Capitulo 40

215 16 1
                                    

Me desperté de golpe por una pesadilla. Estaba sudando. Tomé mi móvil y antes de ver la hora, la cantidad de llamadas perdidas llamaron mi atención.
40 llamadas de Harry... ¿Eran demasiadas, no? Me fije en la hora de la última. Seguía insistiendo hasta hacia segundos. Eran las tres de la madrugada.
Me recosté en la cama nuevamente, evaluando si llamar o no hacerlo.

Recordé la absurda pelea que habíamos tenido hoy a la tarde. Recién-no tanto- caía en la cuenta lo mucho que me afectaban sus sutiles palabras.
Me había marchado enojada de allí y no había prestado atención a mi móvil. Jamie me había preguntado que sucedía, pero lo ignoré de mala manera, recibiendo por su parte un "te lo dije" como reproche. Mañana tendría que disculparme.
Agh, esto era tan frustrante.
Me coloqué boca abajo, pegada a la mullida almohada y ahogué un grito. No quería despertar a mi madre ni a Jamie.
Pensar demasiado mareaba, pero distraía.
Pero unos golpes me sacaron del trance. Estos procedían-desesperados- de la puerta que daba a mi balcón.
Me levanté y me dirigí hacía allí. Era Harry, de eso estaba segura.
Su sombra revelaba sus rulos enmarañados, al parecer se había desvelado al igual que yo.
Abrí la puerta lentamente, tratando de hacer el menor ruido posible.
¿Pero que sucede? Harry se tira sobre mí, abrazándome de forma salvaje, mientras muchas disculpas salían como susurridos sin parar.
-Espera Harry-dije, liberándome de sus brazos.
Me levanté, corrí hacía la puerta, la abrí, me asomé y miré alguna señal de vida, volví y la tranque con el seguro, por sí acaso.
Observé a Harry. Ahora se hallaba parado en la puerta del balcón mirándome arrepentido, llevaba puesto un piyama abrigado azul.
Puse mi mejor cara de enfado y le devolví la mirada. Solo para divertirme un poco. En realidad, ya lo había perdonado.
-Lo-lo siento-dijo, nervioso, moviéndose el pelo.
Contuve las ganas de reírme, ¿Harry el egocéntrico Styles, nervioso y balbuceando? Oh, esta era otra de sus nuevas facetas.
-No pre-pretendía hacerte daño-agregó bajando la cabeza.
Al ver que no respondía se alejo más.
-Sie-siento despertarte, esto ha sido una pésima idea-dijo dándose la vuelta, marchándose.
Ugh, esto de actuar me hacía sentir culpable.
Corrí hacía él y lo abracé por detrás.
-Siempre estuvieron bien las cosas entre nosotros, olvidemos la discusión de hoy-le dije con mi rostro pegado a su fornida espalda, con la voz ronca.
Cerré lo ojos, la presencia de Harry me tranquilizaba. La paz reinaba en mi habitación.
Al cabo de unos segundos, empezó a respirar más agitadamente.
-¿Harry?-pregunté, temiendo por que le sucediera algo.
Se dio la vuelta y me miró fijamente, con su mirada verdosa intimidante.
Me tomó por las mejillas, y se acercó rápidamente pegando sus labios incontrolables sobre los míos.
El beso se tornó apasionado. De pronto, la habitación se había vuelto calurosa. Mis manos se dirigieron a su cabello, enredándome en él.
Harry, por su parte, me pegó contra la pared más cercana, y lancé un jadeo que me sorprendió a mí misma. Nunca me había sentido tan ardiente.
Me sobresalté al sentir la mano de Harry subiendo mi remera de piyama. Y fue allí, cuando entre en razón y tomé su mano, deteniéndola.
-Espera, Harry-traté de decir, agitada.
-¿Qué ocurre?-preguntó pegando su frente con la mía.
-No quiero ir más lejos, no ahora. Lo siento Harry, sabes que soy diferente, no como las otras que has estado y no quiero hacer las cosas precipitadamente. Tal vez cometiste un error al enamorarte de mí. La verdad es que es que quiero sentirme segura cuando sea mi primer vez. Sí no hubiese parado las cosas en este momento, me sentiría arrepentida luego de que sucediera, sinceramente-.
-Está bien cariño, esperaré por ti-dijo y esas palabras me hicieron sonrojar.
Se acercó nuevamente y antes de que pudiera protestar, me dió un beso dulce.
-Me tengo que ir-susurró.
-Quédate, por favor-.
-No quiero estar en una situación como la anterior, imagínate si hubiese sido tu madre... No quiero ni pensarlo-.
-Por favor-rogué con tono infantil-aseguré la puerta-.
-Está bien-dijo sonriendo y rodando los ojos.
Lo tomé de la mano y nos tiramos sobre mi cama.
Coloqué mi rostro en su pecho, y a los pocos segundos caí en un profundo sueño.

Harry dormía a mi lado, con la boca entreabierta inocentemente.
Me fije por la ventana. El día estaba gris, una gran tormenta amenazaba, el cielo se veía violeta, extrañamente amenazante.
Esta vez, el clima no coincidía con mi estado de ánimo, por ahora.
El ruloso se removió en la cama, mientras yo me sentaba, recostándome contra el cabezal de esta.
El cielo ya se quejaba, pero todavía no había rastro de lluvia.
Luego de un rato, algo empezó a vibrar y luego una canción empezó a sonar.
Me levanté bruscamente, el ruido era impresionante y muy potente, tenía miedo de despertar a alguien.
Busqué de donde provenía la canción imparable, caminé torpemente a causa del sueño, y tropecé, quedando cara a cara con el aparato que emitía la melodía.
Estaba en el bolsillo delantero de la cazadora de Harry. Rebusqué en este y saqué su móvil en mis manos.
La pantalla indicaba un nombre desconocido para mí. De una chica.
"Abbie"
Atendí, no iba a quedarme con la duda, eso me destrozaría.
-¿Harry?-preguntó una voz demasiado chillona para mi oído.
-No se encuentra-respondí tajante, hirviendo de celos.
-Oops, bueno, cuando lo veas, dile que no se olvide la noche pendiente que tenemos hoy-agregó con una risita estúpida.
-¿De qué hablas?-dije confundida y muy, muy enfadada.
-Oh, ¿tu noviesito Harry no te lo dijo? Mi querida e inocente Ema, pensé que eras más inteligente que esto. No eres la única que anda con Harry-dijo para terminar.
-¿Piensas que te voy a creer?Aparte de que no tengo la menor idea de quien eres, las últimas semanas estuvo todo su tiempo a mi lado, es imposible ¡estúpida!-susurré, rabiosa y al mismo tiempo con el miedo disimulado.
-Tengo pruebas-dijo, sin perder la seguridad y burla en su voz. Si esto era mentira, le daría un premio por buena actriz.
Y si era verdad... No quería ni imaginarme.
-¿Por qué no te buscas una vida, en vez de molestar en la nuestra? No te atrevas a llamar nunca más a este número, y bórralo-corte enfurecida.
-¿En serio quieres seguir estando con él, después de hacerte lo que ha estado haciendo?-preguntó misteriosamente, logrando aumentar mi curiosidad.
No contesté.
-Si quieres ver las pruebas, ven a la dirección que te enviaré en un mensaje, en este momento-.
-¿Crees que soy estúpida?¿Porque me tomas?-escupí.
-Te estoy diciendo la verdad, si quieres sacarte dudas, ven-dijo, aumentando mucho más mi curiosidad.
-Está bien, manda la dirección y en un rato estoy allí-dije segura, odiaba quedarme con la duda.
Al segundo que corté el móvil, este comenzó a sonar con otra melodía.
Abrí el mensaje, me coloqué un suéter y salí directo hacia la dirección que raramente se me hizo conocida.

Comenzó a llover y me apresuré, con el objetivo claro nada me iba a detener.
Maldecí por no haber traído un paraguas siquiera. Era un diluvio, literalmente.
Ya mojada de pies a cabeza, me paré frente a una casa y me adentré al jardín de ella, eso indicaba la dirección.
Apenas toqué la puerta, esta se abrió bruscamente y como no había nadie, entre. Estaba nerviosa.
De repente, estaba todo oscuro. Afuera seguía lloviendo sin parar y los truenos resonaban por toda la casa. Escalofríante.
Presencié movimientos a mi espalda y me dí la vuelta.
No, no, no y no.
No podía estar pasando.
-Pe-pero ¿cómo?-dije llorando.
Harry se estaba besando con una chica, apasionadamente. Como sí yo no estuviera allí, presenciando la escena.
Caí de rodillas, mientras miraba el panorama.
Al instante, Harry me dirigió una mirada y sonrió, con malicia.

Me desperté con el corazón desenfrenado y la respiración acelerada. Todo había sido un maldito sueño. Mis mejillas estaban bañadas en lágrimas frescas. ¡Había sido tan real! Miré hacia la ventana, ni rastro de aterradoras tormentas, un sol radiante en lo alto del cielo. Ahora dirigí mi mirada hacía mi lado, Harry no se encontraba allí. Me asusté.
Tomé mi móvil y marqué su número, desesperada.
Él atendió al segundo tono.
-¡Harry!-murmuré ahogádamente, mientras comenzaba a llorar de vuelta.
-¿Que sucede Ema? Espera, en un segundo estoy allí-dijo y cortó, mientras yo trataba de respirar hondo y tranquilizarme.
El entró por el balcón e inmediatamente se acercó a mí.
-¿Qué ocurrió?-preguntó, envolviéndome en sus brazos.
Cerré lo ojos, deleitándome con su aroma, me sosegaba.
-Tu-tuve una pesadilla, tú estabas allí y te besabas con otra chica en mis ojos, tenía mucho miedo de perderte... Bueno, todo el tiempo lo tengo. Siento terror al pensar que me dejarás por otra, ya que soy fea y no tengo algo que me destaque y no...-.
-Sh-me detuvo, colocando su dedo índice en mis labios- Eres hermosa y única. Nunca he sentido por otra chica lo que siento por ti, te amo y eres la segunda persona a lo que se lo he dicho-aseguró.
-¿Quién fue la primera?-pregunté recelosa.
-Mi madre-dijo riéndose y contagiándome.
-¿Y tu hermana?-pregunté, con una mejora notable de mi estado de ánimo.
-Oh, la verdad es que no la quiero, es muy fastidiosa-dijo y reímos.

Harry me quería, de eso estaba segura.

___________
Este es el último, dentro de un rato subo más, comenten si así lo quieren, ¡por favor! c: Beso

No Todo Es Lo Que Parece {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora