Capitulo 46

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Capítulo 46

-As...trid... -Pronuncio Lena sin dejar de observar a la rubia. El recuerdo de cuando la conoció y prometió protegerla invadió su mente como un rayo. Al verla en ese estado, la recordó cuando era tan solo una pequeña niña, cuando era inocente eh indefensa.

-Astrid... -repitió Lena ahora un poco más alto.

-Lena? –Se preguntó Astrid alzando la mirada. Su amiga se encontraba mirándola estupefacta, sin articular otra palabra que no fuera su nombre. De repente, la valkiria soltó el arma que tenía en manos y coloco sus manos a cada lado de su cabeza, los recuerdos la invadían y no podía hacer nada para detenerlos. Su piel empezó a aclararse y el rojo de sus ojos se convirtió en azul, las ondas de su oscura cabellera se volvieron rojas y pudo volver a pensar racionalmente.

-Astrid... -Repitió nuevamente la pelirroja abriendo los ojos.

-Lena! –Sollozo Astrid llorando esta vez de alegría al recuperar a su amiga.

-Shh...podrían escucharte. –Dijo señalando a Loki eh Hipo que yacían en el centro de la habitación discutiendo aún.

-La daga... -Dijo Astrid. –Si la conseguimos podremos derrotar a Loki.

-Y esa espada? –Pregunto Lena ignorando el comentario de Astrid y posando sus orbes azules sobre la gran espada que Loki tenía en sus manos. Un repentino recuerdo la invadía de repente. El rostro de una mujer que le sonreía mientras le entregaba un precioso collar con una piedra turqueza, collar que hasta el sol de ese día aun llevaba puesto escondido en el escote de su blusa. Mareada y nerviosa, trato de ignorar el recuerdo y poso su mirada en la de Astrid.

-Que decías? –Pregunto.

-Nunca escuchas... hay como te extrañe! –Exclamo abrazando a su amiga. Astrid le repitió nuevamente lo de la daga y posteriormente agrego:

-Crees poder ayudarme con esto? –Dijo mostrándole los brazaletes. –Hela me ayudo la última vez, debe haber algún interruptor o botón escondido por aquí... -Dijo revisando los artefactos. Lena los reviso eh introdujo su dedo en una pequeña ranura que el brazalete tenia recibiendo una descarga.

-Auch!... no volveré a tocar esas cosas. –Dijo Lena metiéndose el dedo índice a la boca para aliviar el dolor.

-Por favor... debo ayudar a Hipo pero estas cosas no me lo permitirán. –Le rogo Astrid. Lena meneo la cabeza de lado a lado pensativa y luego observo a las columnas de las valkirias, cada una con armas y armaduras preparadas para luchar si el momento lo ameritaba.

-Mira, esa valkiria tiene una daga...ire por ella. –Dijo Lena decididamente. Camino seriamente tratando de actuar como una de las valkirias malvadas, pero debido a que ninguna de las valkirias reales se movía, decidió que lo mejor sería esconderse de Loki. Corrió escondiéndose y mezclándose entre las valkirias hasta llegar a su destino, tomo la daga con cuidado y corrió hacia Astrid con el objeto en sus manos.

-Estás loca! No quiero que me cortes las manos! –Susurro la rubia enojada.

-Confía en mí, no te cortare las manos... a menos que sea necesario. –Dijo con una sonrisa. Astrid levanto sus manos y Lena metió la punta de la daga, por la pequeña hendidura. Logro mover algún interruptor escondido, aunque no supo si lo hizo bien debido a que Astrid callo de rodillas.

-Reviértelo...reviértelo... -Decía la rubia. Lena hizo lo indicado y cuando las cargas se detuvieron continuó buscando.

-Oye, no será esto? –Dijo levantando las muñecas de Astrid y mostrándole un pequeño, casi invisible botón en el borde del brazalete.

Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora