Capítulo VI: 'En ese momento nada había cambiado...'

821 54 3
                                    

-No me puedo creer todo lo que me has contado, en serio tía...tu vida es de película-dijo Sonia a través de la cámara.

Habían pasado unos días desde que llegue y después de todo lo que me había enterado tenía ganas de contárselo a alguien y ella me invitó a hacer Skype aunque me hubiera gustado más contárselo en persona y que me hubiera agarrado la mano como siempre hacia para apoyarme.

-Ojala no fuera así...-dije pasándome la mano por el pelo.

-Pero no lo puedes cambiar... ¿tienes miedo de verlo, verdad?-preguntó sin quitar esa sonrisa que tanto extrañaba.

-Ahora más que nunca...-dije asustada.

En ese momento me sonó el móvil, lo cogí de la mesita de noche y cuando vi quien era sonreí.

-Bienvenida a la fábrica de mejores amigas... ¿qué desea?-dije riéndome mientras Sonia ponía morritos en la cámara.

-Deseo proponerle un plan para esta noche...-dijo Ana seguramente sonriendo- Hay una fiesta ibicenca, esta noche en el pueblo, la organizaron los chicos y Max hace tiempo y así sería como un tipo de bienvenida para ti, están deseando verte...-me explicó.

-Y yo también de verlos a ellos...

-¿Entonces vienes?-preguntó con miedo.

-Sí, voy a ir y luego podemos dormir en casa de mi abuela, si quieres...-dije invitándola.

-Pues claro, adoro a esa mujer...-dijo haciéndome reír- A las ocho paso a por ti ¿vale?

-Vale, hasta luego preciosa...-dije antes de colgar.

-¿Te vas de fiesta sin mi?...no me lo puedo creer-dijo Sonia haciendo pucheros.

-No sabes lo que daría porque estuvieras aquí...-dije sonriendo.

-Pronto nos veremos, no lo dudes...-dijo sonriendo.

-Ni la distancia ni el tiempo podrá con esto...

***

Estaba en casa de mi abuela, iba a arreglarme cuando mi abuela entró en la habitación que había ocupado desde que tenía uno de memoria.

-¿Qué tal todo mi niña?-dijo acariciando mi cara.

-Bien abuelita, te he echado de menos...-dije sonriendo.

-No me gusto que te fueras así cariño, y menos por lo que era...-dijo seria.

-Necesitaba irme, necesitaba hacerme un poquito más fuerte...

-Bueno ya ha pasado todo, ahora ponte preciosa y sal y comete el mundo mi niña...-dijo sonriendo.

-Gracias por todo...-dije abrazándola.

***

Estaba llegando a la piscina municipal donde se había organizado la fiesta cuando de repente paso una moto a toda velocidad y casi pillándome. En ella iba un chico con una chaqueta de cuero pero no me pude fijar en la cara.

Cuando estaba ya dentro, todo el mundo me saludaba y me felicitaba por el éxito en los conciertos que baile con grandes estrellas. Llevaba andando un rato cuando pude ver a Ana, Max, Sergio y Carlos. No dudé en correr saludarlos, cuando Max me vio abrió sus brazos en señal de que fuera a abrazarle y así hice. Nunca lo dije pero él fue mi mejor amigo, estuvo siempre a mi lado a pesar de que su amigo también fuera Eric, y como lo había echado de menos, chaval.

-No sabes lo que te he echado de menos...-susurré en su oído mientras lo abrazaba.

-Yo también enana, estas preciosa...-dijo mirándome.

-Te tengo que pedir disculpas, porque no estuve cuando me necesitabas, siento que todo haya cambiado...-dije triste.

-Ana me ha contado todo, y no hacía falta porque yo sabía que tendrías una buena razón para no estar aquí...-dijo sonriendo.

-¿Lo echas de menos, no?-dije sonriendo.

-Sí, aunque a veces hablamos y quedamos pero no es como antes...siento que poco a poco voy perdiendo al que siempre fue mi hermano...-dijo triste.

-Veras como no, él será lo que sea pero siempre ha sido una persona con dos dedos de frente y seguro que se da cuenta de que no puede estar sin su mayor apoyo...-dije sonriendo.

-¿Y tú lo has echado de menos?-dijo haciéndome borrar la sonrisa.

-Cada día de estos dos últimos años...

***

Después de hablar con Max, saludé a los chicos y no pude no reírme, los había extrañado tanto. Me contaron todo lo que había pasado con ellos estos años y parecía que había sido ayer todo. Estábamos sentados en la piscina con los pies metidos...hablando, riendo, hasta llorando. Cuando paso algo que supuso un antes y un después en esta historia. No paraba de reír con lo que estaba contándome Sergio cuando escuché una voz que me hizo recordar.

-Bro... ¿qué tal?-dijo acercándose a Max que estaba de pie.

-Muy bien...-dijo este.

Yo estaba de espaldas por lo que no podía verme la cara. Los chicos se levantaron a saludarlo y estuvieron hablando en un corro durante un rato. Ana se me acercó y me dio la mano para ayudarme a levantar porque sabía lo que estaba pasando.

-Ana ¿qué hago?-dije en un susurro.

-Enfrentarlo como siempre has hecho...-dijo apretando más fuerte mi mano.

Entonces Ana me dejó sola y se unió al corro. Me di la vuelta y no tardó ni dos segundos en mirarme, y sentí que en ese momento nada había cambiado, que no había pasado el tiempo, ni que había habido distancia de por medio, solo estábamos nosotros.

Y me acerqué al corro donde estaban todos y entre ellos él que no apartaba la mirada de mí.

-Hola...-dije mirándolo a los ojos asustada.

-¿Has vuelto?-dijo mirándome.

-Ya era hora de volver a casa...-dije agachando la cabeza.

-¿Podemos hablar...a solas?-dijo tomando mi mentón para mirarle.

CONTINUARÁ...

La casualidad más bonita de mi vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora