iv.
Ese día al llegar al departamento, todo plan que tenia de pelear con mi padre despareció al ver que me esperaba con una cena, que por cierto era mi comida favorita. Mi padre era así de detallista, siempre me decía que haría, me dejaba pequeñas notas explicándome hacia donde iría y porque dejando siempre dinero o los materiales para que pudiera hacer la cena o el almuerzo. Mi padre era escritor, empezó a asistir a unas raras reuniones con diferentes escritores de Estados Unidos dos años atrás cuando decidió que no moriría si me quedaba sola en casa por una semana, hasta hace menos de veinticuatro horas pensé que papa no me ocultaba nada. Me sentía demasiado irritada con el hecho de que el no me hubiera dicho nada de lo que era, dejándome lidiar sola el pequeño demonio que creció conmigo. La razón por la cual decidí no decirle nada acerca de esa cosa de los Mohiri fue porque desde que llegue a casa pude ver que él se encontraba un poco más feliz desde que mama había muerto, me regalo uno de sus libros favoritos y me conto que publicaría un libro nuevo. Papa escribe novelas policiacas, son realmente buenas, aunque se lo oculto, leo cada uno de sus libros. Mientras cenábamos y veía el brillo en sus ojos miel sentí que nada había cambiado en mi vida.
Es increíble como tu vida puede ir de la mejor manera posible a todo un desastre en menos de un segundo, sin siquiera avisar. Luego de la cena de esa noche, en mi habitación sentí el pánico que me inundaba desde que había descubierto lo que era, no solo porque sabía lo que era, también por el hecho de que justo por lo que soy un vampiro demente esta buscándome. Los siguientes días que siguieron evite a todo ser humano, incluso papa me pregunto si estaba enferma. Sí, tengo un demonio viviendo en mí como un parasito, ¿no es eso suficiente? La parte oscura y egoísta de mi culpaba a papa acerca de todas mis desgracias. No era posible que fuera un demonio, todo gracias a él. Luego me decía a mi misma que el siempre quiso lo mejor para mí y que nunca sería capaz de hacer esto a propósito. Tenía muchas preguntas que hacerle a Desmond quien probablemente volvería para tratar de que me una a su gente. Si Desmond cree que yo aceptaré alejarme de mis amigos entonces no me conoce tanto como cree que lo hace. Pero, ¿no es eso justo lo que estoy haciendo? Alejándome de todos. Laila, Peter y Daemon han estado llamándome y escribiéndome y yo los había ignorado por completo, sabía que si los veía me derrumbaría, entonces ¿que pasaría cuando supieran lo que soy? que toda su vida han sido amigos de un demonio.
El lunes siguiente, luego de haber desaparecido cinco días decidí que era una completa cobarde, me levante temprano y con toda mi voluntad logre vestirme para ir a clases. El día pasó increíblemente lento, a la hora del almuerzo fui la primera en salir del salón de clases, dirigiéndome a un lugar donde absolutamente nadie iba voluntariamente, la biblioteca. ¿Por qué los estaba evitando? Porque tenía miedo, sabía que no podría evitarlos toda la vida, pero podría intentarlo. Luego de no toparme a mis amigos en todo el día pensé que había sido exitoso. Fui también la primera en salir de clases cuando sonó el timbre de salida corriendo hacia la entrada para escapar de ese lugar, al estar fuera emprendí rumbo a mi departamento cuando tres cuerpos me impidieron seguir caminando. Estoy atrapada. Mi mirada la cual estaba en el suelo, subió lentamente a tres pares de ojos amarillos que me miraban expectantes.
— ¿Pensabas que podías pasar desapercibida por algún lugar? — Peter fue el primero en dirigirme la palabra.
— Yo...
— Tú nada. Te vas con nosotros y no acepto un no como respuesta — Laila nunca había estado tan seria en su vida, considerando su humor mientras estábamos en la secundaria.
— Peter, necesitare tu ayuda — Daemon me señaló.
— De que...
Mi pregunta fue interrumpida al ver que Daemon y Peter me agarraban de cada brazo evitando así que pudiera caminar a cualquier parte. Laila dio un gesto de aprobación y empezamos a caminar —podría decirse que ellos me llevaban— hacia el auto de Daemon.
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When The Sun Goes Down.
FantasíaHalia Zondervan es una adolescente normal, o al menos intenta serlo. Toda su vida ha ocultado un secreto el cual ha aprendido a manejar muy bien. En la noche de la fiesta de bienvenida de la secundaria Halia ha sido atacada por un vampiro, cambiando...