Estuve horas leyendo y mi estómago comenzó a sonar, al abrir la mochila encontré milagrosamente una manzana, por supuesto, la comí y continúe mi lectura, estaba muy entretenida para dejarla.
Abrí mis ojos de golpe, y mire a mi alrededor, me ubiqué en donde me encontraba.
-Oh no- exclamé, me había quedado dormida.
Miré mi celular eran las cinco de la tarde, me había quedado dormida leyendo, la verdad había dormido más que una pequeña siesta.
El sol se estaba ocultando entre las montañas, debía apurarme si quería llegar con la luz del día. Mi madre debía estar muy preocupada, al igual que Liam.
Mire hacía el horizonte, las nubes grises amenazaban, una tormenta seguro. ¿Cómo el día, de un momento para otro, cambia radicalmente?, el cielo se estaba cubriendo por las nubes amenazantes grises, y todo se estaba oscureciendo rápidamente
Me paré, guardé mi cosas y emprendí el viaje de vuelta.
Media hora, media hora hacía que caminaba rápidamente sin parar por el camino marcado, ya se escuchaban los truenos y los relámpagos iluminaban el cielo. Todavía no estaba oscuro por completo.
Una hora en total, caminando, estaba agotada, ya había pasado la mitad del camino, la gotas comenzaban a caer en mi rostro, me apuré más, comencé a correr, ya que el barro que se formara cuando lloviera aún más fuerte, era peligroso ya que me podía resbalar, sin contar que ya estaba bastante oscuro, lo bueno era que quedaba media hora para llegar aproximadamente. Me sentía desesperada corriendo a más no poder, bajo la lluvia.
Quince minutos más, el agua que corría parecía una cascada, yo era parte de ella literalmente, el camino ya estaba desapareciendo, por lo que estaba cerca, ya que el camino no aparecía inmediatamente en el campamento. Estaba totalmente empapada, diluviaba y tronaba, era algo aterrador, había mucho barro.
El camino ya no estaba más, ahora venía la parte más difícil, atravesar las ramas, troncos, barro y el frío gélido.
Comencé a pasar entre las ramas lo más rápido que me lo permitían estas, me raspé con una rama pequeña en el rostro, pero nada grave, solo ardía.
Ya atravesadas las ramas, seguí por trepar los troncos, la lluvia descontrolada no me permitía ver muy bien.
Iba trepando muy bien los troncos, pero justo en ese momento me tropiecé con una pequeña rama, y caí.
Me levanto, tenía la rodilla raspada, salía un poco de sangre, me dolía un poco el pie, pero eso no me impedía seguir mi camino, bastante dolorida seguí, quería llegar de una vez.
A paso más lento, había pasado los diez minutos, caminando y caminando, ya no me quedaba más agua, pero lo bueno era que estaba a cinco minutos del campamento y el camino ahora estaba más firme.
Divisé el árbol con sus flores diferentes a las demás, destacaba de entre todo el verde, el árbol de cerezos se encontraba frente a mi y vi el humo de la seguramente fogata que habían prendido en el campamento, corrí a pesar del dolor que tenía en el cuerpo, la adrenalina me hacía seguir adelante, la lluvia seguía, pero no tan fuerte.
-¡EMA!-Logré escuchar la fuerte voz de Liam, me sentía segura.
Me apresuré y cuando estaba más cerca, le grité con las fuerzas que me quedaban.
-¡LIAM!-Le devolví el grito.
Ya veía las tiendas, allí se encontraba Liam y Harry parados mirando hacía todas direcciones, hasta que la de Harry se paró en mi, su mirada era extraña, nunca la había visto, quizá fuera ¿preocupación?, o quizá estaba delirando de lo cansada y dolorida que me sentía. Segundos después se posó la de Liam, quien vino corriendo y me abrazó.
-¿Dónde demonios te habías metido? Siempre me andas preocupando-Me abrazó aún más fuerte, yo solo tenía la mirada en Harry, quien me miraba fijamente. Me estremecí, sentí algo en el estómago, según algunos, las típicas mariposas, mis piernas temblaban, no solo del cansancio.
-¿Dónde están los demás?-Le pregunté a Liam.-Te estaban buscando por los alrededores. Pero tranquila, ya les avisé que volviste, y me indicaron que iban a la ciudad más cercana para comprar alimentos y esas cosas.
Se separó de mi y me observó la rodilla lastimada.
-Ven, tenemos que desinfectarte eso- haciendo una mueca, me tomó de la mano y me llevó a la tienda. Harry había desaparecido de allí, se había acomodado a lo lejos y por lo visto hablaba con alguien por su celular. Ugh, no lo mires.
-Cámbiate por algo más cómodo y abrigado y yo te curo la herida- Liam me sacó de mis pensamientos, ¿se imaginan a un Harry, con las actitudes que tiene Liam? Sería en verdad perfecto, pero volviendo a la realidad, no iba a ser así.
Entre a la tienda, me cambie y salí. Remangué mi pantalón hasta mi rodilla y Liam la empezó a curar, ardía un poco, pero yo no estaba prestándole atención, estaba distraída, de vez en cuando miraba a Harry, quien seguía hablando por teléfono. De vez en cuando, uno de los miles tipos de sonrisas aparecían sobre su rostro, saqué por conclusión que debían ser una de sus cuantas conquistas.
Él siempre salió con las chicas perfectas, figura perfecta, rubias, ojos claros, elegantes y populares, ese era su estereotipo de chica, la chica perfecta para él, cuanto más superficialismo encima mejor.
Yo, en cambio, era todo lo opuesto, era una chica corriente, no me consideraba linda, no tenía ese "algo" especial que me destacara, yo pertenecía a otro grupo, no me sentía a su alcance, era inferior.
Cuando comenzaba a pensar en esto, la depresión me consumía y siempre terminaba recordando lo cuanto que extraño a mi hermano Max, como anteriormente había contado, murió en una tormenta.
-Ya vengo, voy a buscar leña para mantener la fogata- me dijo Liam.
Asentí la cabeza apenas prestando atención a sus palabras. Mi mente me estaba haciendo recordar los momentos que había pasado con mi hermano, esos momentos especiales, cuando era más feliz.
La primer lágrima corrió por mi mejilla, y la intensidad iba aumentando.
El primer sollozo salió y me tapé la boca, no quería que Harry me viera es este estado de debilidad.
Miré y vi que que no estaba lloviendo, entonces aproveché y salí sigilosamente de la zona de nuestro campamento y me senté abajo del árbol de cerezos.
Desde allí no se escuchaban los sollozos que largaba a medida que los recuerdos me acechaban.
Recuerdo uno en especial, un día llegué de la escuela llorando, tenía unos 8 años, y había visto a Harry darse un pequeño beso con una chica, imagínense, ya desde chica sufría por él.
Mi hermano siempre me consolaba.
"Pequeña, no te preocupes por ese chico, el no te merece" Me repetía todo el tiempo.
"Pero, yo lo quiero" Le contestaba siempre.
"Pero él es malo contigo, otras personas si merecen tu amor no él" Me decía.
" ¿Tu me quieres?" Le preguntaba siempre, luego de este tipo de charlas.
"Por supuesto que sí Ema, siempre estaré aquí para ti, te lo prometo" Me daba un beso en la mejilla y me revolvía el pelo.
Pensar en este recuerdo me derrumbaba, lo necesitaba consolándome, a mi lado, como me había prometido.
Otro sollozo inaudible salió de mi garganta, mi cara era una cascada, como la lluvia que había caído hoy.
Lo que no sabía, era que Harry al verla así, había decidido seguirla y se encontraba atrás del árbol, viendo como se desahogaba de su sufrimiento, y esa fue la primera vez en la que se sintió culpable.
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No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADA
FanfictionPrólogo "You have to believe it and you hate it. I don't have to and I think it's beautiful." Harry Styles, el típico mujeriego de la zona, jugar con las mujeres es su habilidad y seducir su estrategia. No le importa lastimar a nadie, con el hecho d...