Capítulo 16

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Había pasado toda la mañana en compañía de su tía-abuela Priscila, saltándose las clases con sus tutores. Ella había programado una visita guiada por la sede de "Styles Company" para mostrar al chico el legado que, por derecho, le pertenecía. Ella le explicó que la "Styles Company" trabajaba en completa asociación con la "Styles Empire", que eran las multimillonarias empresas que le pertenecían a ella y al resto de la familia. Éstas abarcaban prestaciones de todo tipo, como hostelería, servicios legales, transporte y comercio, construcción... todo un emporio que había catapultado a los Styles a una escala social y económica que muy pocos podían alcanzar.

Y una de esas grandes empresas le pertenecía.

El enorme edificio de oficinas tenía cincuenta y dos plantas y la tía Priscila tenía toda la intención de llevarlo por todas ellas, explicándole qué hacían cada cual y quiénes eran los distintos directivos y encargados de ellas. Harry la escuchaba atentamente tratando de asimilar toda aquella información pero a media mañana ya estaba mareado y su cabeza comenzó a palpitar de dolor.

- Ven, vamos Edward- le había dicho su tía- Será mejor que vayamos a comer algo. Te veo pálido ¿estás bien?

- Estoy cansado y me duele la cabeza- admitió él, pasándose las manos por el pelo como si así quisiera aliviar el dolor.

- Te daré algo para eso. Ahora será mejor que comas algo.

Bajaron a la planta doce, en dónde había una cafetería. Era allí en dónde los empleados de "Styles Company" comían en sus horas de almuerzo y estaba atestado de gente que hablaba, reía y probaba los diferentes platos que componían el buffet. Toda aquella algarabía no hizo más que trastornar aún más a Harry, que sentía cómo todo su cuerpo se estaba preparando para colapsar allí mismo. No sabía qué era lo que andaba mal en él, pero desde lo de su "accidente" (como la tía Priscila había insistido en llamarlo) no había logrado coger más peso, estaba más cansado, los dolores de cabeza solían ser cada vez más frecuentes y... a veces le costaba hasta respirar. Sentía como si una garra de acero le comprimiese el corazón y el pecho, ahogándolo. Era doloroso, pero no se sentía como un dolor físico exactamente. Él no sabía cómo describirlo, ni siquiera podía darle un nombre.

Bueno, un nombre sí: Louis Tomlinson.

Vivía obsesionado con él, soñaba con él, se despertaba con su imagen en las retinas como si él estuviese presente. Lo veía en cada rostro, en cada hombre que se acercase a él... un color de pelo idéntico, unos ojos parecidos, una estatura y unos andares similares... todo cuanto le rodeaba le gritaba el nombre del abogado. Y él se iba consumiendo poco a poco por él.

- ...y claro, tendremos que enviarle una invitación, porque eso sería lo correcto. ¿Te dijo él si vendría?

- ¿Qué?

Harry no había sido consciente de lo que su tía le estaba diciendo. Sólo escuchaba su tono de voz, sin prestar atención alguna en sus palabras, perdido como estaba en sus propios pensamientos, así que la pregunta lo pilló con la guardia baja.

- Te he preguntado si tu amigo vendrá a la fiesta.

- ¿Qué amigo?- Harry sacudió la cabeza tratando de centrarse en lo que Priscila Styles le estaba preguntando.

- Zayn, tu amigo Zayn. ¿vendrá a la fiesta?- La mujer lo miró con impaciencia, levantando una ceja interrogante y aparentando que no se había dado cuenta de la total distracción de su sobrino.

- Creo... creo que sí- titubeó inseguro de que aquella fuera la respuesta correcta.

- En ese caso, enviaré a Sebastián a su casa para que le dé una invitación.- asintió la mujer- ¿Ambos amigos tuyos van a venir? Porque en ese caso tendré que enviar dos invitaciones o no los dejarán pasar los guardias de seguridad.

Pretty Harry - LARRYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora