Capitulo 27

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Estábamos a menos de una cuadra y todo retumbaba debido a la música.
La casa estaba repleta, llena de gente afuera y adentro, bebiendo, bailando y haciendo cosas que ustedes ya saben, no solo besándose.
Bajamos del auto y nos dirigimos a la masa de gente ebria, en busca de nuestro grupo de nuevos amigos.
-¿Qué tal chicos?- dijo Alex, el anfitrión de la fiesta- Los estábamos esperando-
Luego de saludarnos y comentar un poco sobre la fiesta, algunos comenzaron a bailar, y sorprendentemente Liam también.
La casa era enorme, y parecía muy linda, aunque estaba todo desordenado y roto.
-Hey, Ema, ¿vamos a bailar?- preguntaron los únicos acompañantes que esperaban por mí, Niall y Alba.
-No, no se preocupen. Vayan, luego voy, necesito adaptarme al ambiente- les dije.
-Cualquier cosa que necesites, no dudes en llamarnos- dijo Alba y a los segundos ya estaban en la pista.
Decidí ir por un trago, realmente nunca había tomado nada, pero probar no me haría mal.
Me dirigí hacía la mesa en donde los servían y llame al chico que atendía.
-Hola linda, ¿qué se te ofrece?- me dijo el joven, era rubio y alto.
-Dame lo más suave que tengas, por favor- le pedí, tampoco quería abusar.
Volvió al segundo, con el vaso en mano. Lo tomé le di las gracias y lo probé, como era nueva en esto, tosí un poco pero traté de disimularlo para no humillarme, me ardió un poco la garganta, pero seguí tomando hasta dejar el vaso vacío.
Me había empezado a sentir un poco mareada, pero no me importo, fui a la pista y me encontré con los chicos quienes no estaban del todo sobrios, incluyendo a Liam.
-Oh, viniste Ema, que suerte- dijo Alba arrastrando las palabras. Había estado ausente una media hora y ya era la única con con los cinco sentidos conscientes, un poco mareados, pero conscientes en fin.
Comencé a bailar con ellos, mientras saltábamos gritando las canciones, realmente no me reconocía. En este momento la timidez y la vergüenza habían desaparecido, supuse yo, que era a causa del alcohol. Me sacaron a bailar algunos chicos, con los que acepté gustosa. Liam también bailó con alguna que otra chica, pero me seguía ignorando, traté de no preocuparme por esto pero era imposible.
En este momento me encontraba bailando con Alba y Kim al ritmo de la música, realmente no sabía como había aprendido a bailar.
Eran las tres de la madrugada.
-¿Te imaginas que hubiese pasado si no estuvieses aquí? No sería lo mismo, aparte la estamos pasando genial- me dijo Kim, gritando debido a la fuerte música que se escuchaba, pero no le pude responder porque alguien me había tomado de la cintura, sacándome de la pista, hasta el jardín.
-¿Pero qué..- dije antes de darme vuelta y encontrarme con Liam, muy ebrio al parecer. Y de la nada me dijo-Ema, es imposible enojarme contigo-acarreando las palabras, y me abrazó, ahora riendo.
-Estás muy fuera de ti, Liam- le dije preocupada, el enojo se me había pasado de repente, él nunca había tomado tanto.
-No me importa, te quería ver a ti- me dijo susurrando en mi oído, yo fruncí mi ceño, al sentir el escalofrío que recorrió mi cuerpo.
-Liam, vamos a casa- le dije riendo muy nerviosamente, intentando apartarlo de mí, pero no podía, parecía no escuchar nada de lo que estaba diciendo.
-¿Sabes la razón por la que me enojé contigo?- me preguntó y yo negué inocentemente la cabeza- Es por que te vi tan hermosa, que no quería que nadie te viera así, estaba celoso- me dijo ahora mirándome a los ojos, dejándome estática e impactada. Se comenzó a acercar a mi rostro lentamente.
-Liam, creo que estás equivocado y el alcohol te afectó demasiado, la que te hubiese cuidado tendría que haber sido yo, lo sient-dije pero sus labios ya estaban sobre los míos. No le correspondí, y lo separé de mí, con lágrimas en mis ojos, era mi mejor amigo.
-Li..liam, ¿qué tenías en me..mente?-dije entrecortada y temblando.
-Lo siento, no quise hacerte llorar- me dijo abrazándome- perdón, me deje llevar-
Me solté de su abrazo y fui corriendo al baño dentro de la casa, ubicado en el segundo piso, que por suerte estaba desocupado.
Me miré al espejo, con todo el maquillaje corrido me veía horrible.
Me lavé la cara, tratando no pensar en lo sucedido hace segundos atrás, estaba confundida, seguramente Liam no se acordaría de nada al otro día, por una parte era mejor, pero por otra parte no, ya que le tendría que contar lo sucedido, y sería demasiado incómodo.
Salí del baño un poco mejor, bajé las escaleras y recorrí con mi vista a todo el lugar en busca de alguien conocido y lo logré.
Vi la cabellera única rubia de Niall, entre medio de toda la gente y me dispuse a caminar en su dirección y pedirle para volver a casa.
Pero alguien, nuevamente me tomó de la cintura y se apegó a mí. Bufé fastidiada, no podía suceder otra vez.
-Hola linda- me dijo una voz sumamente ronca, pero sobria, al oído.
Me dí la vuelta para protestar, pero quedé congelada y al parecer él también.
-¿Ema?- preguntó y asentí levemente con expresión sorprendida.
Definitivamente hoy no era mi día.
No me podía suceder esto.
Era Harry.

No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora