El comienzo del reinado [Pausado]

Nunca te distraigas

- ¿por qué? - le pregunta la chica de cabello azul a la otra.

- yo... yo no tenía opción - replica esta agachando la cabeza como si tuviera vergüenza.

- ¡pero si todos tienen opción! - espeta Crista sacudiendo sus brazos.

- tu no entiendes, uno no tiene opción cuando se trata de Tara - al instante, Silvana se da cuenta que acaba de revelar el nombre de "ella" ¿pero qué va a perder? Ya la descubrió y no podrá hacer nada para remediarlo.

- ¿por qué la reviviste? - inquiere la muchacha un poco más calma.

- porque pienso que ella es mi familia ¿qué tu no revivirías a alguna tía tuya?

- si es toda una sociópata, no

- no lo entiendes

Silvana suelta un ruido que se parece a una carcajada sin gracia y le da la espalda a Crista, lleva sus manos a su cabeza y se la aplasta.

¿Por qué lo hizo? ¿Por qué tuvo que revivir el pasado? ¿Acaso era tan egoísta? ¿Acaso su felicidad era más importante que todo lo demás?

- ella me dio una familia - murmura entre sus manos, piensa que lo ha dicho demasiado bajo como para que Crista la escuche, sin embargo esta si logra hacerlos.

- ella no te ha dado una familia ¿acaso no lo ves? Te está usando... como la primera vez - dice y ella misma se asombra por sus palabras.

La chica rubia se queda callada un momento antes de volver a hablar, como su estuviera meditando sus palabras antes de decirlas.

- de verdad espero que me perdones, Crista

La chica de cabello azul abre la boca para decir algo, pero es interrumpida por la otra. Silvana le coloca otra vez la venda en los ojos, con movimientos ágiles y rápidos. Ata sus manos y le pone otra venda en la boca. Ahora si Crista de siente en un secuestro.

Rubino la guía devuelta a la casa en donde están escondidas. La deja en su "dormitorio" antes de ir a ver a Tara.

Crista apenas pudo ver el cielo del día y ni siquiera tuvo una mínima oportunidad de escapar.

Silvana se acerca a la mujer, la cual está sentada en el sillón frente a la chimenea. Lleva un vestido de seda, el cabello lo tiene amarrado en un moño y no lleva zapatos.

- veo que ya descubrió quienes son sus captoras - comenta cuando la muchacha está en el umbral de la puerta. Odia cuando hace eso, el hablar sin mirarla o estar en frente de ella - ¿ahora te parece conveniente el dejarla salir?

- supongo que no - contesta ubicándose en frente de la mujer.

- supones que no - repite Tara con tono malicioso - bueno, eso ya quedó en el pasado. Lo que quiero que hagas ahora es importante y espero que lo hagas bien, por lo menos has algo bien

Silvana asiente con la cabeza, sin decir palabra alguna.

- adivina quien ha regresado al internado - comenta esta con un poco de sorna.

- n-no lo sé

- ¡claro que no lo sabes! - Tara se pone de pie y se acerca a las brasas de la chimenea. Su rostro se ilumina y le da un toque terrorífico y a la vez hermoso - pero te lo diré... Florian Leblanc, el inútil ese ha regresado

- pe-peri él murió - replica Silvana aún sin creer las palabras de la mujer - y-yo vi cuando le turaste el cuchillo. No pudo haber sobrevivido

- pues yo también creí lo mismo, pero al parecer nos equivocamos