Parte/13/Nacimiento

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Ramona quedo contenta con lo que le dijo doña Chelo, la sola esperanza de volver a ver a su amado la confortaba, le confió a la señora, lo que había dicho el doctor cuando se enfermó en la hacienda.

Hace unos meses me puse muy grave, el doctor me dijo que estaba esperando un niño y qué a causa de esa enfermedad lo más seguro era que el niño naciera muerto y si vivía sería un niño enfermo y no iba a durar mucho vivo.

─¿Y no sabes de que te pusiste mala?

─Pos como en un sueño oí que la curandera de la hacienda le dijo a mi ama que era una enfermedad pegada.

─Uy con razón te dijo el médico eso.

Doña Chelo sabía muy bien a lo que se refería Ramona.

─El doctor que llevó el patrón me inyecto en la nalga y una mujer me pico los demás días.

─No seas pesimista, ten mucha fe en Dios, él es el único que dice quién nace y quién muere y el doctor no es el todopoderoso.

Doña Chelo también era partera y sabía mucho de yerbas medicinales, la alentó.

─Le vamos a dar una ayudadita a Dios, desde ahora vas a tomar un té de una hierba que te voy a conseguir para que el niño vaya agarrando fuerza y desde ahora, debes de comer lo mejor que puedas tu y el niño van a estar bien, tu nada más debes de hacer lo que yo te diga y vas a ver primero Dios tu niño va a vivir y cuando nazca lo vamos a seguir atendiendo.

─Gracias, le prometo que voy a hacer todo lo que usted me diga al pie de la letra.

Pasaron los meses, Doroteo, aunque nunca le decía a Ramona que la quería ni era afectuoso con ella, si demostraba su amor de diferente manera, le hizo una cunita al niño de madera y por indicaciones de doña Chelo, compró una vaca para que Ramona tomará todos los días leche, los sábados se iba de cacería traía carne, compró unas gallinas para que no faltarán los huevos, con la buena alimentación Ramona se ponía cada vez más bella. Los domingos iban al pueblo a misa y compraban lo necesario, Francisca la ayudó a confeccionar la ropita para él bebe, compraron tela para hacer los pañales que bordaron con puntitas azules pues ella estaba segura que su bebe iba a ser un niño.

Ramona cumplió 14 años el 4 de enero de 1924 y el 4 de febrero, un mes después sintió las primeras contracciones, le aviso a doña Chelo.

─Doña Chelo me duele mucho la panza.

─No te asustes, te voy hacer un té de ruda, va a servir para avisarnos si ya llegó la hora de que nazca tu niño y lo ayude a bajar más rápido, pero si todavía no es la hora de que venga al mundo, se te van a quitar los dolores, mientras camina.

Paso medía hora, Ramona sintió otro dolor más fuerte, doña Chelo le dijo.

─Creo que ahora es el día en que vas a conocer a tu hijo.

Ese día era miércoles, Doroteo estaba en el trabajo, doña chole se fue a avisarle a Francisca cuando volvieron las dos mujeres prepararon todo lo que se necesitaba para la llegada del bebe, Francisca le recordó a su hija.

─No se te olvide lo que dijo el médico, prepárate para lo peor, tu hijo podría nacer muerto o vivir poquitos días.

─Por favor Francisca deje a un lado esos pensamientos. Primero Dios, todo va a salir bien, usted lo va a ver.

Doña Chelo le unto a Ramona un aceite medicinal y cada que le daba una contracción le daba un masaje en el estómago, para que él bebe bajará, Ramona sintió un dolor tan fuerte como si fuera hacer del baño y le dijo a doña Chelo.

─Se me hace que voy hacer del escusado, me duele muchooo.

─Ya coronó ─, dijo doña Chelo

La puso en posición, con las piernas muy abiertas, Francisca se sentó detrás de ella tomando sus hombros, la cabeza de Ramona descansaba en el pecho de Francisca. Cuando sentía la contracción doña Chelo le decía.

─Puja, puja, ya viene, en el siguiente dolor sale.

Francisca limpiaba la frente de su hija ya que la tenía perlada de sudor, por fin en la quinta contracción nació la criatura, no necesitó que le dieran su nalgada lloro sólito, sin ninguna ayuda, tenía todo en su lugar era un niño hermoso Francisca lo vio primero y, aun, así como estaba de hinchado como nacen todos los bebes, pudo apreciar las facciones del patrón, ella dijo entre dientes.

─Es igualito al que desgracio a mija.

Cuando asearon al bebe, se lo pasaron a Ramona, ella también vio que su hijo era la misma imagen de su padre, lo arrulló en sus brazos y se hizo una promesa de hacer todo lo que estuviera en sus manos para protegerlo. Cuando llego Doroteo se encontró con la novedad de que su hijo ya había nacido, entró al cuarto donde se encontraban madre e hijo y no pudo evitar una lagrima de emoción, al a ver a su mujer que lucía más hermosa que nunca, era un hermoso cuadro.

─Están re chulos los dos.

Bautizaron al niño inmediatamente, por lo que pudiera suceder, el niño llevó el nombre de su padre adoptivo. Doroteo.

RamonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora