Amor de siglos (Lilia Vanrouge × Lectora)

💜🥀Capítulo 45: El tiempo sin ti🥀💜

Narra Lilia:

Regresé al castillo después de 20 años para ver el progreso pero me encontré con Baur que estaba preocupado por el hecho de que Malleus había dejado de aceptar la magia de la reina Maleficia aunque sus palabras y expresión me daban a entender que estaba contento de que estuviese ahí en el momento indicado.

— ¡Señor Vanrouge!. ¿Encontró algo que nos pueda ayudar a que su majestad pueda eclosionar?—. negué y eso provocó que Baur suspirara con cansancio.— Ah~. Al menos haces el intento, gracias.

— Nada es de ayuda, menos los humanos que no saben que los dragones existen... bueno...—. miré al huevo y luego a Baur.—. Ya sabes...

— Sí, sí. Viven en ignorancia pero al menos son felices y no han tratado de perturbar la paz de los FAEs otra vez—. con cansancio desvío la mirada y luego miró a Malleus.— Pero bueno... ¿qué se les hace?

Asentí ante su pregunta y luego miré en dirección a Malleus, cosa que hizo que Baur agregara nueva información que había descubierto.— Las visitas anteriores que hiciste no se si estén vinculadas pero... Malleus después de escuchar tu voz volvió a aceptar la magia de la reina Maleficia.

— ¿Y?—. pregunté a la vez que lo miraba con confusión.

— Tal vez a Malleus le alegra tus visitas. Ya que después de que te vas recibe la magia sin problemas hasta que pasa un tiempo y deja de aceptarla—. sonrió con algo de vergüenza reflejada, aunque ya sabía que rumbo tomaría esas palabras. Así que lo dejé que terminará de hablar.— ¿Antes de irte puedes hablar con él?

Ante su pedido no pude evitar soltar una carcajada por el hecho de que ya venía venir esa petición por sus expresiones y forma en la que su voz ligeramente temblaba. Algo divertido por la situación pasé mi mano por mi flequillo a la vez que negaba repetidas veces en silencio, pero algo pareció llamar la atención de Baur, quien me miró con asombro e ignoré para responder a su petición.

— Claro, antes de irme hablaré con él—. le respondí para dar la vuelta y caminar hacia Malleus, eso sin esperar que la voz de Baur me detuvieron en el proceso.

— Espera...—. al escucharlo lo miré sobre mi hombro y luego se acercó a mi para tomar mi brazo izquierdo y ver mi mano con detenimiento.— ¿Tu...?

Ver esa expresión incrédula en su rostro me hizo reír al saber a que tanta atención le había prestado en mi mano, específicamente en el ligero brillo de la argolla que hice con el hilo plateado que (______) había hecho. No solo me quedé satisfecho con tener un trozo delgado de hilo plateado, ya que por mero capricho mío que según así lo había catalogado ella, tomé un pequeño carrete de hilo y lo enredé en la empuñadura de una de mis dagas de piedra mágica. Así que tomé ese y con el vago recuerdo de como manipulaba el hilo con su magia, comencé a moldearlo para hacerlo en una argolla plateada de la cual parecía estar trenzada.

— ¿Yo qué?—. pregunté para evadir su pregunta con otra que sabía que le haría molestarse un poco por hacerme el tonto.

— ¡No te hagas el desentendido!. Ambos sabemos que ese es un anillo de hilos de los que la señorita Ninnghel hacia—. sonreí y cerré mis ojos a la vez que liberaba mi mano de su agarre.— ¿fuiste a la cabaña que estaba cerca del castillo Willdrose?

— No, yo tenía un poco a mi lado. Así que aproveché en hacer uno—. reí mientras veía con detenimiento mi mano izquierda.

— Por unos momentos creí que habías ido a visitar esa cabaña—. negué ante su preocupación que se filtraba por esa voz que parecía serena.

— No tengo el valor suficiente para ir allá—. solté aquellas palabras cual daga que atravesaba mi pecho por aquel lugar donde albergaban mis recuerdos más preciados.— aún no estoy listo para ir.

— Lo siento mucho, se que la valorabas demasiado... por eso me preocupé al verte con eso en mano—. confesó sin rodeo alguno a la vez que su mirada se posaba en el suelo, realmente parecía algo raro de ver por el hecho de que nada parecía afectarle... aunque ahora podía ver que si.

Para tratar de aliviar su malestar solté una carcajada y seguí caminando hacia el huevo, pero aunque quisiera ocultar ese dolor de él, sabía que no me creería. Por eso, no me detuve en decirle sin darle la cara que:

— ¿La extraño?, sí. ¿Odio ese día?, sí. ¿Me siento inútil por no poder haber hecho nada?, sí—. lo miré por encima de mi hombro para seguir hablando y ver aquella expresión incrédula que me estaba dedicando en esos momentos por mi repentina confesión.— Maleanor y (_________) no están más conmigo, y me duele aceptarlo. Maleanor me dio los mejores momentos de mi infancia junto a Reverne. Pero (______)...

Mi pecho se sintió pesado y aunque no quería admitirlo abiertamente... debía hacerlo, más para poder aliviar la carga que llevaba en mis hombros, aunque solo la hiciera menos pesada para mi.

— Ella me dio felicidad en los momentos más difíciles para mi. Y aun sigue presente en mi mente y corazón, tanto... que a veces siento que puedo escuchar esa voz que calma mis pensamientos más pesimistas...—. una sonrisa nostálgica fue lo único que pude dedicarle, pero eso pareció haber calmado su mente inquieta, ya que solo suspiró y asintió aceptando mis palabras.

— En parte, fue mi culpa. Si hubiese sido más rápido, la hubiese salvado y tu....—. su ceño ligeramente se frunció y sus labios formaron una suave mueca qué demostraba su inconformidad por su rendimiento ese día, pero... él ahora sabía que no lo culpaba por eso, pero parecía algo afligido.— tu no estarías solo, ella estaría a tu lado. Tal vez... ambos estarían juntos... y quien sabe.. tal vez tendrías una familia.

Sentí mis mejillas arder al escucharlo decir eso, una idea así ahora parecía buena... pero sabía que antes eso no hubiese pasado por mi cabeza. Realmente, (________) me cambió mucho. Solo que ahora eso quedará en mis sueños e imaginación, aunque acaso... ¿ella me estará viendo ahora?. ¿Qué le parecería esa idea?. ¿Alguna vez pensó en tener una familia?. Y si es así... ¿ella me podía ver el su futuro?
Aquellas preguntas que se formulaban en mi mente me hicieron sonreír ligeramente a la vez que seguía mi camino hacia donde estaba Malleus. Esto solo porque no quería que Baur tratase de preguntarme más de ese tema que podría darme motivos por los cuales lamentar aquel día.

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