Cena

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Varios días después...

Pablo POV.

En forma de disculpa con las mujeres las invitamos a una cena. Todas estaban muy emocionadas mientras que la noche llegaba ellas se fueron a darse un masaje y nos dejaron con las niñas y Tyler. Todos estábamos emocionados ya que íbamos a pasar tiempo con nuestras hijas, además ellas también se veían felices ¿qué puede salir mal?

Dos horas después...

Me equivoqué cuando dije que nada podía salir mal, una hora después de que nuestras esposas salieran nuestras hijas dijeron que querían jugar a la peluquería pero lo que no sabíamos era que nosotros éramos los clientes de su peluquería. Nos "peinaron" el cabello, nos pusieron moñas y nos maquillaron según ellas quedamos "hermosos", si claro parecíamos uno payasos de tanto maquillaje, incluso cuando Samuel y Maximiliano fueron a alzar a Luciana y a Tyler comenzaron a llorar de solo verlos. Déjenme decirles que para calmarlos las niñas tuvieron que alzarlos y cantarles con sus "melodiosas" voces, cuando por fin se volvieron a dormir nuestras hijas también estaban un poco cansadas así que las mandamos a dormir pero querían dormir con nosotros, no se en que momento nos quedamos dormidos solo sé que no recuerdo haberme quitado el maquillaje.

Inés POV.

Al entrar al cuarto del hotel vimos a nuestros esposos dormidos a lado de las niñas y Tyler, se veían horribles.

-Creo que al parecer nuestras hijas estaban jugando a la peluquería – dijo Cecilia conteniendo la risa

-Parecen payasos – dijo Bárbara intentando contener la risa pero cuando dijo eso todas pegamos una carcajada tan fuerte que nuestros esposos se despertaron juntos con las niñas.

-¿Qué pasa porque se ríen? – dijo Pablo con el ceño fruncido

-Creo que es mejor que se miren al espejo – dije con lágrimas de risa en los ojos

-Ahhhhh, ¿Qué les paso a nuestros rostros? – dijo Maximiliano horrorizado

-Bueno creo que las niñas se sobre pasaron un poco – dijo Bárbara burlándose

-Tu crees – dijo Samuel

-Bueno es su culpa por dejarlas experimentar con nuestro maquillaje, además antes agradezcan que no le hicieron nada a los bebes porque ahí sí estarían en graves problemas – dijo Cecilia mientras tomaba a Tyler en sus brazos quien comenzaba a molestarse.

-Bueno mejor vamos a arreglarnos vamos a llegar tarde -dije entrando al baño para comenzar a arreglarme.

Varias horas después...

Pablo POV.

Al llegar al restaurante, les dijimos a nuestras esposas que íbamos a ir al baño pero en realidad íbamos a ir a hablar con Freddy, el mesero que contratamos para hacer esta velada inolvidable. Cuando terminamos de planear la cena y cuando iban a entrar los cantantes en forma de disculpa, nuestras hijas salieron corriendo con el ceño fruncido hacia nosotros, Samuel fue el primero en preguntar.

-¿Qué pasa, Emma?
-Unos hombres están molestando a mi mami – dijo Emma con sus brazos cruzados
-No entiendo, ¿Qué pasa? – dijo Maximiliano confundido
-Pues unos hombres están toqueteando a nuestras mamis – dijo Isabel enojada

-No es toqueteando es coqueteando -dijo Amanda claramente irritada, al momento de decir eso entendí y mire detrás de mi hija que efectivamente habían unos hombres encima de NUESTRAS esposas y uno de ellos tenía sus sucias manos encima del hombro de MI esposa, luego vi todo rojo y creo que mis dos amigos también porque estaban que sacaban humo por los oídos. Me cansé de que siempre que me volteo un hombre nuevo está encima de MI esposa, porque no pueden entender que es MÍA y de nadie más. Creo que me demore mucho pensando porque al voltear a ver Samuel y Maximiliano ya estaban dándose puños con los hombre, así que decidí hacer los mismo.

Bárbara POV (antes de la pelea).

Al llegar al restaurante los hombres dijeron que tenían que irse al baño, cosa que no creemos porque es imposible que los tres tuvieran que ir al baño al mismo tiempo. En el momento en el que se fueron llegaron unos hombres a vender zapatos de aguas y cosas para el mar.

-Oye mami quieres algo – dijo un isleño con acento costeño dirigiéndose hacia mi.

-No, gracias – respondí mientras que otros dos isleños se acercaban hacia Inés y Cecilia intentando convencerlas de comprar algo. Al tratar de sacarme de encima a estos vendedores oímos un gruñido y volteamos a ver a nuestros esposos peleando OTRA vez, Dios mío desde cuando se volvieron tan celosos con cada hombre que se nos acerca. Parecían perros peleándose por un hueso, pero nosotras no somos un hueso o un objeto que pueden poseer, y casi dos minutos después de que comenzaron los golpes el gerente del restaurante nos dijo que nos fuéramos junto con los isleños. Todas estábamos furiosas, primero porque como es posible que un restaurante que se dice llamar el más "elegante" de San Andrés y segundo porque se supone que iba a ser una cena maravillosa y ellos la arruinaron. Al llegar al hotel entramos a nuestro cuarto y nos llevamos una sorpresa muy desagradable.

-¡Sorpresa! – gritaron Myndí, Alberto y su tropa. 

Una familia numerosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora