Pretty Harry - LARRY

Capitulo #1

Zayn Malik miró su reloj de pulsera sólo para ver, horrorizado, que hacía un buen rato que había pasado la medianoche. John se pondría furioso por aquella lamentable infracción y, probablemente, lo golpearía cuando llegase a casa. ¿Cómo demonios se había entretenido tanto? La escuela nocturna a la que iba para sacarse de una vez por todas, el graduado escolar, hacía más de una hora que había cerrado sus puertas y él, aun sabiendo que no sería prudente otro retraso en aquella misma semana, había aceptado tomar un café con Harry, uno de sus compañeros de clase, en el Nancy's Team, un bar gay situado a pocas manzanas de la escuela. Zayn y Harry habían hablado de los últimos exámenes que habían hecho, además de la mutua animadversión que ambos jóvenes tenían hacia el profesor de historia, el señor Summer. La conversación había sido fluida, plagada de cómicas burlas dirigidas al educador y ni una sola vez se había acordado de comprobar la hora. Un fatal error.

Harry notó el nerviosismo de su amigo y levantó una ceja interrogante en su dirección:

- Pareces incómodo.- le dijo- ¿no te gusta el bar?

- Mmm- contestó tragando el café que había retenido en el interior de su boca, mientras negaba con la cabeza- No es eso. El bar está bien. Es que... me temo que se me ha hecho muy tarde.

- ¡Tío!- exclamó Harry- ¡No me digas que tienes hora de llegada a casa! ¡Pero si ya tienes casi dieciocho!

- Lo sé, pero me temo que mientras viva en casa de mi madre y del idiota de su novio tengo que obedecer sus estúpidas reglas.

- La familia es un asco.- se quejó Harry.

- ¡Dímelo a mí!- respondió Zayn encogiéndose de hombros. Apuró su taza y la dejó precariamente sobre el plato que estaba encima de la barra- Tengo que irme.

Se metió la mano en el bolsillo del pantalón y sacó algunas monedas, que puso sobre el mostrador.

- Te veo mañana- lo despidió su amigo.

- De acuerdo. Oye, cruza los dedos por mí: espero haber aprobado el examen o mi madre me echará de casa. Ya es la segunda vez que suspendo.

- Encenderé una vela a san Pancracio (santo patrono de lo imposible), pero yo que tú me buscaba una calentita caja de cartón para poner bajo un puente... por si acaso.

- Gracias por darme ánimos- se rió Zayn mientras que se dirigía hacia la salida.

- Para eso están los amigos- se burló el otro joven, alzando la mano en señal de despedida.

Al pasar junto a los reservados, Zayn notó un escalofrío recorrer su espalda, al tiempo que se le erizaban los pelos de la nuca. Alguien lo observaba. Había tenido esa misma sensación cuando entró en aquel sitio, pero como Harry lo había distraído con su alegre cháchara, no había pensado más en ello. Ahora, la sensación lo atravesó de lado a lado.

Miró hacia el lugar y vio a un hombre sentado en la penumbra, con un vaso casi vacío en sus manos y que miraba hacia la barra. El hombre alzó sus ojos hacia él y, por un momento a Zayn le pareció que lo miraba casi con odio; pero después, los ojos del desconocido volvieron hacia el frente, ignorándolo por completo.

Zayn sacudió la cabeza, confundido por la mirada del hombre. Nunca antes había entrado en un bar gay, a pesar de que el Nancy's Team estaba a pocos metros de la escuela. Él no era gay, aunque sospechaba que Harry sí lo era y, aunque él jamás se lo había dicho abiertamente, sus ojos parecían gritarlo a los cuatro vientos. Sí. Zayn sospechaba que le gustaba a Harry y él, desgraciadamente, no podría corresponderle con el mismo sentimiento. Harry era un buen chico. Zayn no sabía mucho de su vida personal, porque el muchacho era muy reservado con respecto a su intimidad, pero la forma en la que le hablaba, le miraba y le sonreía, decía de Harry que era un muchacho dulce y tranquilo.