En un parque de agua...
Cecilia POV.
Hoy decidimos ir a un parque de agua y dejar a los niños con los padres de Bárbara, sin embargo para nuestra desgracia vino Myndí con unas ropas de padre y señor mío, se veía tan ridícula que a todos el solo hecho de caminar a su lado nos daba pena ajena y recibíamos unas miradas matadoras. Durante TODO el camino Myndí no dejaba de molestar porque siempre decía que estaba mareada o que hacia mucho calor y no paraba de insinuársele a Pablo o a Maximiliano, afortunadamente para mi Samuel iba manejando aunque en algunas ocasiones eso no la detenía y comenzaba a manosearlo, así que todas tomamos la decisión de darle un mareol que básicamente la droga y la duerme. Después de darle esto se fue durmiendo sin molestar todo el viaje.
Inés POV.
Horas después...
Por fin llegamos al parque después de habernos aguantado a Myndí y sus ronquidos durante todo el recorrido. Luego fuimos a los vestidores todas nos pusimos nuestros vestidos de baño y nos estábamos aplicando bloqueador cuando Myndí salió del baño con su "vestido de baño" que mas bien parecía como si un señor gordo y peludo hubiera entrado en el cuerpo de ella, nunca entenderé a Myndí y sus locos vestidos de baño porque solo se le ocurre a ella tener vestidos de baños del sistema digestivo, de huesos, tiburón y ahora de un señor gordo. Después de ponernos bloqueador fuimos a ver primero los animales que había, pues este lugar también contenía un zoológico adentro. Sin embargo, al preguntarle a un señor donde habían animales terminamos en el serpentario pero al perecer a Cecilia no le agrado mucho porque no quería entrar y se colgó de Samuel como un mono.
-Ayyyy no, yo ahí no entro ustedes saben que las serpientes no me gustan. – dijo Cecilia con mucho miedo en sus ojos
-Tranquila Ceci, yo me quedo contigo, vayan y entren ustedes. – dijo Samuel abrazando a Cecilia y tratándola de calmar
Cecilia POV.
-Si ves, esa serpiente me mira como si me quisiera comer – dije abrazando a Samuel más fuerte, si es que era posible porque al parecer le estaba dejando sin aire.
-Ceci...uhhh... no puedo respirar, – dijo Samuel y de inmediato de disculpe y lo solté, luego Samuel soltó la risa y me abrazo una vez más dándome un beso en la cabeza. – Ceci, pero si la pobre serpiente ni te está mirando, además la pobre no pude salirse de donde está. – dijo Samuel riéndose.
Después de unos minutos todos salieron y por fin nos fuimos de ese lugar. Nos dirigimos al primer tobogán el cual eran con flotadores de cuatro personas, puesto que nosotros éramos ocho a una pareja le tocaba irse con Myndí y Alberto, así que hicimos piedra, papel o tijera y la que perdiera le tocaba irse con Alberto, y gracias a mi mala suerte pues yo me lo gané y a Samuel y a mi no tocó irnos con ellos. Mientras que hacíamos la fila Alberto miró a su alrededor y le pareció gracioso fingir que era estadounidense y comenzó a hablarnos en inglés pero al parecer Myndí no entendió que hacia o que estaba diciendo.
-Don't you think it's really hot in here? Or is it just me? – Preguntó Alberto mirándonos a todos, pero solo Myndí le respondió.
-¿Qué es lo que dices? ¿Por qué hablas en chino mandarín conmigo? ¿Acaso me ves cara de asiática? – dijo Myndí gritando y llamando la atención de todos, que vergüenza. Sin embargo, después todos nos comenzamos a reír de la sandez que había dicho Myndí.
-Myndí primero no le hagas caso a Alberto solo quiere lucirse en frente de todas estas personas, segundo el idioma que habló no fue chino mandarín sino inglés y tercero no existe un idioma llamado chin mandarín. – dijo Inés tratando de contener la risa.
Unos minutos largos después por fin nos subimos a los toboganes y al salir no pude evitar notar que Myndí no se había quitado el maquillaje para montarse en los toboganes así que cuando salió toda su cara parecía como de un payaso, pero no le dijimos nada porque nos pareció muy gracioso. Después de subirnos en varios toboganes Myndí como siempre con sus comentarios tontos y sin sentido comenzó a creerse maestra de las matemáticas ya decir sandeces, un hombre que estaba detrás nuestro, que nos hicimos amigos con el y se llama Sirob Martínez, era matemático y le dio una lección a Myndí desde como sumar hasta las teoría de Stephen Hawking aunque creo que Myndí no entendió porque seguía diciendo lo mismo en otras palabras. Horas después descansamos un poco de lo toboganes y fuimos a un restaurante que se encontraba en el parque, sin embargo al llegar no nos dejaron entrar por culpa del vestido de baño de Myndí debido a que era muy feo y estaba asustando a los niños así que nos tuvimos que conformar con comer una arepa de huevo mientras salíamos del parque y buscáramos que comer. Después de "almorzar" nos metimos a la piscina y como si no hubiéramos pasado suficiente vergüenza Myndí le pareció fácil en vez de ir al baño orinarse en la piscina pero lo que ella no sabía era que estas piscinas soltaban un líquido azul que mostraba cuando alguien se orinaba todos nos sentimos avergonzados y desde ese día no hicimos más paseos con Myndí.
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Una familia numerosa
HumorAlberto Cabrera, un hombre solitario y exigente pensó que con sólo chasquear sus dedos conseguiría una esposa, pero no fue tan sencillo. Myndí Amaya: la única mujer dispuesta a cumplir los altos requerimientos de Alberto. Una química que crecerá s...