Capítulo IX: 'Nunca es tarde para volver a intentarlo...'

778 55 2
                                    

-¿No habíamos quedado en no acercarnos?-preguntó soltándose de mi agarre.

-¿Quién es Dani?-dije volviendo a formular mi anterior pregunta.

-No creo que te interese mucho quien sea...-dijo mirándome a los ojos.

-¿Por qué dices eso?-pregunté dolido.

-Tú mismo lo dijiste que te habías olvidado de mí, que no te interesaba nada que tuviera que ver conmigo...-dijo con cierta tristeza en sus palabras.

-Es solo que tengo curiosidad...-me excusé- Parece como si fuera realmente importante para ti...-dije refiriéndome a el tal Dani.

-Pues sí, lo es...-dijo cruzando sus brazos- Él me ayudó cuando peor lo pasé, el me sacó sonrisas cuando todo eran lágrimas...él me ayudó a ver que una nueva vida me esperaba...-dijo sonriendo.

-¿Se enamoró de ti, verdad?-pregunté sonriendo.

-¿Qué te importa?-dijo extrañada.

-Me importa más de lo que crees...-dije sin saber cómo eso había podido salir de mi boca.

-Sí lo hizo...-dijo en un susurro-Pero desde el primer momento yo le deje las cosas claras, es decir, que yo no podía verle de la manera en la que él me veía...-explicó.

-¿Por qué?-dije intrigado.

-Porque no puedes querer una persona cuando ya quieres a otra...-dijo mirando mis ojos.

-¿Esa persona era yo?-dije acercándome a ella.

-N-no...-dije nerviosa por mi cercanía.

-Sigues sin saber mentir...-dije sonriendo mientras tomaba su mentón entre sus manos.

-Y tú sigues sin saber dejar tu orgullo atrás...-dijo dejándome en aquel lugar solo.

Y como siempre, hoy no iba a ser menos cuando estaba a unos metros de mí, se giró y me miró por última vez pero no me dedicó ninguna sonrisa. Cuando estábamos juntos y nos despedíamos siempre lo hacía con la única diferencia que su rostro era feliz y que ahora solo había rencor.

Y de eso solo yo tenía la culpa, nada ni nadie...solo yo. Ella vino dispuesta a cambiar mi vida, a cambiar mi corazón...ella vino dispuesta a quererme de nuevo.

¿Y yo que hice?

Apartarla de mi lado, volver a tratarla como la peor persona del planeta cuando era el mejor ser del mundo...ella era demasiado buena para mí.

***

Habían pasado varios días desde que Ainhoa y yo hablamos. Y no sé porque pero sentía un vacio que no dejaba mi cuerpo. No podía sacarla de mi mente, de mi cabeza pero lo peor de todo es que no podía sacarla del alma...de mi corazón. Y si podría ir a buscarla pero soy un orgulloso de mierda, demasiado cobarde para ir y decirle te quiero mirándola a los ojos como tantas veces he hecho.

Pero ahora las cosas habían cambiado, yo me había vuelto un idiota y ella una mujer de los pies en la cabeza, que tenía las cosas claras y que no soportaba todo lo que antes soportó.

Estaba sentado en la calle tocando la guitarra, cuando alguien poso su mano en mi hombro. Mire hacia arriba y ahí estaba mi amigo, que digo mi amigo, mi hermano...le debía tanto. En los últimos meses no es que me hubiera comportado como tal pero él era de las personas que sacaba al anterior yo...al Eric que todo el mundo quería. Y a pesar de todos los rechazos que le había hecho, seguía aquí, seguía aquí sin pedir nada a cambio...

-¿Todo bien?-dijo sonriendo.

-Digamos que si...-dije intentado sonreír.

-¿Cuándo vas a reconocer que te sigues muriendo por ella?-preguntó mirándome a los ojos.

-Sabes que mi orgullo llega al cielo...-dije serio- Es mejor así...¿para qué condenarla a un idiota como yo?

-A ella no le importaría que lo hicieras, ella te quiere Eric...nunca ha dejado de hacerlo y te lo digo porque lo primero que hizo al verme fue hablarme de ti...-dijo haciéndome sorprender.

-A veces me gustaría volver a ser el chico de antes...-dije sincero.

-¿Y por qué no lo haces?-preguntó esperanzado-Eso solo está en tus manos...

-Es difícil volver a sonreír cuando hay tanta mierda dentro de mí...

-Tienes al lado la llave para abrir de nuevo ese corazón...-dijo sonriendo-Habla con ella Eric...

-Me recuerdas tanto a mi madre...-dije recordando-Cuando mi madre murió le prometí que iría a buscarla, que le haría ver que era mía y que nuestro destino era estar juntos...y le fallé como me fallé a mí...-dije triste.

-Nunca es tarde para volver a intentarlo...

-Para mí hace tiempo que se hizo tarde...-dije mirando mi guitarra-¿Y tú que tal con Ana?-dije cambiando de tema.

-Cada vez mejor...No me puedo quejar-dijo sonriendo.

-Odio esa sonrisa de tonto enamorado...-dije dándole un golpe en el hombro.

-Oye que yo también te tuve que soportan así...-dijo haciéndose el indignado-Mañana es su cumpleaños, y quería hacerle algo especial esta noche...-dijo pensativo.

-Si quieres puede llevarle serenata con mi guitarra...

-¿Cómo no se me había ocurrido antes?-gritó emocionado-Eres el mejor amigo del mundo...-dijo abrazándome pillándome descuidado-Pero me tienes que acompañar, yo no sé tocar la guitarra, tú la tocas y yo canto...

-¿Me vas a hacer ver a Ainhoa?-pregunté con una ceja levantada.

-Si no lo hubiera hecho yo, hubieras puesto cualquier excusa para verla...-dijo sonriendo.

-Estoy deseando de que llegue esta noche...

CONTINUARÁ...

La casualidad más bonita de mi vida (II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora