Capitulo 35

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Pasó un mes desde aquel suceso, solo Liam y Jamie lo sabían.
Había preferido mantenerlo en secreto, y trataba de no pensar en ese hecho, pero me atormentaba cada noche en mis pesadillas.
Jamie todavía permanecía aquí, tratando de curar mi trauma con su buena actitud al igual que Liam. Sophie no estaba enterada por eso no entendía la actitud que estaba afectando a su hermano.
Me había contado que de un día para el otro, había caído en un depresión, ya no salía a las fiestas, ni siquiera con sus amigos, se lo veía como un fantasma en su casa y pasaba todo el día encerrado en su cuarto, no quería socializar con nadie y las no quería tener nada que ver con las chicas, estaba muy desanimado. Me había sorprendido su cambio radical de personalidad. Yo no lo había podido comprobar, ya que después de ESE día, no lo volví a ver y tampoco me lo permitía. Estaba aterrada, todas las noches aseguraba la puerta al balcón con una silla y cerrada con llave, algo exagerado, pero tampoco fuera de lo necesario. El balcón permanecía solitario, no me atrevía a ir allí.
Mi madre-creo yo- que suponía algo ya que yo también me encontraba algo infeliz, sin ganas de comer, de salir, nada, totalmente desanimada, me veía afectada profundamente, mi actitud era nefasta.
Hoy, acepté salir por lo menos al parque más cercano con Jamie, con quien por cierto, ya no fingíamos estar saliendo, no valía la pena. Zayn nunca se apareció de vuelta por casa, pero me envió algunos mensajes como "Ya veo que olvidas rápido a las personas" o "Yo te quería de verdad, pero al parecer no soy correspondido". No le respondí, por simple orgullo y por su falta de inteligencia.
Me bañé y me coloqué ropa cómoda, no me maquillé y me puse las gafas, últimamente las usaba con más frecuencia, dejé mi cabello largo suelto.
-¿Estás lista? -preguntó Jamie, desde afuera de mi habitación.
Me calcé y salí a su encuentro. A veces dudaba sobre su homosexualidad, realmente no lo parecía.
-Sí -dije forzando una sonrisa, que no me salió en absoluto.
Salimos a la calle, evitando mirar la casa vecina y nos encaminamos hacía el parque, el día estaba hermoso, incompatible con respecto a mí.
Jamie me tomó de la cintura hasta que llegamos al parque.
-Te noto más delgada -me dijo y podía estar en lo cierto, últimamente mis ganas de comer eran nulas -debes alimentarte mejor -agregó, y simplemente asentí, en verdad no me importaba.
Nos sentamos en un banco típico de las plazas y nos quedamos por un largo rato en silencio contemplando el paisaje.
Habían dos niños jugando allí, una niña me pareció realmente conocida. Cerré mi ojos y me concentré hasta recordarla, su nombre era Julieta y ya me había topado con ella un día, el niño que la estaba acompañando y reía junto a la pequeña era el que la estaba molestando aquel día, al parecer se habían hecho amigos. Me alegré y sonreí sinceramente por inercia, despues de muchos días de amargura.
Divisé a su madre acompañándolos, se veía feliz también. Seguí observando a la gente en el parque, despreocupada sin problemas con los cuales lidiar y yo aquí, todavía sufriendo arrastrando una gran carga de tormentos.
Dirigí mi mirada al sentirme observada, comencé a temblar, llamando la atención de Jamie.
-¿Qué sucede? -preguntó frunciendo el ceño.
-Ha-Harry, está allí -dije, tratando de dejar de temblar, tenía frío.
-Vamos -me tomó de la mano y lo miré una vez más.
Su rostro carecía de algún signo de burla, al contrario de eso, se veía detonado y triste como nunca antes lo había visto, una punzada de lástima me recorrió entera, pero traté de no pensar en ello, ya que Harry nunca había tenido alguna mínima compasión sobre mí persona. Se lo merecía, aparte ¿No era lo que yo deseaba? ¿Verlo tan destrozado como yo algún día lo estuve?
Jamie, me arrastro rápido, literalmente, fuera del parque.
-¿Estás bien? -me preguntó deteniendo su acelerado paso y tomándome por las mejillas, el temblor ya había disminuido notoriamente.
-Sí -dije, débil.
-Vamos a por un café -dijo decidido en dirección a la cafetería la cual últimamente asistíamos con frecuencia.
Llegamos y entramos al pequeño y acogedor local, de aspecto rústico con el peculiar aroma a café impregnado hasta en las paredes.
Nos sentamos en unos cómodos sillones y pedimos nuestros cafés.
Mi móvil comenzó a sonar, lo saqué del bolsillo y atendí.
-Hija, ¿en dónde están? -dijo algo alterada.
-En la cafetería -contesté despreocupada.
-Bueno, aquí en casa hay un chico que está desesperado por verte -dijo y fruncí mi ceño.
-¿Un chico fue a verme? -pregunté y vi que Jamie dirigió su mirada rápidamente hacía mi, me sonrojé sin razón.
-Sí, se encuentra aquí, esperando por ti, cuanto menos lo hagas esperar, mejor cariño -.
-¿Te dijo su nombre? -.
-Sí, creo que Luis o algo similar -dijo con tono pensativo haciéndome reír.
-En cuanto nos entreguen los pedidos vamos para allí -le dije y corté.
¿Luis? Definitivamente no conocía a alguien con ese nombre, ¿sería Louis?

Con nuestros pedidos en mano, nos encaminamos apresuradamente hacia mi casa. ¿Qué querría Louis?
-¿Qué haría Louis en casa? -preguntó Jamie leyendo mis pensamientos, quien de hecho, estaba informado con respecto a nuestra mala relación.
-No lo sé, nunca lo hubiese imaginado, tal vez Kim y Alba lo convencieron para que haga las paces -dije pensativa.
Caminamos por las serenas calles con paso ágil, esquivando obstáculos.
Llegamos a nuestro destino con las respiraciones agitadas y los cafés fríos.
Abrí la puerta y me encontré a mi madre sirviendo unos pastelitos recién sacados del horno, mi estómago se revolvió. Un Louis sonriente y alegre se encontraba hablando animadamente con ella, como sí de toda la vida se conocieran.

Volteé mi mirada confundida mirando a Jamie, quien tenía una expresión neutra.
-Hola -dije llamando su atención, el rostro de Louis se tornó serio al instante.
El se levantó del sillón y nos saludó con una inclinación de cabeza.
-Uhm..Ema necesito hablar contigo -dijo rascándose la cabeza con gesto nervioso.
Asentí y nos dirigimos al jardín, los tres, dejando a mi madre atrás mirando las noticias atentamente.
-Emm, quiero hablar con Ema, a solas -recalcó Louis mirando a Jamie.
Yo lo miré obteniendo una mirada recelosa por parte de mi amigo, para darse la vuelta e irse ofendido.
Salimos al jardín y nos refugiamos bajo la sombra de un árbol.
-Uhm.. Bueno, primero que nada debería pedirte perdón por la forma que te trate, yo no soy así y me costaba actuar de esa manera, pero debes entender que no era porque me gustaba, es más,me caes bien, pero Harry no me dejaba acercarme a ti y si era posible, que me alejara tratándote mal y esas cosas -dijo hablando sin parar mientras se rascaba la nuca.
-Oh, disculpas aceptadas -dije sonriendo, pero ¿por qué Harry se empeñaba con esto?
-¿Amigos? -dijo sonriendo y asentí. Louis me abrazó fuertemente sorprendiéndome, este si era el chico que en verdad era.
-Ahora, necesito que me ayudes -dijo poniéndose más serio.
-¿Qué tipo de ayuda? -pregunté dudosa.
-Es sobre Harry, últimamente está depresivo, con el ánimo sobre el piso, no quiere salir con sus amigos, ni conmigo, tampoco con ninguna chica, ¿puedes creerlo? -.
-Sí, Sophie me ha contando, pero ¿qué tengo que ver yo con eso? -.
-Pienso que eres la causa de todo esto -.
-¿Harry te ha dicho algo? -.
-Si, pero a medias. Muchas veces habla dormido, y pronuncia tu nombre -dijo Louis y me sorprendí, ese detalle nunca lo hubiera imaginado.
-Entonces... ¿qué pretendes que haga? -dije bufando, no me gustaba la idea para nada.
-Bueno, lo puedes visitar, hablar con él más que nada. No se que pasó entre ustedes, pero fue algo pésimo para que el cambiara tan drásticamente -dijo pensativo.
-¿Y por qué crees que cambiaría por mí? Yo lo odio y el me odia, los sentimientos son mutuos -dije con una falsa sonrisa.
-Él solo finge odiarte, pero no lo hace, créeme -.
-¿Tú sabes todo lo que me ha hecho? No, ni te imaginas los horrores que me ha hecho pasar, y las cosas que dice de mí, realmente me ha lastimado millones de veces, me ha destrozado y humillado, entonces la cuestión es ¿por qué yo debería de ayudarlo? No tengo motivos ni se lo merece, aparte de que yo no podría hacer nada por él, no significo nada en su vida para hacerlo cambiar -dije enojada.
-Sí, ya lo sé, se que ha sido un idiota por hacerte todo eso en vano -dijo pensativo -pero, ya lo has hecho cambiar una vez, tal vez puedas hacerlo de vuelta -me miró confiado.
-Está bien, lo intentaré -dije murmurando con fastidio.
-¡Gracias! Un favor más, no digas nada y finge que te caigo mal en frente de él, no tiene que enterarse de que estuve aquí -dijo y me abrazó nuevamente.
-¿¡Louis!?- dijo una voz gélida a nuestras espaldas que recorrió mi cuerpo en forma de escalofrío.
-Oh no -dijo Louis, pálido.
-¿Qué haces con esta? -dijo con tono escalofriante, estaba en su balcón el cual se veía mi jardín, yo lo había olvidado.
-No te interesa -dije yo dándome la vuelta, aunque estuviera temblando no iba a mostrarme débil.
Lo miré a los ojos y su gesto cambió, su mirada parecía vacía, se dio la vuelta y entro a su cuarto.
-¿Lo ves? Es contigo la cosa -dijo Louis.
-No.. no lo creo -dije balbuceando.
-En serio, créeme que sí, mañana ve y habla con él -dijo decidido.
-Está bien Louis, pero sí no funciona no lo volveré a intentar -.
-Bien, nos vemos mañana -dijo y me abrazó por última vez.
Entré y me encontré a Jamie con cara de "quiero una explicación".
Le conté todo y no estuvo muy de acuerdo con la idea, igual lo intentaría, por mi nuevo amigo Louis.
¿En verdad Harry no me odiaría? Sinceramente yo creo que sí lo hace como siempre lo hizo...

No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora