Julia es el nombre de la hija de Ramona y Doroteo, ella es una niña muy observadora, quiere mucho a su padre cómo él la quiere a ella, la niña desde muy pequeña sospechaba que su madre no amaba a su padre, ella observaba a sus tíos, ellos se trataban diferente eran más cariñosos entre ellos, lo mismo pasaba con su padre, ya que, éste, cuando se dirigía a su madre siempre le decía.
─Señora me puede dar de comer o señora que le parece esto, arrégleme a la niña porque me la voy a llevar al pueblo.
Nunca la llamaba por su nombre, nunca los escucho decir ninguna palabra amorosa, nunca salían juntos, cada quien, por su lado, pero a la vez reconocía, que su madre atendía todas sus necesidades, siempre lo recibía con comida caliente, ropa limpia, cuando se enfermaba lo cuidaba con mucha dedicación, pero también se fijaba que Francisca lo trataba con más cariño.
En una ocasión en que su madre y doña Chelo platicaban amenamente, ella entro sin que se dieran cuenta, le llamó la atención que las dos mujeres platicaban casi en secreto, se quedó escuchando atentamente, su madre se veía muy feliz y, claramente escuchó cuando su madre mencionaba el nombre de otro hombre, doña Chelo se percató de su presencia, rápidamente cambió el tema de la conversación, Julia nunca olvido lo que escuchó.
Cuando Julia llegó a la adolescencia, su madre le empezó a encargar quehaceres más laboriosos del hogar. Una de las tareas que tenía que hacer, era lavar y planchar la ropa, a las niñas se le empezaba a enseñar las labores desde muy niñas, ya que la mayoría de ellas, contraían matrimonio a temprana edad, cuando la niña protestaba Ramona le contestaba.
─No quiero que tu marido te regrese porque no sabes hacer los quehaceres de la casa, te pueden regresar porque andes de piruja, de que andes de culo pronto yo no tendría la culpa, pero por huevona si, que me lo echaría en cara tu marido, porque no te enseñe a mujercita.
Cuando la jovencita lavaba la ropa que su madre usaba cuando iba a la ciudad, siempre olía a perfume, ella no podía diferenciar si era aroma de hombre o de mujer, lo que si sabía era que en su casa no había ningún pomo de perfume, ni tan siquiera, de loción barata. Cuando la joven iba a cumplir quince años, fecha coincidía en los días que Ramona iba a la ciudad, le hizo una petición a su madre.
Ama me puedes llevar contigo a Guadalajara ahora que vayas al mandado como regalo de mí santo.
─Esta vez no puedo llevarte.
-Pero ¿Por qué no?
─Te llevó la siguiente semana.
─¡Pero yo quiero ir esta semana, va a ser mí santo!
─¡Ay! Pero que insistente eres una semana más o una semana menos, no hace la diferencia.
─¿Pero porque no me quieres llevar esta semana?
─Mira muchacha, si sigues de necia, ni para la otra semana te llevó, estamos.
─Está bien como tú digas.
Con su negativa de no llevar a su hija a la ciudad no consiguió más que su hija sospechara que su madre escondía algo turbio.
─si mi ama no me quiere llevar a Guadalajara es porque ha de tener a un viejo por allá, no hay otra explicación que esa, pero a mi no me hace mensa, ya descubriré que misterio se carga.
Desde ese día empezó a sentir rencor hacía su madre, Ramona le cumplió el gusto y la siguiente semana la llevo a la ciudad, la madre de Alicia las recibió calurosamente, era cómo si tenía mucho tiempo que no se vieran ella y su madre.
¡Pero mira nada más que milagro que se dejan ver!
Alicia que vio el gesto de extrañeza de Julia, rápidamente le dijo a su madre.
─Mamá Ramona sigue viniendo cada quince días a comprar su despensa, lo que pasa que se ha quedado en casa de Abigail, ya ve que ella vive más cerca del parque del agua azul.
─¡Ah con qué razón ya tenía mucho de no verte!
─Ya ve, ahora nos tocó visitarla usted.
A Julia no la convenció esa explicación, pero ya no dijo objeto nada. Alicia alecciono a su hermana Abigail, por sí Julia le preguntaba algo, sus respuestas coincidieran en lo que ella le había dicho, afortunadamente, Julia ya no hizo más preguntas.
Anteriormente el patrón, le había comprado un costoso perfume un juego de collar, aretes, anillo y un bonito brazalete, como regalo de sus quince años, Ramona le pidió a Alicia.
─Alicia te quiero pedir un favor muy especial.
─Si dime de que se trata.
─El patrón le compró esto a Julia como regalo de sus quince años, pero ni modo que yo se los dé, el favor que te pido es que tu se los des por mí, yo le mande hacer este vestido, para que lo estrene ahora que lleve a Julia a la ciudad.
─Pero Ramona esto le ha de haber costado un dineral.
─Pues no sé, pero se me hizo feo no recibírselos, ya me imagino a mi muchachita luciéndolos se va a ver bien chula.
─Está bien yo se los daré, aunque ya le había comprado un detallito.
Alicia le dio los regalos a Julia.
─Aquí tienes mi regalo, no te lo di el día de tu santo porque sabía que tu mamá te iba a traer, ábrelo para ver si te gusta.
Esta al ver los regalos exclamó.
─¡Pero Alicia, esto te debe de haber costado mucho dinero!
─No, claro que no, hay una tienda donde dan muy barato, ni te estes creyendo que son de oro, pero se parecen mucho a los que sí cuestan bien caros.
─Ponte tu vestido nuevo mija, para llevarte a comprar unos zapatos, para que los luzcas con tu vestido.
─Sí, Julia, para ir pasear por el centro o si quieres al cine le dijo Alicia.
─¡Al cine, deveras me vana a llevar al cine!
─Si mija, por eso no te traje la semana pasada, para juntar más dinero y llevarte a pasear.
La joven se entusiasmó, cuando estuvo vestida con su vestido nuevo, se puso los accesorios y salieron a pasear, después de todo, se la paso bien, pero no olvido ningún detalle de lo que pasó ese día, pensaba para si misma.
─Estoy segura que la vieja de doña Chelo, ha de ser la tapadera de mi ama, a ella le platica todo, si re bien que me fije que cuando me vio, bien que le cambio a la plática, pero las voy a estar espiando, que ni se crean que a mí me hacen mensa.
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Ramona
RomanceLas personas que conocieron a Ramona y a su esposo, no terminaban de comprender, que había hecho el hombre para conquistar a su esposa ya que, los dos eran completamente diferentes, era la clásica pareja dispareja, si al menos el hombre hubiese sido...