Capitulo 4

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Capítulo 4

Ese día fue el más largo para Hipo, después que termino de comer se dirigió a la academia a entrenar con los chicos y a prepararse para la carrera de dragones, luego de la carrera, en la cual gano Hipo por 2 puntos sobre Patán, fue con Bocón a ayudarlo en la herrería y fabricación de sillas. Tenía muchas cosas que hacer que hacían que el tiempo transcurriera más lento, haciendo parecer que el anochecer jamás llegaría. Luego de un arduo día, salió a volar con Chimuelo, vieron cada parte de la isla. Sus bosques, sus costas, Berk era un hermoso lugar. Fueron a un gran risco que tenía una preciosa vista del atardecer y se quedaron allí por un tiempo. 

-No estoy seguro del todo amigo

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-No estoy seguro del todo amigo. -Dijo Hipo observando el horizonte. -Pero siento... siento que debo ir. 

Luego de unos minutos, se fueron y se dirigieron a su hogar. El castaño tomo un bolso de piel con la cimera de Berk, y en esta metió un par de manzanas y pescado para Chimuelo. Además, el oji-verde limpio el escudo que hizo con el hierro de Gronckle, si la Valkiria era peligrosa, lo mejor sería llevar protección 

–Más vale dichosos que sangrientos, ¿cierto amigo? –Chimuelo solo asintió.

Aun era demasiado temprano aún, Hipo subió a su habitación al igual que Chimuelo y saco las notas para leerlas otra vez 

–Aquí dice que esta Valkiria siempre lleva consigo un Hacha dorada, creo que es muy buena idea no acercarme tanto –Hipo siguió leyendo –A diferencia de otras Valkirias, Astrid no baja a la tierra a refrescarse en los lagos o ríos, mayormente solo a entrenar... Mmm, no me gustaría que me usara como blanco –Dijo Hipo aun algo dudoso de querer ir o no.

–¿Tu que dices amigo? ¿Crees que deba ir a verla? –Dijo Hipo mostrándole otro dibujo de la Valkiria, en este llevaba un vestido azul y una trenza de lado. Chimuelo al ver el dibujo, comenzó a saltar de emoción –¿Parece que eso es un si? Jaja... creo que ya es hora, vamos amigo –Dijo Hipo metiendo las notas a su bolso y tomando su escudo.

–¡Vamos!- dijo subiendo a su amigo y saliendo por la ventana.

 Luego de un corto tiempo de vuelo sobre el pueblo y los arboles del frondoso bosque, llegaron al esperado lugar, donde Hipo se encontraría cara a cara con la joven valkiria de la leyenda.

–Chimuelo, quédate aquí –le dijo al dragón en voz baja –No quiero que la asustes –Chimuelo solo le ofreció una mirada de reproche. ¿Asustar?, él podría ser el dragón más tierno si quisiera, y eso no significaba que no lo fuera en ese entonces.

 –Aaa... pues...tal vez nunca allá visto un dragón...-Chimuelo no pareció escuchar y siguió su camino hacia el claro –O-Oye... ¡Chimuelo!...si te quedas aquí...Aaaa...te daré dos canastas de pescado mañana...además de los que llevo aquí ahora –dijo sacando 4 pescados de gran tamaño y mostrándoselos a su amigo. 

Chimuelo se detuvo y asintió entusiasmado tomando los 4 peces.

–Bien...quédate aquí hasta que yo vuelva –Dijo Hipo.

Estaba nervioso, no podía negarlo. Al llegar al claro se escondió en medio de unos arbustos, si quería verla debería ser precavido. Dejo su bolso en el césped y tomo su escudo, poco a poco fue observando el interior del claro, no había nada, todo estaba en un gran silencio. 

–¿¡Q..qu..que!? no, no esto...esto no puede ser así...no...no debería –Decía para sí mismo con gran tristeza, dio una última mirada al claro y se puso de pie para irse, no dio ni 5 pasos cuando un gran esplendor inundo aquel lugar. 

Se escondió nuevamente entre los arbustos mientras veía lo que pasaba

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Se escondió nuevamente entre los arbustos mientras veía lo que pasaba. Vio bajar entre un gran resplandor, a un hermoso cisne de ojos azules, este se posó suavemente en el césped y un aura celeste lo envolvió por completo, en poco tiempo se transformó en una joven de la edad de Hipo y sus plumas se transformaron en un vestido banco, con excepción de algunas que con la suave brisa cayeron justo a los pies del castaño. Hipo no creía lo que veía, el dibujo no le hacía justicia a tan hermosa diosa 

–Wow...-fue lo único que pudo decir en voz baja, pero fue suficiente para que la valkiria lo escuchara.

–Quien está allí? Muéstrate para que pueda verte!! –Dijo enojada mientras que se formaba un hacha con un aura dorada, un hacha muy hermosa, pero mortal. 

–Hay los dioses me odian –Dijo hipo mentalmente. 

Debía salir, él quería ver a la valkiria y esas eran las consecuencias, debía afrontarlas.

Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora