Un sueño Inalcanzable

Capitulo 12

Capítulo 12

Hipo Chimuelo y las dos valkirias salieron hacia el gran salón, al llegar las miradas desconfiadas hacia Astrid y Lena no se hicieron espera por parte de los vikingos que ya se encontraban allí.

-Amm...Hola...jaja –Dijo Lena saludando a un vikingo con un gesto de su mano, pero el vikingo no dejaba de verla.

-Hipo, no entiendo porque nos miran de esa manera –Le dijo Astrid a Hipo en voz baja.

-Tranquila, no te han visto antes y eso les da algo de desconfianza. No te preocupes, ya lo arreglo. Hipo tomo a Astrid y a Lena y las llevo a un pequeño escenario que se encontraba en el gran salón, y llamando la atención de todos, continúo –Amm...sé que se estarán preguntando quienes son ellas y que están haciendo aquí, verán yo...

-Si! Que hacen aquí!!??–pregunto un vikingo entre la multitud. –Que se vallan!! –grito otro desde una esquina.

-No son de confiar!!- Poco a poco se formó un gran ruido en el gran salón, producto de los gritos de los vikingos que desaprobaban por completo la presencia de las valkirias en la isla. –Quienes se creen para hablarnos así!? Si tan solo supieron quiénes somos...-Dijo Astrid molesta. –Tranquila As, parece que alunas personas se despertaron de mal humor. –La tranquilizo Lena.

-Tranquilas, ya lo arreglo.-Tranquilizo Hipo a las valkirias y con un movimiento de su mano hizo que Chimuelo disparara una bola de plasma, deteniendo los gritos al instante. –Bien. Como les decía, ellas son Astrid y Lena. Su isla ha sido atacada y se quedaran en Berk por un tiempo, confíen en ellas y no se preocupen, no son peligrosas. –Y dicho esto último Hipo y las chicas bajaron del escenario y se sentaron en una mesa a comer, pocos minutos después Patán, Patapes y los gemelos llegaron a sentarse con ellos.

-Hola Hipo –Saludo Patapez a su amigo. –Y amm...Hola chicas. -dijo patapez nervioso.

-Hola –le saludaron ambas valkirias amablemente.

-Hola...Astrid, cierto? –dijo Patán acercándose a la rubia. –Soy Patán, es un gusto conocerte dulzura. –Dijo Patán guiñándole el ojo a Astrid.

-Aaa Si...ojala pudiera decir lo mismo. –Dijo la rubia en voz baja.

-Son las intrusas!! –grito brutilda a su hermano gemelo. –Si! Hay que atacarlas con todo! –Grito brutacio arrojándole lo que parecía ser leche de Jack a Lena. Esta lo miro seriamente y tomo su vaso con leche de Jack y comenzó a perseguir al gemelo. –Ven aquí! No saldrás de esta!! –gritaba Lena persiguiendo a brutacio.

Mientras los chicos disfrutaron su comida, hablaron y conocían a Astrid, pocos minutos después apareció brutacio con leche de yack encima y algo lo cual era mejor no preguntar. –Oye que te paso!? –pregunto brutilda a su hermano. Poco después apareció Lena casi en el mismo estado.

–Amm...chicos, que les sucedió? –pregunto Hipo

-Fue solo una pequeña guerra. –Contesto Lena sonriendo malévolamente mirando a brutacio.

-Quiero la revancha!! –dijo brutacio mirando a Lena.

-Hecho! –dijeron al mismo tiempo en el que escupían en su mano y las estrechaban.

-Eso...fue...algo extraño –dijo Astrid mirando a Hipo.

-Nop...otro día normal en Berk. –contesto sonriendo el castaño observando a su novia.

Después de comer los chicos se fueron a preparar todo para la carrera de dragones de esa tarde. Hipo, Astrid y Lena fueron a la academia. –Chicas, bienvenidas a la academia de entrenamiento de Berk. Aquí escogerán su dragón y aprenderán todo acerca de él y como entrenarlo. –Dijo Hipo liberando a varios dragones de su jaula.

-Oye...esto es seguro? –pregunto Lena asustada.

-Si...algo asi.-le contesto el castaño -Quien quiere ser la primera!?

-Yo ire –contesto Astrid decidida. Hipo les dio las instrucciones a la rubia de como entrenar un dragón, el cual en el caso de Astrid fue un Nadder Mortal celeste y en el caso de Lena, un nadder de color verde. –Y bien chicas, que nombre les pondrán a sus dragones?

-Yo llamare al mio... Layser. –contesto Lena acariciando su dragón.

-Y ella se llamara Tormenta. –Dijo Astrid con una sonrisa.

Ambas salieron del lugar junto a Hipo. Lena se quedó a ayudar a los chicos con los preparativos de la carrera mientras Hipo y Astrid salieron a otra de sus "citas cursis" como les decía la pelirroja. Ya en la sima de un risco debajo de la sombra de un árbol, se encontraban Hipo y Astrid observando las nubes. –Hipo, todo esto es increíble...desearía poder quedarme para siempre. –Dijo la rubia cerrando sus ojos y sintiendo la fresca brisa que acariciaba su rostro.

-Yo también quisiera que te quedaras aquí conmigo, My Lady. –Dijo Hipo tomando la mano de Astrid, esta abrió sus ojos y observo al castaño. –Pero sé que debes regresar con tu padre.

-Lo sé...-dijo Astrid con tristeza. –Hipo...que pasara con nosotros una vez que vuelva con mi padre? Y si me descubren y no puedo volver a verte? Y si...

-Tranquila...Tranquila...No importa el tiempo que pase, o los obstáculos que se nos interpongan, yo seguiré amándote, hasta el final. –La tranquilizo el castaño acariciándole el rostro a la valkiria.

-Yo también voy a amarte, hasta el final. –Dijo Astrid mirando al castaño. Ambos se sentaron en el césped y se dieron un dulce y corto beso, para luego seguir observando las nubes.

*MIENTRAS TANTO CON IVETT*

La morocha de ojos azules se encontraba en otro reino al lado de Loki, en este caso Alfheim, el hogar de los elfos de luz y los elfos oscuros.

-Y bien Ivett, cual es el nombre del mortal?

-Su nombre es Hipo Haddock, vive en una Isla llamada Berk. –contesto la morocha seriamente.

-HIPO!!!??? DE BERK!!?? –Pregunto asombrado y molesto el dios de verdes ojos.

-Así es...sucede algo, Loki? –pregunto la oji-azul con curiosidad

-Si!...sucede que ese mismo mocoso acabo con la vida de una de mis tres mascotas. –respondio el dios furioso.

-Mascotas? –pregunto Ivett incrédula. –Qué tipo de mascotas?

-Un dragón, Muerte roja para ser preciso. Aquel mocoso le arrebato la vida a uno de mis dragones y ahora quiere quitarme a MI Astrid!!??

-Quiere que valla y termine con su patética vida? –pregunto Ivett sonriendo malévolamente.

-No! Tengo una idea...tú y yo iremos a Berk por un tiempo. –Dijo Loki con una sonrisa siniestra.