iii.
Peter, Laila y Daemon al ver el repentino cambio de humor entre nosotros decidieron macharse, Laila por otro lado no estaba muy feliz de dejarme a solas con él. Cuando decidió aceptar que tenía que marcharse, me hizo prometerle una llamada telefónica de lo que sea que Desmond tenga que decirme. No es que tuviéramos mucho de que hablar, pues, no sabía absolutamente nada sobre él y estoy más que segura que él no sabe nada sobre mí, es por eso que le dije que en cuanto Desmond se vaya yo le contaría con detalles todo lo que dijo. Una vez a solas, Desmond y yo caminamos unas cuantas cuadras —en realidad muchas, siendo sincera—. A la quinta cuadra yo ya estaba cansada, pero él no parecía si quiera haber caminado tanto, por esa sola razón decidí no decir nada al respecto. Podría dañar mi ego.
Finalmente llegamos al bosque, solo había estado ahí con mi padre, no tenia permitido estar ahí si él no se encontraba conmigo. No es que el sea muy estricto, de hecho, tengo la intimidad y libertad que muchas chicas desearían tener, el simplemente no le gusta que este sola en el bosque. Al adentrarnos en el, sentí una pisca de culpabilidad, pero luego recordé que estaba con Desmond y de alguna manera, supe que con el nadie podría hacerme daño. Considerando lo que sucedió el día anterior con el ataque del vampiro no necesitaba otra razón para confiar en él. La última vez que estuve aquí, fue en la semana que mama murió. Antes mi padre y mi madre venían conmigo todo el tiempo, amaba todos y cada uno de esos días. Mi madre y yo compartíamos el mismo amor por la naturaleza, el pequeño jardín que está en nuestro balcón fue cultivado por ambas, sin embargo, todo el merito se lo doy a ella. Cada planta que ella tocaba parecía crecer de inmediato, como si su toque les diera vida. Veníamos acá y contemplábamos los árboles frondosos, los pequeños arbustos, y las diferentes flores que crecían en el bosque y tenía el presentimiento de que en cualquier lugar que mama decidiera sentarse y admirar el paisaje, este lugar se volvía más verde y puro. Ella parecía estar más feliz en el bosque también, su cara brillaba, su sonrisa nunca dejaba su hermoso rostro y sus hermosos ojos verdes como dos hermosas esmeraldas, parecían estrellas. Hasta su cabello castaño claro, con sus hermosos rizos —justo igual al mío— parecía tener más brillo. Yo solo suponía que la amaba tanto que veía todo lo que tocaba de una manera diferente, pero, a medida que mis poderes fueron creciendo me pregunte si ella podría hacer lo mismo que yo.
Recordé exactamente mi última estadía aquí, no me había sentido tan mal desde hace un año, algunas veces sus recuerdos surgían, pero no dejaba que eso me detuviera, a mi madre no le gustaría que estuviera triste, o al menos, eso era lo que siempre me decían. Pero estar aquí, justo en el lugar donde la vi feliz por última vez me destruyo por completo. La extrañaba más que a nada en el mundo y era en noches como las de ayer que la necesitaba más que nunca. Llegamos a un pequeño lugar que conocía muy bien, habían unas cuantas bancas y el lugar era el más relajante al que alguna vez haya acudido, es como si estuvieras en medio de la nada, el bullicio de los autos y el sonido de las personas se veían convertidos en los sonidos de los pájaros y de las hojas al moverse por el viento.
— ¿Halia? ¿Por qué lloras? —Desmond me miro preocupado.
—¿De que hablas? —Al escuchar mi voz supe de inmediato que él tenía razón. Estaba tan absorta en mis pensamientos que no lo había notado.
—¿Te sientes bien? —Desmond me tomo del brazo y me ayudo a sentarme en una de las desgastadas bancas en las que mama, papa y yo solíamos almorzar.
—Oh, sí, no es nada —Me obligue a sonreír, y estoy segura que falle en el intento.
Desmond pasó una mano por su sedoso cabello negro, y soltó un suspiro más que todo dramático. Su gesto me hizo reír un poco, me miro arqueando una ceja, cosa que me hizo reír un poco más.
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When The Sun Goes Down.
FantasiaHalia Zondervan es una adolescente normal, o al menos intenta serlo. Toda su vida ha ocultado un secreto el cual ha aprendido a manejar muy bien. En la noche de la fiesta de bienvenida de la secundaria Halia ha sido atacada por un vampiro, cambiando...