Capitulo 38

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Llegué a mi hogar irradiando felicidad y con una sonrisa de oreja a oreja.
Jamie me preguntó en repetidas ocasiones que había sucedido, obteniendo solo sonrisas por mi parte. Comenzaba a desesperarse.
Pasé toda la tarde-noche risueña, haciendo los quehaceres de la casa, tarareando algunas canciones incomprensibles.
Por la noche, salí al balcón al notar el suyo abierto de par en par.
Sonreí, entusiasmada por la idea de verle.
Pero me lleve una sorpresa desagradable. Harry se encontraba de costado, por lo que no podía ver sus facciones con completa claridad y al frente de él, se encontraba Natalie, la chica que me había traicionado fingiendo compartir una amistad conmigo.
Harry no me había divisado, pero ella sí. Y se aprovecho de eso.
Se tiró prácticamente sobre Harry y lo besó desesperadamente, solo para demostrarme que Harry le pertenecía.
Él, al parecer dudo un momento, pero la apartó y bufó para luego echarla bruscamente de su cuarto. Me gusto eso.
Igualmente, no podía evitar sentirme decepcionada, y muy, muy insegura.
Nunca iba a ser mío por más que lo deseara, eso era indudable.
Todas las chicas iban detrás de él, y hacían lo posible por estar con él, lo deseaban de forma exasperante.
Y lo peor: eran bellas y ricas. Rubias despampanantes, con curvas perfectamente marcadas, reconocidas por el mundo o morochas impactantes.
Y luego estaba yo: una chica completamente normal, más plana que una tabla, encerrada en mi propio mundo, para nada fenomenal. Genial.
Fue ineludible sentirme desanimada por crear falsas esperanzas. No tenía nada que festejar, ni alguna virtud que me salga a relucir.
Otro de mis problemas era que pensaba demasiado las cosas, como ahora.
Subí mi mirada y me encontré a el causante de mis pensamientos.
En su mirada se notaba un ápice de disculpas y lastima.
No quería que sintiera lástima por mí, como si fuera totalmente indefensa-aunque lo era en ocasiones y me retaba por ello-.
Retrocedí unos pasos hacía atrás, su cercanía me distraía.
Me miraba apenado y preocupado.
De un abrir y cerrar de ojos lo tenía delante de mí, había saltado el balcón.
Bajé la cabeza al notar que la mirada se me nublaba. No quería llorar, no quería sentirme débil.
-Lo-lo siento, no tendría que haber visto eso. Lamento interrumpirlos-dije farfullando.
Él solo atinó a pegarse más contra mí y levantó mi barbilla.
-Desde aquí en adelante quiero que sepas que soy tuyo y tu eres mía. Los únicos labios que voy a saborear son los tuyos y a pesar de que tengamos que pasar por estos problemas, voy a hacer todo lo posible para evitarlos. Odio verte llorar por mi culpa. No te sientas mal, sabes que ella quería provocarte-dijo y al ver que yo no emitía respuesta añadió:-Te amo Ema Miracle, no voy me voy a cansar de decirlo, eres la primera y serás la última persona a la que se lo diga. Te aseguro que mis sentimientos hacia ti son sinceros, no quiero volver a echarlo a perder. Solo te pido que confíes en mí y me des una única oportunidad de mostrarme tal cual soy y remediar todo lo que te he hecho aunque no sea suficiente ¿Te digo algo? Tu forma de besar me mata, nunca he sentido algo así al hacerlo-dijo esperando respuesta.
Cada vez que hablaba así, me dejaba sin habla, muda de pies a cabeza.
Solo asentí y me abrazó. Posé mi cabeza sobre su pecho, escuchando la melodía que emitía su corazón implacable.
Él solo atinó a dejar un tierno beso sobre mi coronilla, quedando así por un rato largo. Estos pequeños detalles suyos, creaban una perfecta armonía. Mientras durara, era completamente feliz.

Luego de otro rato largo, lo invité a pasar a mi habitación. La contempló a su manera y luego nos recostamos en la cama, con la vista hacia el techo.
Su mano se entrelazó tímidamente con la mía. Su contacto me hacia vibrar.
Luego se recostó de costado, contemplándome. Me sentía algo nerviosa bajo su mirada intimidante y hermosa.
Me dirigí hacia él, quedando cara a cara. Contemplé sus ojos, los cuales brillaban de manera única.
-Eres hermosa-dijo y mis mejillas se tornaron rosadas al instante-amo cuando te sonrojas-añadió luego.
Yo me reí y él solo se acerco más a mí, pegando su frente con la mía.
-¿Eres Harry Styles o te lavaron el cerebro?-pregunté con el ceño fruncido.
-Tú me lavaste el cerebro-dijo y comenzamos a reír.
Luego de algunos besos y susurros, nos quedamos profundamente dormidos, juntos.

(...)

Desperté debido a el rayo de luz que se filtraba por mi ventana que daba directamente a mi rostro. Intenté levantarme para dirigirme al baño, pero fue en vano ya que unas manos me aferraban fuertemente por la cintura, impidiéndome moverme.
Recordé la noche con Harry y sonreí. Me di la vuelta para encontrarme con su rostro aplacado, y su respiración pausada.
Sus rulos estaban algo enmarañados y sus labios entreabiertos.
Parecía un ángel, hasta dormido era perfecto.
Se removió un poco y sus ojos se entreabrieron.
Al notarme, me regaló una sonrisa y depositó un empalagante beso en mis labios.
-¿Cómo has dormido?-preguntó.
-Mejor que nunca-dije sonriendo torpemente.
-¡Diganme que no es lo que parece!-dijo una tercera voz desde la puerta.
Me di la vuelta lentamente, con miedo. Jamie se encontraba allí con los ojos abiertos de par en par y su boca desencajada.
Y lo comprendía. De la noche a la mañana ya no odiaba a Harry Styles, y estábamos juntos, en la cama.
-Jamie, por favor, cálmate. No ha pasado nada-aseguré pero él pareció desconfiar.
-En cinco minutos quiero que este fuera de esta casa-dijo y se marchó.
Volví mi vista hacia Harry quien me miraba sin alguna expresión.
-Creo que debo irme-dijo levantándose, alisándose la ropa arrugada.
-Hum... ¿te veo luego?-pregunté insegura.
Él asintió y me regaló otra de sus sonrisas torcidas.
Antes de irse, tomó mi celular, agendó su número e hizo lo mismo con el suyo.
Salió al balcón y lo acompañé. Se acercó hacia mi y me plantó un beso que me dejó desconcertada por varios segundos.
Me adentré en la habitación y encontré a Jamie sentado en mi cama de brazos cruzados y la ceja levantada.
-¿Qué explicación tienes para esto?-preguntó con tono enfadado.
-Hicimos las pases-.
-Claro que lo hicieron, lo acabo de comprobar-dijo irónico, haciendo que mis mejillas se sonrojaran.
-Te aseguro que no ha ocurrido nada, solo dormíamos-.
-Ajam-asintió el. No me creía en absoluto.
-Jamie, por favor...-dije rogando que no empezara una discusión sin sentido.
-Está bien. Ven aquí-me dijo envolviéndome en sus brazos tonificados, formando un abrazo.
-¿Le has dicho que no estamos saliendo en realidad?-preguntó.
-Uhm... No, pero tampoco pareció importarle-dije riendo.
-¿Quieres ir al parque?-preguntó y yo asentí. Necesitaba un poco de aire.
Fuimos caminando hacia el parque, hoy el día estaba soleado.
Llegamos y nos sentamos en unas bancas, frente a los juegos en donde los niños jugaban despreocupados.
Entre la multitud divisé a Julieta, la niña que había visto en varias ocasiones, con la que me había sentido identificada.
Estaba de la mano con el niño que antes la fastidiaba, ahora eran muy buenos amigos y se veían adorables.

No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora