Ramona

Parte/17/Confidencias

A los pocos días, Ramona ya estaba más calmada. Cuando Alicia la vio le  pregunto ¿Cómo te sientes, ya te sientes mejor?

─Si gracias por tu preocuparte por mí.

─Me da gusto ¿Y ahora si me vas a contar ¿Por qué te alteraste tanto al ver la fotografía?

Ramona medito por unos momentos, al fin se decidió confiar en su amiga.

─Es algo muy íntimo, es un secreto que guardo por casi seis años.

─Es poco el tiempo que tenemos de conocernos, pero quiero que sepas que te he tomado cariño, te siento como parte de mi familia, si tú me confías lo que te atormenta, tenlo por seguro, que conmigo tu secreto estará a salvo seré una tumba.

─Está bien te voy a contar.

Sentadas al pie de la laguna, Ramona le a su amiga el tórrido romance que vivieron el patrón y ella, la maestra quedo muy consternada, no se imaginaba que una jovencita de 19 años casi 20 hubiera pasado, por tanto.

─Perdón por lo que te voy a decir, pero creo que ese hombre abuso de ti, tú solo eras una niña.

─Pos si abusar de mí, era hacerme tan feliz cuando estábamos juntos, me alegro de que abusara de mí.

─Perdóname, no tengas en cuenta lo te acabo de decir.

─No tengas pendiente, pero lo que, si te digo, es qué él también fue muy feliz a mi lado.

─Si mis padres me hubieran obligado a casarme con un hombre sin quererlo, hubiera preferido mejor morir.

─Yo también pensé en quitarme la vida, pero si accedí a casarme con Doroteo fue por mi hijo, es lo único que me queda de su padre y esto.

Metiendo su mano en el pecho, saco una bolsita de tela que ella misma había hecho y le enseño la cadena con el corazón que guardaba la fotografía de su patrón.

─Siempre la traigo conmigo.

─¿Lo sigues amando?

─Con toda mi alma

─Si pudieras volver a verlo ¿Qué harías?

Ella la miro tristemente y contestó.

─No lo sé.

─¿Por qué no le escribes una carta?

─No, no puedo hacer eso.

─ ¡Pero! ¿Por qué no?

─Eso paso hace mucho tiempo, él ya debe haberme olvidado, los hombres pronto olvidan y con dinero más pronto al menos eso es lo que dice mi madre.

─Cuando existe un verdadero amor no se olvida y para muestra un botón, mírate a ti misma, si quieres ser completamente feliz debes cerrar ese ciclo.

─En dado caso de que yo me animará a averiguar si el patrón a donde le voy a mandar la carta, ni siquiera sé cómo se llama.

─¿Cómo que no sabes cómo se llama?

─No lo sé, todos le decíamos patrón, simplemente patrón, para mi es mi adorado patrón él me decía ojos bellos.

─Bueno eso no es problema yo le puedo preguntar a mi hermana su nombre ella debe saberlo, y si no lo sabe qué le pregunte a su hija.

─No, déjalo así, no quiero sufrir una desilusión prefiero pensar que todavía me quiere a saber que ya no existo para él.

Pero la maestra no estaba dispuesta dejar el asunto y le preguntó.