Capitulo 14

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Me encontraba en mi cuarto, boca abajo en mi cama contra la almohada ya que seguía sintiendo el dolor de la caída. Mi madre había pasado una crema relajante, de esas que te dan los doctores cuando te duele algún musculo o ese tipo de cosas. Torpe.
Liam se encontraba acostado en la punta de mi cama viendo entretenidamente la tele, mientras abajo estaban los Styles preparando la cena y planificando lo que haríamos las dos menos esperadas semanas de mi vida.

-Liam, ¿me traerías un vaso con agua?-Le pregunté con la voz ahogada y extraña que había salido al estar mi cabeza apoyada en la almohada.
Escuché que Liam salía de mi habitación y cerraba tras él la puerta.
Esperé unos 10 minutos, mientras pensaba las variadas posibilidades de su demora.
Sentí abrir mi puerta y escuche unos pasos lentos que se acercaban hacia mi.
-Liam, ¡al fin! ¿Por qué demoraste tanto?- Le pregunté, pero no obtuve respuesta. Uh-huh...
Me di la vuelta y quedé en shock. Harry sonreía maliciosamente con un vaso de agua en su mano.
Supuse que mi madre le había pedido que me traiga el agua, pero ¿por qué estaba aquí? Lo lamentarás pequeño Liam, cuando te ag-
Lo siguiente que se escuchó fue un grito de mi parte, ¡me acababa de tirar el agua encima!
-¿Qué demonios te sucede?¡VETE!- le grité con furia mientras el solo se reía sin parar.
Como no me hacía caso, agarré algunas cosas a mi alcance y se la comencé a arrojar.
-Tranquila es solo agua- me dijo el muy gracioso.
-¡Largate de mi vista!- le repetí, y se fue, mi furia le había llegado.
En seguida llegó Liam y acudió en mi ayuda.
Me cambié por unos jeans bastante ajustados para mi gusto y otra de las poleras ajustadas que quedaban en mi armario, otra vez.
Gracias a Harry, ahora no solo me sentía incomoda si no, que sentía frío ya que estábamos en invierno.
Liam atinó en seguida a abrazarme, ya que estaba congelada.
Al rato subió Sophie, y charlamos los tres juntos, al fin un momento bueno.
Estaba casi segura que se gustaban-Liam y Sophie-hacían linda pareja.

A la hora mi madre nos llamó, la cena estaba lista, Liam y Sophie bajaron, mientras que yo perdía el tiempo en mi cuarto, no quería cenar con Harry, pero conociendo a mi madre, en unos segundos ya estaría tocando la puerta.
Y como por arte de magia:
-Hija, baja y ven a comer-me pidió mi madre.
-Ya voy- dije desanimada.
Bajé las escaleras, con el ánimo por el piso.
Localicé a Liam sentado, lo más lejos posible de Harry y vi el asiento en donde me sentaría, libre, mucho mejor.

La cena daba comienzo y a su vez las planificaciones de las "grandiosas vacaciones".
En lo que transcurría la cena, no había dicho ni una sola palabra, hasta que me pidieron una opinión.
-Ema, ¿qué opinas sobre la distribución de los lugares en donde dormirán? ¿Alguna idea?-Me preguntó Des Styles.
-No me molestaría dormir con Liam, o siquiera con Sophie- forcé un intento de sonrisa, ni siquiera se me cruzó por la cabeza la idea loca de dormir con Harry, no, ni soñarlo.
-A mi no me molestaría dormir contigo- dijo Harry, pero como lo lenta que soy, percaté tarde que esa frase se dirigía a mi y por supuesto era mentira.
Levanté mi cabeza y lo fulminé con la mirada, el se reía burlonamente.
-Dormiré con Liam- Dije decidida y sonreí.
La cena seguía, y los únicos que hablaban eran los adultos, a excepción de Sophie, a quien le encantaba la idea de acampar en el medio de la nada en pleno invierno, y hablaba hasta por los codos.

-Se me pasó el hambre, buenas noches- Les dije y me fui a mi habitación.
Me acosté y quedé sumida en mis pensamientos, al rato llegó Liam y se acostó junto a mi.
-¿Te parece si pongo una película?-Le pregunté.
-Que no sea muy larga, mañana partiremos temprano-Me dijo.
Decidí poner "Un puente a Terabithia" amaba esa película sin ser por el final, en el cual siempre terminaba llorando y Liam me abrazaba.
Y así fue, termine dormida en los brazos de Liam, en donde mi mente se iba al perfecto mundo de los sueños, en donde todo era perfecto.
Sentí que la tierra en la que me encontraba se movía y yo no entendía lo que sucedía, hasta que desperté de mi trance y vi que lo que se movía era mi cuerpo, Liam me estaba sacudiendo para que despertara.
-Un rato más Liam-Le supliqué.
-Por supuesto que no, ya está todo empacado y eres la única persona que no está lista-Me dijo, reprochándome.
Me levanté y me arrastré hasta el baño para darme una ducha y ponerme la ropa incómoda.
Cuando bajé ya pronta, estaban todos afuera esperando por mi y estaba él, tan odiosamente hermoso.

Nos repartimos en dos coches, el de mi madre y el de la otra familia.

Harry manejaba, Sophie iba a su lado, y yo atrás con Liam, mientras que nuestros padres iban en el de mi madre, ellos iban adelante dirigiendo el rumbo.
Luego de una hora, paramos y almorzamos en un parque muy lindo y continuamos el viaje.
Nadie hablaba, entonces me puse mis auriculares y me sumí en el ritmo.
Al cabo de dos horas y media, Liam me sacó de mi trance y me aviso que ya habíamos llegado, a lo que respondí con una sonrisa y me bajé del auto.
Estábamos en el medio de un bosque, nunca me dí cuenta de que habíamos entrado en este.
A decir verdad, era hermoso, era pura naturaleza por todos lados, muchos árboles y mucho color verde, como en las praderas.
Lo que más me llamo la atención fue un árbol apartado de todos, era muy hermoso y a pesar de estar en invierno estaba florecido y tenía unas hermosas flores rosas, las cuales las hacía más hermosas, el resplandor del sol de invierno en ellas.
Me acerqué hasta el hermoso árbol y reconocí en seguida de lo que se trataba, era un cerezo, pero el hecho de que estaba florecido en invierno me pareció extraño pero a la vez encantador, tenía algo especial, no era como cualquier árbol de sus alrededores. Único y diferente.
De sus flores se desprendía un olor a perfume, era relajante.

-¡Ema ven a ayudarnos!-Me gritó mi madre desde el auto y obedecí.

Luego de varios intentos, Liam y yo pudimos mantener en pie la tienda en la cual dormiríamos, y ordenamos las cosas dentro.
Salimos y nos reunimos con los demás, ya exhaustos comenzamos a cenar lo que habían preparado nuestras madres.
Luego nos fuimos a acostar, al otro día, estaba decidida a despertarme para ver el amanecer y recorrer un poco el bosque, tal vez llevarme un libro para leer, también. Entonces coloqué la alarma en mi celular y caí profundamente dormida.

Noté que algo vibraba a mi lado, oh, ¡cierto! La alarma de mi celular estaba sonando, ya eran las seis de la mañana.
Salí de la tienda, pero noté que estaba demasiado fresco, por lo que decidí volver y ponerme un saco más abrigado y unas botas. Todavía se encontraba algo oscuro todo, pero se lograba ver igual.

Desayune algo que había por allí tomé una botella con agua, por las dudas también, lleve el celular, ah y casi me olvidaba del libro.
Lo coloqué todo en mi pequeña mochila estampada con flores, preferida, en donde me entran miles de cosas y emprendí el viaje.

Primero que nada, pare a observar el árbol de cerezo, realmente hermoso, me transmitía tranquilidad, le tomé una foto con mi celular.

Seguí mi camino, luego de caminar unos diez minutos, entre ramas, árboles, césped y más césped, encontré que sobre el piso, un camino marcado. ¡Mucho mejor! con el camino de tierra me podría ubicar mejor a la vuelta.

Esto de mantenerme alejada de todo me gustaba, me permitía sumirme en mis pensamientos tranquilamente, y mucho mejor es estar alejada de Harry.

Luego de caminar otros veinte minutos, a media hora del campamento, ya cansada de escuchar solo el canto de los pájaros,me puse mis auriculares. El silencio era acompañado de el ruido de los pájaros, los árboles meciéndose y yo cantando, otra forma de liberarme de todo.
Luego de caminar una hora, en total hora y media desde que salí, comencé a ver flores de muchos colores, ya no era todo de color verde. Cada vez eran más abundantes y desprendían un hermoso olor. Hasta que vi solo flores, un campo enorme de flores de todos colores, el lugar perfecto para leer.

Me adentré más en este campo, a lo lejos, en el horizonte noté las montañas, era un paisaje realmente encantador, tomé este momento con la cámara de mi celular.
Saqué la botella de mi mochila y tomé unos tragos, estaba algo cansada, por lo que decidí tirarme entre las flores.
Miré mi celular y noté que eran las siete y media, mire nuevamente hacia el horizonte y el sol asomaba de entre las montañas: estaba amaneciendo. Tomé otra foto, este momento era perfecto.
Luego de ver el sol salir, saqué mi libro y comencé a leer.

No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora