Al día siguiente, al buscar en mi bolso algo de calderilla para ver si podríamos completar un trozo de pan, encontré sólo mi labial. Rojo.
Lo que me dio una idea.
Cuando te fuiste a trabajar, aproveché y saqué mis pinturas. ¿Qué más daba? Comencé a aplicarme el colorete y la base viéndome en la fuente del parque.Al termino de la pintura, me vi de nuevo, y era una triste imitación de payaso.
Pero bastaba.
Guardé mis cosas en el bolso, y sin saber muy bien que hacer, me dirigí a la primer calle con semáforo que me topé. Era mediodía y el tránsito era enorme.
Tragué saliva.
Y corriendo me coloqué en medio de ambas filas de coche. Intentaba ignorar las miradas. Intentaba ignorar los susurros, y todo lo que pude hacer fue bailar y tararear una canción forzándome a gritar casi. Bailar con los ojos cerrados. Seguro mi rostro estaba rojo de la pena.
Sin embargo, cuando abrió los ojos, y extendí mi mano a las ventanillas, varias monedas, incluso algún billete pude sentir. Sonreí complacida, y estaba por colocarme de nuevo en mi sitio cuando un mareo me abordó. Solté un resoplido y caminé de nuevo al parque. Conté lo que había recibido y vi que nos alcanzaba para comer.
Salí lo más rápido que pude al parque donde estabas y al verte sonreí; intentabas fotografiar a un pequeño. Lo lograste, y se te fue recompensado con un dólar.
Cuando me miraste tu expresión fue de asombro. Me apené de nuevo al recordar como estaba maquillada, e intenté despintarme.
—Aguarda, no te muevas —me ordenaste. Te miré sin entender—. Sonríe y di "te quiero"Mordí mi labio, conmovida, y asentí.
—Te quiero —sonreí mientras el flash de tú cámara me cegaba por pocos segundos.
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Mi fotógrafo #1
Historia Corta«Te miro, y me sonríes. Sé que te esfuerzas por hacerlo. Sé que es difícil vivir conmigo. Sé que no recuerdas nuestra boda. Ni mí nombre. Pero no te preocupes, Yo puedo recordar, vivir, y amar por ambos» Precuela de la historia: Mi mus...