Capitulo 3

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Capítulo 3

Amanecía en Berk, el sol brillaba, los terribles terrores cantaban en el techo, eh Hipo se despertaba con los rayos del sol que se filtraban por la ventana. Hipo se levantó como cada mañana, mirando como dormía plácidamente...o en esta ocasión, cómicamente su amigo escamoso. 

–Chimuelo...pero que te...jajaja – el castaño no puedo evitar reírse de su amigo por su peculiar forma de dormir, estaba acostado con el pecho y patas hacia arriba y las alas extendidas, su lengua salía de su boca sin dientes al igual que una gran cantidad de su pegajosa saliva. Hipo no pudo evitar reírse nuevamente y negó con la cabeza, miro hacia la pequeña mesa que estaba al lado de su cama y pudo ver el libro de patapez con la página suelta aun. Un escalofrió le recorrió la espalda, Patapez podría ser tranquilo y demás, pero nunca se sabía que podría llegar a hacer si alguien se metía con sus libros.

 –Ay no, no, no... que voy a hacer!?... patapez va a matarme –decía mientras se levantaba y caminaba de un lado al otro en su habitación hasta que...- Agh!!... chimuelo!!... tu saliva es asquerosamente...pegajosa!! ..si!, justo lo que necesito –Chimuelo ni siquiera se movió, parecía que nada sería capaz de despertarlo. 

Por otro lado, Hipo tomo la página, y paso uno de los lados por la lengua de chimuelo para luego pegarla al libro –Mmm...no se ve nada mal –decía hipo revisando que la pagina no se desprendiera, observo las notas sobre la diosa que yacían sobre el suelo y las tomo

 –Creo que me quedare con esto por ahora, luego se las entregare a patapez – decía metiendo las paginas en un cajón de la pequeña mesa al lado de su cama.

 –Muy bien...y ahora solo me queda despertar a chimuelo –decía observando al dragón –CHIMUELO!!! Despierta!! –Nada, ni siquiera un movimiento –Bien...entonces haremos esto por las malas –decía tomando a chimuelo de la cola y empezando a jalar –Despierta!...reptil inservible...-Nada aun, Hipo cansado comenzó a empujarlo, a jalarlo, pero parecía que nada podría mover al dragón

 –Bien...tu ganas, te dejare dormir...creo que iré a desayunar yo solo esta vez. –Al escuchar la palabra "desayuno" el dragón abrí sus ojos verde brillante y de un salto se levantó y salió por la ventana, corriendo lo más rápido que pudo al gran salón, lugar donde le esperaba una canasta de pescado. 

El castaño no lo pudo creer –Hubiera empezado por allí –Hipo salió de su casa con el libro en las manos en camino al gran salón, saludando con un gesto de su mano y una sonrisa a todos los que pasaban, había despertado con buen humor sin dejar de ...

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El castaño no lo pudo creer –Hubiera empezado por allí –Hipo salió de su casa con el libro en las manos en camino al gran salón, saludando con un gesto de su mano y una sonrisa a todos los que pasaban, había despertado con buen humor sin dejar de pensar en ese nombre

 –Astrid...-dijo el chico en voz baja.

-Quien es Astrid? –dijo una voz detrás del castaño

-Aaaa!! Patapez!... casi me matas de un susto –dijo el castaño algo molesto 

–Lo lamento Hipo... pero de que hablabas? Quien es Astrid?

-Eee...as...Astrid?? No...no sé de qué estás hablando...-dijo Hipo nervioso- Yo dije... Aaa...Hambre!...si jaja... tengo hambre... Oh! Tu libro, gracias por prestármelo... estuvo interesante y Aaa...Adios! –Dijo hipo entregándole el libro y corriendo en dirección al gran salón, evitando un mal momento.

Al llegar, fue inmediatamente a buscar algo de comer, todo era igual como cada mañana, Patán devoraba su tazón de pollo y los gemelos se peleaban por lo mínimo, Chimuelo comía su pescado, Patapez llegaba tarde otra vez y Estoico y Bocón charlaban, pero algo era extraño en esa conversación, cada vez que Estoico comentaba algo, miraba a Hipo de manera seria, pero el castaño no le dio importancia. Hipo se sentó en una de las mesas del lado este del salón, y se dispuso a comer mientras pensaba porque aquella chica le llamo tanto la atención, seria acaso curiosidad? No, era algo más, pero quería ignorar esa idea 

–No, no puedo enamorarme de una Valkiria, no puedo enamorarme de Astrid, pero aun así, iré a verla esta noche. –Dijo el oji-verde. Pero lo que no sabía era que alguien había escuchado y lo vigilaba desde las sombras.

***CHAN CHAN CHAN :v***

Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora