una monotonía que parece no tener fin. Sus días transcurren...