Parte 6: Atrapado.

8 2 0
                                    

Y todo esto nos lleva al día de hoy

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y todo esto nos lleva al día de hoy. Abrí los ojos y me di cuenta de que ya eran las 12:30 p.m., me levanté rápido para mover el carro de lugar. Elena estaba lavando unos platos, no quise que me viera para evitar que me acompañara al carro.

En un descuido que tuvo, pasé rápido para salir de la casa. Llegué al lugar donde dejé el carro, y cuál era mi sorpresa. El vehículo no estaba, no era posible. Estaba todo madreado como para que alguien más se lo robara. No tenía sentido.

Me puse a caminar por la calle para ver si lo veía y nada. Di vueltas por toda la cuadra y no lo encontré. Después de estar así por un rato, me di por vencido y mejor me regresé a la casa. Se me ocurrió decirle a Elena que el carro no estaba y si llega a aparecer, parecería que lo vandalizaron.

Así que me metí en el papel y entre a la casa con lágrimas en los ojos. Rápido, Elena se acercó conmigo y me preguntó qué me sucedía. Entre lágrimas y la voz cortada traté de explicarle que el carro no estaba afuera.

Ella me abrazó y comenzó a frotar sus manos en mi espalda, me dijo que no me preocupara, que había tenido un día muy pesado y que necesitaba descansar. Le dije que tenía razón. Seguido de eso me dijo que igual el carro estaba... estaba... en la cochera.

Le pregunté, -¿El carro está en la cochera?. Y ella me respondió, -Si, el carro está en la cochera. -Siempre lo dejas allí.

En ese momento mi corazón comenzó a latir muy rápido y comencé a sudar. Le dije que me dejara ir a ver el carro, ella accedió y me dejó de abrazar. Abrí la puerta para entrar a la cochera y allí... allí... Estaba el carro, se veía impecable, sin ninguna rayadura.

Es más, estaba brilloso el hijo de su perra madre. Como si lo acabaran de limpiar, lo abrí y por dentro estaba igual. No tenía ningún maldito sentido, pero sin lugar a dudas... ese carro... ese carro... era nuevo.

Todo estaba en su lugar, pero definitivamente no era el mío. ¿Habrá sido Rodolfo?. De solo pensarlo me daba miedo, ese hombre pudo entrar a mi casa y dejar un maldito vehículo en mi cochera.

Le pregunté a Elena si había escuchado ruidos extraños en la casa por la noche o en la mañana. Ella lo negó, me dijo que cayó dormida como piedra. Y lo entiendo, pobrecita, no ha podido descansar por los dolores tan intensos que tiene.

Abrí la guantera para revisar si los documentos del vehículo estaban ahí y al abrirla había... había... había... mucho dinero.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Historias De Sombras y Lamentos #ganadorconcursodestiny2024mejorfinal🏆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora