Capitulo 9

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- ¡Policía, abran la puerta!

John abrió los ojos desorbitados por el sobresalto que le habían causado los furiosos golpes en la puerta de madera. Su corazón latía totalmente desbocado en su pecho y su cabeza le amenazó con estallar de dolor. Se dobló en dos y vomitó todo cuanto tenía en su estómago, sobre el suelo, antes de fijar su mirada sobre la habitación en la que se encontraba. No la reconoció en un principio. ¿Dónde demonios estaba?

Un gemido ronco le hizo girar la cabeza, provocándole mareos, y allí, sobre el suelo a su lado, se encontró con la cabeza de su amigo Travis; quién también se había despertado con los fuertes golpes.

- ¿Qué pasa? ¿Quién está derribando la casa?- preguntó Travis incorporándose sobre sus codos.

- No lo sé. ¿Dónde demonios estamos?

- En casa de Stúart, creo- respondió su amigo mirando a su alrededor.- ¡Joder! Menudo pedo nos hemos cogido ¿no? ¿Qué coño eran esas pastillas que nos dio Bryan?

- Ni idea, tío- negó John- Pero me siento como una mierda.

- ¡Les habla la policía! ¡Abran la puerta o la derribaremos!

- ¿La policía?- preguntó John despejándose del todo.

Los agentes no esperaron ni un minuto más a que les abriesen la puerta, derribándola de una fuerte patada y entrando en la vivienda con sus armas preparadas para cualquier eventualidad. Tanto John como Travis se levantaron del suelo, con las manos en alto y fueron rodeados rápidamente por dos de los uniformados hombres de la ley. Otros tres, entre ellos una mujer rubia con cara de "dame motivos, y te vuelo los sesos" entraron en la casa y se apresuraron a recorrer las distintas estancias, pateando puertas y apuntando al frente con sus respectivas pistolas reglamentarias. Al entrar en uno de los cuartos, el agente lanzó una maldición antes de llamar a su superior.

- ¡Fiuuu!- silbó el policía- ¡Joder! Será mejor que vea esto, jefe.

El aludido bajó su arma, que había estado apuntando directamente al pecho de John, y se apresuró a llegar hasta su subordinado. La mujer policía sustituyó a su superior.

- ¡Mierda!- Exclamó el hombre, horrorizado. Después se giró hacia el otro policía- Pide una ambulancia, Carl... y llama al equipo forense.

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Los cuatro coches de la policía, con sus luces parpadeantes, junto con las dos ambulancias que se personaron en el lugar, crearon una expectación entre los vecinos, que se habían concentrado ante la puerta de la casa. La policía había acordonado la zona, impidiendo que cualquier curioso pudiese entorpecer su labor. Poco después, llegó una unidad móvil de la televisión, acosando y preguntando a todos los vecinos a la búsqueda de la noticia.

Zayn se había aferrado al brazo de Louis tan fuertemente que el hombre tuvo que reprimir un gesto de dolor; sin embargo, no le dijo nada, ni trató de apartar al muchacho. Él sabía que estaba completamente aterrorizado por lo que la policía hubiese encontrado allí.

Había movido todos sus hilos para conseguir que la policía fuese a buscar a Harry en casa de Zayn, y cuando no hallaron restos del muchacho allí, había conseguido que los agentes interrogasen a la madre del chico para localizar a sus amigos. Habían ido a la casa de Travis, el mejor amigo de John, en primer lugar, pero no había nadie allí. Aquella era la tercera casa que visitaron y, para consternación y alivio de Louis, la policía los había encontrado. Sin embargo, el hecho de que aún no hubiese salido nadie de la casa, que dos ambulancias (y en una de ella venía el equipo forense) y el acordonamiento de la zona, le hizo sospechar que habían llegado demasiado tarde. Él mismo estaba a punto de derrumbarse, sólo que la presencia de Zayn lo contenía: tenía que ser fuerte por los dos, pese a que los remordimientos y la culpa lo corroían por dentro.

Pretty Harry - LARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora