Otra vez tu

83 12 0
                                    

- levántate, Crista - dice la misma voz de chica que Crista ha estado escuchando desde que llegó a ese lugar.

La chica de cabello azul obedece a regañadientes. Se sienta en la cama que tiene en su pequeña-gran celda.

- ¿qué pasa? - pregunta aun somnolienta.

- te dije que hoy será tu primer día para ver el exterior. Alístate

- ¿con que? Lo único que tengo son pijamas y mi ropa - replica.

- lo sé, por eso la convencí - dijo "la" con respeto, sabiendo la muchacha que se refería a "ella" - que te dé un poco de ropa

- que generoso de tu parte

- aquí tienes

La sombra de la muchacha se acerca y deja un montículo de ropa en los pies de la cama de Crista.

- tienes diez minutos

Se va y cierra la puerta, dejándola otra vez sola.

Crista ve la ropa que le han dejado, algunos son pantalones, vestidos y también suéteres. Elige un pantalón sus zapatillas, un suéter y una casaca.

Por fin vería a la chica que la utilizan como embudo, por lo menos sabría algo sobre su verdadera raptora o alguien. Por lo menos ya no estaría en la ignorancia total. Y lo mejor de todo tendría una oportunidad de escapar.

Después de diez minutos, la chica vuelve, pero esta vez con una sogas para amarrar a la muchacha. Tiene también una venda para taparle los ojos. Luego de ponerle todo eso, la condicen por varios pasillos y alguna que otra escalera. Hasta que por fin se escucha una puerta abrirse y el aire otoñal golpea la cara de la chica de cabello azul.

- ya estas fuera - anuncia la raptora.

- ¿puedo ver el cielo?- pregunta Crista.

La voz se queda callada por un momento.

- sí, si puedes - con delicadeza le quita la venda de los ojos, lo suficiente para que esta se callera sola al suelo y que la voz pueda esconderse.

Crista quita la venda de sus ojos y mira el cielo. Es turquesa con algunas nubes en forma de algodón. Está en medio del bosque, los arboles la rodean, mira por todas partes y se da cuenta que esta otra vez sola.

- ¿dónde estás? - le pregunta a su secuestradora.

- no me puedes ver - contesta esta.

- claro que si - replica Crista - sal, quiero verte

- no puedo

- sal de una vez

La otra chica, después de una pequeña batalla interna de si salir o no, decide por salir.

Crista la reconoce al instante: el cabello rubio, los ojos azules y la forma de mirar que hacía que temblaras, pero ahora ya es de terror y algo que antes no había... amabilidad.

- otra vez tu... - dice entre dientes.

- hola, Crista

- Rubino

***
La música en el comedor suena alto, la banda que toca esta sobre el escenario al costado de los invitados especiales, es un lindo día, por primera vez, después de la desaparición de Crista, los pobladores parecen divertirse y dejar su preocupación. Los jóvenes del internado bailan en el centro del comedir donde se ha armado una pista de baile. Nadie sabía lo que iba a ocurrir.

- olvidé contarte algo, Nerea - dice la Bruja de Aldehic al costado de la antigua princesa - hace más de seis meses encontré a uno de los tuyos, en mi territorio, en el desierto mejor dicho. Estaba herido

- ¡por el sol! ¿Vivió? - pregunta la mujer con sorpresa.

- sí, logré salvarlo... debes conocerlo, es un Sunriver como tú y también estudió aquí junto a tu hijo...

Antes de que la Bruja pueda terminar de hablar, la música se apaga y todo se sume en un silencio profundo. Las personas dejan de bailar y todos se apegan hacia la puerta de entrada. Eb ese momento Catrina ve al chico que le salvó la vida y al parecer es conocido en estos lugares.

Florian, así había dicho que se llamaba, mas nunca le había dicho el motivo del por qué había llegado al desierto con un cuchillo en el pecho y los instintos suicidas.

- ¿Florian? - pregunta una chica de cabello rojizo, sus ojos están desorbitados y su rostro es una mezcla de sorpresa, enojo, nostalgia y alivio.

- hola, Dani - dice el chico de ojos verdes - ¿cómo estás?

Un chico se abre paso entre la multitud hasta quedar frente a frente con el muy reconocido Florian.

- regresa de tu maldita tumba de la que nunca debiste salir y solo preguntas cómo estas - las palabras salen con rabia y rencor de la boca del rey de Jeditseya. Su cara esta roja y mantiene los puños apretados a los costados de su cuerpo.

- hola, Aaron - dice Florian con tranquilidad, algo brilla en sus ojos, algo como tristeza.

El muchacho piensa decir algo más, pero es interrumpido por su hermana.

- Florian ¿qué haces aquí? - dice Hannah cuando ya se ha abierto el paso y llegado hasta ellos - estoy tan feliz de verte

La muchacha abraza a su hermano y este le corresponde el abrazo.

- lo siento mucho, de verdad - susurra Florian entre el cabello de su hermana aunque todos lo escuchan o por lo menos los que están más cerca.

- yo lo sentiré más - comenta el rey con tono amenazador.

Está dispuesto a dar un paso y golpear al que un día fue su amigo. Por suerte Agustin lo detiene.

- Aaron, no seas estúpido... contrólate - le dice tomándolo de los brazos e impidiéndole seguir.

- ¿qué me controle? ¡¿Qué me controle?! ¿Cómo quieres que me controle si este desgraciado que ayudó a Tara ha vuelto?

- es nuestro amigo

- ¡no! Ya no, ahora es un maldito traidor y yo no soy amigo de un traidor - da una pasada con la mirada a todos los presentes, todos miran expectantes - me voy que aquí

- no - replica Florian y le impide el paso - yo me voy, nunca debo venir

- por fin te das cuenta de algo

El chico se desase de los brazos de si hermana. A pesar de que Hannah le diga que ella va a ir con él, este se niega. Le da un último vistazo a Aaron, luego a Agustin quien no sabe qué pensar y por ultimo mira a Dani quien al notar que la miraba, baja la cabeza para ya no mirarlo a los ojos. Y se va.

Agustin se separa de su amigo y seguido por Rose llega a una mesa un poco lejana.

- hey ¿estás bien? - le pregunta la chica con preocupación.

Agustin niega con la cabeza. Se tapa la cara con las dos manos y se recuesta en sus rodillas. La muchacha se sienta junto a su novio.

- oye, no fue tu culpa, no quiero que estés así - le dice poniendo una mano en su espalda.

- no es eso - balbucea el chico - es que... desde ahora pienso que Florian debería estar muerto, prefiero recordarlo como alguien que dio su vida por alguien más y un gran amigo que recordarlo por un chico que fue acuchillado, desapareció y cuando todo estaba mal, él apareció y empeora las cosas. No lo quiero recordar como lo recuerda Aaron

- entonces no lo hagas - mira a la chica y sonríe - ¿quieres bailar para que te dientas un poco mejor?

- no... - vuelve a sonreír y Rose lo mira confundida - me siento mejor cuando estas tu cerca

Ella sonríe y le da un beso en la mejilla.

***

Telepatía. Su significado es fenómeno que consiste en la transmisión o la coincidencia de pensamientos entre personas producido sin intervención de los sentidos o de agentes físicos conocidos. Cualidad que Daniela Montigelli posee y que Florian desea que lo haya usado en él para poder saber la última palabra que dijo antes de irse de la fiesta.

De verdad, no fue mi intensión.

El comienzo del reinado [Pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora