Pensé que se solucionaría

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Nick y María habían hablado conmigo, seguro que para ellos resulto difícil tratar de convencerme, pero de los dos, María fue la que más me hizo entrar en razones, darme cuenta que realmente no podía separar a dos amigas tan unidas y que realmente yo no había sido claro con las cosas que quería de Tamara. 

Entonces en este momento me encontraba en mi auto dirigiéndome a la casa de My modern lover, con todas las esperanzas de que me perdonara y volviera conmigo, frene en un semáforo que se encontraba de color rojo y observe el cielo, ninguna estrella brillaba, tal cual nuestra primera cita, recuerdo aún como ella había cambiado la letra de la canción Black Treacle. Ahora solo esperaba que me perdonara y todo se solucionara de una vez. 

Me encontraba frente a la puerta del edificio, toque el timbre varias veces y nadie contestaba, decidí llamarla al celular, pero nadie atendía, observe la puerta y noté que estaba mal cerrada. Entre y subí las escaleras ya que en ascensor se encontraba fuera de funcionamiento. Una vez frente a su puerta tome aire y con mis pulmones llenos toque la puerta, solté el aire despacio y tome valor. 

Escuche como la cerradura de la puerta hacia ruido hasta que logre verla a ella. 

-Hola- Dije tímidamente y haciendo un gesto de saludo con la mano. 

-Hola- Dijo ella. 

-¿Puedo pasar?- Di un paso al frente y pude notar que ella no estaba sola, un joven se encontraba con ella. 

-Por supuesto- Abrió más la puerta y pude ver que ese chico era totalmente desconocido para mi. 

-Estas ocupada, mejor paso mañana y desayunamos- 

-De verdad si quieres pasar puedes, no estoy ocupada en absoluto- 

-No, mejor mañana- Le di un beso en la mejilla y me fui con un profundo dolor en mi corazón. 

-No estoy ocupada, podrías hablar conmigo si realmente quisieras- Sus palabras resonaron en mi mente. 

-No lo hago porque tienes visitas importantes, pizza, cerveza y postre... Parece una reunión importante- le dije a medida que avanzaba por el pasillo hacia la escalera. 

-Después es María la culpable, tu no sabes lo que quieres y cuando lo sepas quien dice que yo ya estaré muerta- 

No le respondí, pues alcance a escucharla pero el nudo que se alojaba en mi garganta no me dejaba hablar con claridad y rudeza. 

Una vez estuve dentro del auto mi mente no dejaba de imaginarse cosas, ¿Quien podía ser ese chico? ¿Tan rápido logro que ocuparan mi lugar? No me imagine nunca que Tamara fuera la clase de chica que termina con el novio y ya tiene uno nuevo, pero lo vi, ese chico estaba ahí sentado, ella ni siquiera se preocupo en presentarme lo. Por lo menos una mentira, una mentira podría soportarla más que la idea de que ya me suplanto. 

Una mentira de esas que nunca te enteras la verdad y aunque sea un engaño en la pareja, resultó ser un engaño para bien y no para mal, ahora las cosas habían empeorado y mi corazón se sentía cada vez peor. 

Mañana pasaría por ella para hablar igual. 

Tamara PDV: 

Lo vi alejarse por las escaleras, no me dijo más nada o yo no llegue a escucharlo. 

Justo ahora tenia que venir, justo hoy y justo el día en que viene a visitarme mi mejor amigo de la infancia, con el cual hacia mucho tiempo que no hablaba. 

-¿Quien era?- Pregunto Santiago. 

-Alguien que me hubiese encantado presentarte- 

-¿Y porque no lo has hecho?- Se levanto del sofá antes de que yo llegara a sentarme. 

Extraño Destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora