Tres años después...
Me desperté exaltada por el tono de mi móvil.
¿Quién llamaría a las dos de la mañana?
Fijé mi vista en la pantalla, tratando de no encandilarme.
-¡Ema, hasta que al fin contestas el maldito teléfono!-grita mi querida madre en mi oído.
-¿Acaso recuerdas que de aquí son unas horas de diferencia bastante importarte y que podría estar durmiendo plácidamente?-le pregunté reprochándola.
-Oh, Ema, es que debo darte una noticia que te encantará y estoy muy emocionada por ello-dijo y pausó por un momento-¿Recuerdas a mi novio Adam del que tanto te hable?-.
-Si madre, era el tema central de cada una de tus llamadas-dije rodando los ojos.
-Está bien... ¡Nos casamos en dos semanas!-volvió a gritar, quitándome el sueño.
-¡Oh, me alegro mucho por ti!-dije tratando de parecer muy alegre por la idea, yo siempre mantuve la esperanza de que mis volvieran a estar juntos, pero al parecer no iba a suceder.
-Ya hable con tu padre, el día antes de la boda te vuelves para casa, ya tiene el pasaje-.
-¡Oh, que pronto!-dije estupefacta.
-Si Ema, mejor te voy dejando así puedes ir empacando tus maletas-aunque faltaban unos cuantos días.
Se despidió de forma alegre y colgó.
Me desplomé en la cama, pensando.
Era la hora de volver a Inglaterra, mi hogar, donde todos los recuerdos yacen o yacían, porque estaban saliendo a flote en este mismo momento.
Suspire reiteradas veces.
Volvería a ver a Liam y Sophie, quienes me llamaban frecuentemente.
Suponía que mis amigos de aquí estaban invitados también.
Y lo vería a él.
Estaba convencida de que lo había olvidado, pero en el fondo se que no es así.
Eso sí, había madurado un poco más, ahora con mis diecinueve años, era una persona mas confiada en sí misma, más segura, con más experiencia.
Estaba viviendo con mi padre, en Canadá, junto con Niall.
Estos tres años comencé a preparar medicina en la facultad, y ahora estaba de vacaciones, aunque no por mucho.
Había intentado estrechar relaciones con alguien de por aquí, pero me resulto difícil después de todo lo que pasé, juro que lo intenté. Pero nadie se comparaba con él. Lo admito y no debería estar pensando en esto.
Me volví a arropar y caí en un profundo sueño vacío.
(...)
Estas dos semanas se habían pasado volando, ya me encontraba en mi territorio haciendo los chequeos de los documentos.
Me quedaría un mes aquí.
Salí por fin del aeropuerto, encontrándome con mi muy feliz madre y mis dos mejores amigos a quienes abracé a más no poder.
Como extrañaba esto.
La vuelta a mi hogar entre risas fue rápida.
Ver mi casa, despertó muchas anécdotas en mi mente.
Y sobretodo la punzada en el pecho al observar la casa de Harry disimuladamente y nuestros balcones detenidamente.
Estos recuerdos eran los que quería mantener enterrados para siempre.
Llegué a mi cuarto, bloqueando los sentimientos revividos y luego de cenar me acosté en mi antigua cama, mañana sería un día muy largo.
(...)
-Hora de despertar Ema, ¡Es el gran día!-exclamó mi madre corriendo todas mis cortinas.
Me desperté un poco más emocionada por esta celebración.
Sophie había acordado venir y así prepararnos juntas.
Y así fue.
La hice pasar a mi habitación la cual se encontraba muy desordenada.
El vestido que usaría se encontraba extendido en mi cama. Era nuevo y estaba segura de que estaba hecho para mí.
De un color crema el cual contrastaba con el tono de mi piel, era corto y bastante ajustado, no como la antigua Ema acostumbraba a usar.
Sophie llevaría un vestido esmeralda, del color de sus ojos, al igual que los de él.
(...)
Faltaban tres horas para que comenzara la boda, mi madre se encontraba en pleno estado de nervios y sinceramente se encontraba hermosa con su vestido blanco de novia clásico y un toque de maquillaje natural.
La dejamos en la sala y subimos a mi cuarto, era hora de alistarnos.
Comenzamos por el cabello, yo lo deje caer suelto con ondas, sencillo, a lo largo de estos años me había crecido bastante.
Sophie se hizo un recogido que le quedaba de maravilla, de seguro dejaría a Liam de boquiabierta.
Luego de que se maquillara me dio una mano a mi.
-Uhm...-balbuceó-¿Sabes que él estará allí, verdad?-asentí, respirando hondo, tenía que demostrar que lo había superado-¿Y también sabes lo emocionado y ansioso que está por verte?-preguntó y me tensé. Eso no lo sabía.
Negué lentamente con la cabeza.
-Se que no te merece, por todo lo que te hizo-comenzó precavida-Pero, ¿sabes? A lo largo de estos años cambio mucho, no salió con absolutamente con nadie y comenzó a darle más importancia al estudio, ¿y lo mejor? Lo hizo por ti, él fue paciente y te espero, aún lo hace-susurro.
El aire se encontraba atascado en mis pulmones, había olvidado algo tan básico como respirar.
-No te estoy diciendo que le des otra oportunidad-dudó un momento-pero por lo menos interactúa con él, y te darás cuenta de lo cambiado que está, créeme, todos estamos muy sorprendidos por su cambio-.
No sabía ni que pensar, mi cabeza daba vueltas.
-Demuéstrale la mujer hermosa en la que te has convertido-me alentó Sophie, terminando con los retoques finales.
Tomé el vestido, me lo pusé, coloqué mis zapatos y listo.
Me miré al espejo, ese reflejo no era el mío. Me veía alucinante, asombroso.
Por detrás se asomo Sophie quien lucía hermosa y asintió.
Era hora de ir a la Iglesia.
(...)
Faltaban cinco minutos para entrar, mi madre no se quedaba quieta.
Yo entraría del brazo con ella, rompiendo un poco con la tradición ya que mi abuelo había fallecido hace ya algunos años.
-Ema, se que este no es un buen momento, pero te quiero agradecer por ser tan buena hija-dijo emocionada tomándome del brazo firmemente.
Ya era hora, todos los invitados se encontraban dentro.
La música de Iglesia comenzó a sonar. Las grandes puertas se abrieron de par en par. Absolutamente todos los invitados enfocaron su vista en nosotras, mientras los murmullos se aplacaban.
Camine firme sobre la alfombra roja. En el altar se encontraba el apuesto futuro esposo de mi madre, Adam.
Cuando llegamos allí, la deje y me posicione al costado, de frente al público.
Comencé a distinguir caras conocidas. Mi padre se veía feliz por mi madre, al igual que Maura, sentada a su lado.
Niall, Kim y Alba estaban allí también, me sonreían.
Fijé mi vista en Liam y Sophie quienes miraban hacía mi madre emocionados, de la mano.
Luego Louis, con su risa cómica tirando de sus labios y a su lado Jamie, mi amigo con el que había fingido salir.
Luego Logan, quien estaba realmente apuesto, con quién acordamos estar mejor como amigos. Le di mi mejor sonrisa de saludo.
Luego respire hondo, y fijé mi mirada con esos ojos esmeralda que tanto había extrañado.
Mis piernas me estaban por fallar, justo ahora.
Se veía implacable, con un smoking negro simple, una moña ajustada.
Se veía más fornido y más alto. Sus rulos eran los mismos, los cuales dan ganas de acariciar.
Volví a mirar sus ojos, y sentí una punzada en mi pecho. Su mirada era muy profunda, intentando leerme, sus ojos entrecerrados me prestaban atención solo a mi, demasiado intimidante. No podía apartar mis ojos de allí.
Hasta que volví atención a mi madre en cuanto el padre mencionó "Puede besar a la novia" y todo el mundo aplaudía. Todos menos él y yo.
Al terminar la celebración religiosa, mi madre se cambió por un vestido más práctico y nos dirigimos a la fiesta.
Ya todo el mundo se encontraba dentro del salón, la música se escuchaba desde afuera.
Entramos en allí y nos recibieron con un fuerte aplauso y el vals.
Luego comencé a saludar a las personas, hasta que llegue a mi grupo de amigos.
Allí estaba Harry Styles. El chico que robó mi corazón desde el primer instante.
Saludé uno por uno, Sophie me guiñó el ojo cuando me acerqué a su hermano. Pero vi algo que me inquieto bastante. A su lado había una chica con quien reía, ella no estaba en la boda.
No había notado mi presencia aún.
La chica lo abrazó y el le correspondió. Eso dolió.
Me arrepentí y di la vuelta, ignorando el dolor, pero yo con la buena suerte que tengo, me tropiezo con un pequeño escalón y caigo, llamando su atención.
Observó mi cara desencajada y se dio cuenta de que algo iba mal.
Siguió mi vista hacia su acompañante y allí entendió mi estado.
Se acercó corriendo hacía mi y me levantó.
Me recibió con un cálido abrazo, su aroma se impregnó en mí, di un respingo.
-No es lo que parece-me susurro al oído, mi piel se erizo-.
Vi acercarse a Louis al grupo y tomar a la chica que estaba con Harry de la cintura. Allí fue cuando caí en la cuenta de que no tenía nada con Harry. El alivio me recorrió por completo.
-¿Puedes apoyar el pie?-preguntó preocupado y yo asentí.
Traté de acomodarme lejos de sus brazos con toda la fuerza de mi voluntad pero casi tropiezo de vuelta.
Me cargó y me llevo fuera del salón, mi cara no daba más de rubor.
-No sabes lo que te he extrañado-dijo tomando mi cara con ternura-estas hecha una mujer muy hermosa, como siempre-apoyó su frente con la mía. Yo lo permití.
-He cambiado Ema, por ti. Me di cuenta que sin ti no puedo vivir, ahora se que eres la indicada-.
-Te amo Ema Miracle, estoy profundamente enamorado de ti y esta vez no te dejaré ir tan fácil-.
Me besó de manera apasionada y dulce, yo le correspondí, hasta quedarnos sin aire. Sonreí de verdad.
Estaba cansada de fingir que ya no me importaba, estaba dispuesta a confiar en él y darlo todo por el amor.
Y me enamoré por segunda vez de Harry Styles, como hoy ya no se enamoran.
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No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADA
FanfictionPrólogo "You have to believe it and you hate it. I don't have to and I think it's beautiful." Harry Styles, el típico mujeriego de la zona, jugar con las mujeres es su habilidad y seducir su estrategia. No le importa lastimar a nadie, con el hecho d...