Alberto POV.
Después del fiasco de mi tienda de fotos para animales, Segismundo se volvió a comunicar conmigo para decirme que su hermano Segisfredo quería hacer tratos conmigo. Le pregunté donde podía encontrar a Segisfredo y él me dijo que en la otra esquina. Caminé hasta la otra esquina y encontré a otro vago de la calle.
-Disculpe, ¿es usted Segisfredo?
-Si, soy yo, tu padre...
-¿Qué?
-Sólo estaba bromeando.
Alberto entornó los ojos.
-Su hermano, Segismundo, me dijo que usted podría ayudarme con un nuevo trabajo.
-Si, puedo ayudarle... sígame.
Seguí a Segisfredo hasta un local medio abandonado, era más grande que el que tenía Segismundo y si tenía ventanas. Sólo había una silla pero al menos no estaba vacío como el anterior.
-Usted puede trabajar aquí, -me dijo Segisfredo -pero con una condición.
-¿Cuál?
-Vas a vender quesos y me darás uno diario.
-¿Está bien?
Desde ahora trabajaría en una quesería a la cual tendría que ponerle Segis-quesos a petición de Segisfredo.Les dije a Caca, Paca, Vaca y Laca que fueran por toda la ciudad repartiendo volantes de Segis-quesos, también vestí a Cosa 1, Cosa 2, Tenedor y Dfca de mini quesitos y ellas también fueron con sus hermanos. Entre más propaganda, mejor.
Caca POV.
Mi papá está medio loco, piensa que con unos volantes hechos a mano va a convencer a las personas de comprar sus asquerosos quesos. A mi hermana Paca le gustan pero yo no puedo decir nada porque odio el queso. Hace un calor infernal y nosotros seguimos caminando sobre el ardiente asfalto pero eso no es lo peor. Tengo que cargar a mi hermanita menor Tenedor vestida de mini queso, ella pesa un montón, ¿qué es lo que le dan de comer? ¿Piedras?
Y como si fuera poco, mi hermana Cosa 2 no quiere parar de llorar porque la tonta de Vaca la estaba cargando y la dejó caer. Ahora sólo da gritos y alaridos por toda la calle. Laca dice que eso es bueno porque así llamaremos la atención de las personas. La verdad es que no me gusta llamar la atención.
Mi garganta ya se está cansando de gritar siempre lo mismo, las especialidades de la quesería: "queso frito! Queso asado! A la plancha! Horneado! Pastel o helado de queso! Queso azul, verde, rojo, morado y rosado! Queso holandés, sueco, español, colombiano y alemán! Queso Ártico! Queso polar! ¡Hay quesos de todos los sabores! ¡Ácido, amargo, dulce y salado! Venga y compre ya a Segis-quesos!"Me parece que necesitamos un parlante y una grabadora con un cd que diga toda esa pastoral, en cambio tenemos unos papeles donde está anotado eso por si se nos olvida pero como no podemos coordinarnos para decirlo al mismo tiempo entonces suena un poco raro. No se porqué tenemos que seguir haciendo esto, lo que yo veo es que todas las personas entran a sus casas y cierran las ventanas y las puertas cuando nos ven llegar y a los que logramos darle el volante, lo arrojan en la basura. Mi papá y mi mamá deberían hacer este horrible trabajo no nosotros. Aparte, no se que es lo que tienen estos volantes que están tan pegajosos...
Myndí POV.
Queso? Dios mío, es que a Alberto no se le acaban las ideas? Tengo que idear un plan para acabar con esos odiosos quesos. Este trabajo no puede tener éxito o mis hermosos planes se arruinarían. Menos mal que soy más inteligente que Alberto y acabo de diseñar una manera de arruinarle su negocio que me saldría perfecto, esto simplemente no puede fallar.
Fui a Segis-quesos, que nombre tan raro para una quesería por cierto, y cuando Alberto estaba en el supermercado, desconecté la nevera donde estaban los quesos. No pude evitar comerme un pedazo de queso colombiano, dos de queso morado, uno de queso frito y otro de queso polar, estaban deliciosos. Después, infecté el resto de los quesos con salmonella, Alberto no podrá nunca con mi ingenio. Intenté reírme como Maléfica pero no me salió bien, mejor me voy de aquí.
Alberto POV.
Llegué muy feliz a Segis-quesos, las especialidades de la quesería son exquisitas, nadie puede resistirse a ellas. Seguro que con este negocio prosperaría. Cuando entré me lleve una desagradable y terrible noticia. Todos los quesos estaban dañados, qué fue lo que salió mal? Salí a contárselo todo a Segisfredo, él no se vio enojado ni triste ni siquiera un poquito molesto pero me echó que la quesería y me dijo que no regresará jamás. Increíble. Yo, el gran Alberto, despedido por el vago de la segunda esquina. Simplemente, genial.
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Una familia numerosa
HumorAlberto Cabrera, un hombre solitario y exigente pensó que con sólo chasquear sus dedos conseguiría una esposa, pero no fue tan sencillo. Myndí Amaya: la única mujer dispuesta a cumplir los altos requerimientos de Alberto. Una química que crecerá s...