Ramona

Parte /8/La enfermedad

Después de la noche de navidad, la vida mejoró un poco para los trabadores y sus familias, llegó el año nuevo1923, el diez de enero Ramona cumplió trece años, el patrón seguía su relación con la chica. Siempre le tenía algo con que agradarla, comida, fruta selecta, chocolates, galletas finas, todo lo que ella se podía comer allí en esa habitación, fuera del cuarto ella seguía siendo la hija de unos trabajadores que él nunca se molestó en preguntarle el nombre de ellos.

El patrón tuvo que salir a la ciudad a cerrar un negocio, los hombres fueron a festejar a un burdel de lujo el cierre del jugoso negocio que habían realizado, el patrón tomó tanto licor, que hubo un momento en que ya no fue dueño de sus actos, a la mañana siguiente amaneció en su cuarto de hotel, pero no estaba solo, una hermosísima mujer estaba acostada a su lado, la mujer estiro todo su hermoso cuerpo mientras daba un largo bostezo, diciéndole melosamente al hombre.

─Estuviste fantástico, pasamos una noche maravillosa, ¿qué quieres que tu Ramoncita, haga para ti querido.

El patrón al escuchar el nombre de su amada le grito a la mujer.

─¡¡Cállate de donde sacaste ese nombre!!

─Uy, uy, pero que genio, anoche me dijiste que yo era Ramoncita, tus ojos bellos.

El hombre fuera de sí, abofeteo a la mujer.

─¡¡Que no repitas ese nombre vístete y lárgate!!

El hombre saco un puñado de billetes y se los aventó en la cara a la mujer, está se asustó al ver su reacción, se vistió a toda prisa y salió de la elegante habitación.

El volvió a la hacienda jurándose que nunca más iba a tomar tanto, al grado de perder el juicio y no ser capaz de recordar lo que había pasado la noche anterior.

Una mañana Ramona amaneció muy enferma, a tal grado que no se pudo levantar de la cama, Francisca recurrió a la curandera.

─Doña Conchita puede ir a ver a mi hija al jacal.

─Válgame Dios pa que me pidas que vaya a verla siendo que vives tan lejos, es porque deberás esta mala, ¿Pos que tiene?

─Está ardiendo en calentura a veces hasta delira.

─¡Qué barbaridad vamos a verla!

Cuando la curandera revisó cuidadosamente a la jovencita y, cuando termino de auscultar le dijo a su madre.

─Tu muchacha tiene una enfermedad pegada.

─¿Pegada que quiere decir con eso?

─¿Tu muchacha tiene hombre?

─¿Qué quiere decir con que ya tiene hombre?

─Si mujer hombre, lo que quiero decir es que si tu muchacha ya tiene marido.

─No, doña Conchita ella todavía no se casa, aunque virgen no es el patrón le hizo el favor.

─Pos es raro, porque, pa mí, que tu muchacha tiene una enfermedad de esas que les pegan las mujeres de la mala vida a los hombres y estos se las pegan a su mujer, pero no me hagas mucho caso, cuanto hace que el patrón te las desgració.

─No, pos, de eso ya paso tiempo.

─No pos entonces va a ser otra cosa

Sacando unas hierbas de su morral se las entregó a Francisca y le dio instrucciones.

─Le coces estas hierbas y se las das como agua de uso, le pones lienzos mojados en la frente y en la panza pa que le bajes la calentura, espero que con esto tenga y si no me mandas hablar.