No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADA

Capitulo 17

Me desperté en la tienda sola, Harry anoche me había dejado aquí y al parecer Liam se había levantado.
Recordé todo lo que había sucedido hasta aquí, todo había dado un giro de 360 grados. Lo que había sido un sueño lejano para mi, se estaba cumpliendo, bueno, por lo menos era lo que yo esperaba.

Miré la hora del celular y vi que era tardísimo comparado con la hora que siempre me levanto. Salí de la tienda y miré a mi alrededor.
No había absolutamente nadie, de la fogata salía un hilo de humo, y cenizas quedaban, lo que indicaba que se habían marchado hace ya un rato largo. Noté un papel arriba de la mesa de camping, la tomé y la leí:

"Querida Ema, te vimos tan profundamente dormida que no nos molestamos en despertarte, en este momento estamos todos en el lago, que descubrimos ayer cuando te buscamos. Te daré las indicaciones de como llegar, almorzaremos aquí. Si quieres ponte el traje de baño, ya que es un hermoso día y no hace frío. Te quiere, Sophie"

Atrás de la nota me decía como llegar, no era muy lejos del campamento. ¿A quién se le ocurre bañarse en un lago en pleno invierno? Aún cuando el día estaba caluroso, igualmente le tengo fobia al los lagos, en especial las playas. Bueno, en definitiva no me pondría el traje de baño, pero si me cambiaré por algo más fresco y cómodo.

Agarré unos shorts y una remera sencilla y cómoda que me quedaba algo grande y una campera deportiva por arriba de esta.
Miré hacia le cerezo y recordé lo de ayer, me acerqué a este y olí su perfume.
Di la vuelta, tomé una botella con agua, me até el pelo en una trenza y seguí las indicaciones de Sophie.
Camine todo el tiempo por un camino firme y seguro que estaba marcado, habían muchos árboles, hacía unos treinta minutos que estaba caminando sin parar. En verdad él día estaba caluroso, me desprendí la campera.
Caminé unos cinco minutos más y me encontré con el enorme lago, el sol resplandecía sobre este, pero sentí un escalofrío al pensar que se sentiría meterse en sus profundas aguas.

Fijé mi vista en las personas que se encontraban al otro lado del río, en algo así como un "picnik" y noté que eran ellos.
Rodee el lago hasta llegar al lugar en donde se encontraban todos ya almorzando.
-¡Ema al fin te levantaste!-Me dijo Sophie y me agarró de la mano, arrastrándome hasta el mantel colocado en el césped.
Tomé asiento al lado de Liam, y mis ojos se dirigieron a Harry por primera vez en el día, recordé lo de ayer y mis mejillas tomaron un color carmesí, pero él simplemente evitó que su mirada se dirigiera hacía la mía expectante, durante todo el almuerzo se digno a ignorarme.
Lo que sí notaba era la tensión que había entre Liam y este.

Caí en mis pensamientos, seguramente, lo que dijo ayer "disfruta el momento", era verdad, el momento que acabaría, el momento de ese presente en el que no encontramos, disfrutar de ese momento porque era lo único que iba a conseguir. Me desanimé un poco, enrollarme con un tipo como él siempre traía problemas todo el tiempo y la que siempre salía lastimada era yo.
Decidí no pensar más en eso y disfrutar de está hermosa tarde de invierno, hablé con Liam de lo sucedido ayer y le demostré lo confundida que me encontraba.
-Ema, ¡vamos a bañarnos al lago!- Me dijo Sophie y miré a Liam desesperadamente.
-Cuéntale- me dijo Liam y me brindo confianza. Llevé a Sophie más alejada de donde estaban todos y le conté la muerte de mi hermano y mi extraña fobia. Ella me comprendió y decidió invitar a Liam y a Harry.

Me senté simplemente mojando mis pies en el agua, sinceramente estaba exquisita.
Vi que Sophie salía con su traje de baño puesto y a Liam se le caía la baba, el traía su Bermuda con su torso bronceado.
El último en aparecer fue Harry quien llevaba su torso desnudo al igual que Liam y fue inevitable no mirarlo. Se veía realmente hermoso, y más cuando se tiró al agua y sacó sus rizos mojados.
Me alejé de allí, no podía seguir siendo masoquista, realmente me afectaba, era un martirio. Me adentré un poco en el bosque, lo bastante alejada del lago y lo bastante cerca para no perderme.

Me encontraba en el bosque, mirando la naturaleza que me rodeaba.
Me aseguré de tener el celular en el bolsillo del short y es así.
El día seguía agradablemente caluroso.

Sentí un ruido en un arbusto cercano y deseé con todas mis fuerzas que sea cualquier cosa, menos Harry.
Me doy vuelta sigilosamente hacia el arbusto con los ojos cerrados, los abro y me encuentro con una pequeña ardilla, muy tierna por cierto, se acerca, se me trepa al hombro, hace unos ruidos extraños y baja.
La observo dar unos saltos y parar, se da la vuelta me mira y repite los ruidos extraños, como si me estuviera hablando, no lo dudé y la seguí. Solo yo le hacía caso a una ardilla.
No tenía idea de la razón por la que lo hice, tal vez ¿intuición?, ¿estupidez?, ¿aburrimiento?, no lo se, pero yo estaba siguiendo a esta pequeña ardillita a donde sea que me lleve, esta era bastante ágil, por lo que se me un poco más difícil correr tras ella. Árboles, árboles y flores era todo lo que veía en el trayecto.
Me detuve en seco al escuchar unos pasos detrás de mi, el corazón me latía fuerte y estaba realmente asustada, la ardilla para conmigo.

Alguien apoya su mano en mi hombro y me sobresalto.
-¿Q-que haces a-aquí?-Dije
-¿Cómo crees que se sentirá tu madre al ver que te perdiste de nuevo?-Me dijo algo brusco.
-N-no no se yo cre-creo que- dije todavía algo nerviosa pero me interrumpió en seguida.
-Crees que nada Ema, vamos- me dijo Harry y tomó fuertemente mi brazo.
-No, espera, primero suéltame-Le dije- y ahora, déjame terminar con lo que estaba haciendo. No entiendo que haces aquí, y si mi madre te mando no tendrías que haberle hecho caso, porque seguramente es un tiempo valioso perdido- Le escupí las palabras, y comencé a correr lo más rápido que pude siguiendo a la ardilla que me guiaba, él era bastante veloz por lo que ya me estaba alcanzando.
Corrí más fuerte y frené de golpe al ver que la ardilla descendía por un barranco miré hacia atrás y vi que Harry estaba cerca.
Me senté en este y me deslicé hasta llegar al piso, en donde una sorpresa se mostró ante mis ojos.
Vi que Harry llegaba a mi lado, de la misma forma que lo hice yo y noté su expresión de sorpresa.
Frente a nuestros ojos, se encontraba un parque de diversiones abandonado.
El cartel que decía "Bienvenidos" estaba oxidado al igual que los juegos, daban juntos un toqué perfectamente escalofriante.
Me levanté del suelo y quedé por debajo del cartel que daba la bienvenida.
-¡Espera!-Me dijo Harry, quien se acercaba hacía mi- No entres, no sabes lo que puede haber allí, ni es seguro- Bueno, esto era nuevo.
-¿Harry Styles preocupado por mi? Esto me da más miedo que este escalofriante parque- dije con una risa irónica.
-Hablo en serio, tu vienes conmigo- Me dijo acercándose aún más y yo me aleje.
-¡Oops! Ya estoy adentro- le dije, y antes de que me contestara me adentré aún más en este.
La niebla de invierno estaba comenzando a bajar, y el frío también.
Yo seguía recorriendo el parque, y Harry seguía afuera de este, negando rotundamente a entrar.
Frente a mi vista se encontraba la típica gigante montaña rusa, pero en cambio a las otras esta esta oxidada y abandonada.
Una verdadera lástima que descuiden algo que alguna vez tuvo vida.
Decidí subir caminando y trepando a esta, era algo peligroso pero estaba dispuesta a correr este riesgo, comparado con otros, como estar con Harry, era mucho menor.

Comencé a escalar por esta, corría un viento frío y se estaba poniendo helado, pero yo estaba empecinada a llegar a la sima.
Miré hacia atrás y vi a Harry sentado de espaldas a la entrada y obviamente de espaldas hacia mi, igual en este momento no me importaba. Ahora, miré hacia abajo y me di cuenta que había sido una pésima idea, me encontraba a una altura lo bastante alejada del piso, me pegué contra el fierro del juego, y ahora, seguí subiendo más cautelosamente.

Me encontraba en la sima de todo, del juego, del parque, del bosque. No me importaba sentir el aire helado en mi cara, al contrario era algo agradablemente loco, porque aquí arriba hacía más frío.
Me sentía libre, y raramente no le temía a las alturas en cambio a las profundidades si.
En este momento era capaz de tirarme siquiera de allí, no sentía miedo, si no paz. Harry también ayudaba, ya que era como si no estuviera allí, solos nos dirigíamos las palabras justas y necesarias. Pero supongo que no sabe que estoy aquí arriba, aunque tampoco creo que le interesaría, que irónico es pensar que sí. Mi corazón, al parecer, quiere vivir en la ironía, y mi cabeza a veces queda segada, ilusionada, pero otras veces nos golpeaba la cruda realidad, cosa que agradezco.
Cerré los ojos un momento sumida en mis pensamientos mientras que la fría brisa de invierno me acariciaba y movía mis pies librementes al compás.
¿Se podía sentir mejor? Sí, obviamente pero esta experiencia era única.