Pretty Harry - LARRY

Capitulo 4

Zayn lo había seguido hasta el bar, invisible, arropado por las sombras de la noche. Desde una de las cristaleras que daban a la calle, lo había visto subir al piso de arriba con un hombre que le había palmeado el culo y, al rato con otro, que había hecho exactamente lo mismo. No se había atrevido a entrar en el local, al ver con sus propios ojos la verdad de las palabras del novio de su madre: Harry se prostituía en aquel sitio. Era obvio, por los indecentes tocamientos que aquellos hombres le hicieron antes de subir con él, y que Harry no sólo consintió, sino que los había mirado provocativamente. A Zayn le habían dado ganas de vomitar.

Cuando había llegado a casa, la noche anterior, John lo había estado esperando. En cuanto el muchacho cruzó la puerta, el hombre se había abalanzado sobre él, abofeteándolo al tiempo que le preguntaba si era cierto que había estado con un chapero en el Nancy's Team. Por supuesto, Zayn lo había negado, pero el novio de su madre le había mostrado el mensaje del móvil que le había enviado uno de sus amigos, con una foto de él y Harry en la puerta del bar. Por lo visto, ese amigo los había visto dirigirse hacia el local y se había apresurado a informarle de las compañías y los lugares que frecuentaba Zayn. El muchacho sollozó tratando de explicar que Harry era sólo un compañero de clase y que aquella era la única vez que había entrado en el bar, al tiempo que esquivaba los puños de John, quien furioso, estaba descargando sobre él. Incluso su madre lo había golpeado profiriendo insultos que Zayn jamás hubiese imaginado que salieran de su boca. Después de la paliza, lo habían encerrado en su habitación, prohibiéndole ir a la escuela nocturna hasta que John no hablase con el director para pedir que echara a ese "puto maricón chupa penes" si no quería que la noticia de la clase de gente que admitía en su escuela acabase publicado en el periódico local. Zayn había llorado largo y tendido sobre su cama antes de tomar la decisión de comprobar por sí mismo todas aquellas acusaciones o, en todo caso, preguntarle directamente a Harry; pero todo había sido confirmado en el momento en que lo vio subir y bajar con ambos tipos.

Se había vuelto hacia su casa de la misma forma sigilosa con la que se había escapado y, después de meditar un rato sobre lo que había presenciado, decidió que no le importaba cómo se ganaba la vida su amigo. Harry seguía siendo un buen chico, follase con hombres por dinero o no. Necesitaba hablar con él. Tenía que contarle lo que John planeaba con respecto a su expulsión de la escuela.

Entró en el bar y se dirigió hacia la barra; pero al pasar por el reservado, vio a su amigo completamente dormido con la cabeza apoyada entre sus brazos, sobre la mesa. El barman le había hecho señas para que no lo despertase, pero Zayn había estado tan deseoso de hablar con él que ignoró al hombre y sacudió el hombro de Harry, quién levantó la cabeza sobresaltado.

- Siento haberte asustado, Harry- se disculpó su amigo sentándose en una silla, frente a él, manteniéndose entre las sombras- pero necesitaba hablar contigo.

- ¿Zayn?- preguntó el muchacho restregándose los ojos para poder enfocar bien.- ¡Oh, Zayn!- exclamó esbozando un sonrisa - ¿Estás bien? Estaba preocupado por ti. Faltaste a la clase.

- John me... castigó- le dijo titubeando.

- ¿Por llegar tarde?

- Porque me vieron contigo.

Harry guardó silencio por unos segundos, tratando de digerir las palabras de su amigo. Sus ojos buscaron los de Zayn, pero el rostro de éste estaba cubierto de sombras y no pudo distinguir sus facciones.