Capitulo 8

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Capítulo 8

-Como que tu escribiste las notas!!?? –Le pregunto el castaño a Johan sin poder creerlo aún.

-Así es...tenia tu edad cuando la vi –Dijo Johan comenzando su relato.

*Narra Johan*

Estaba acompañando a mi padre en uno de sus últimos viajes por el archipiélago, me estaba enseñando como ser un mercader, así como se lo enseño su padre. Llegamos a Berk, la última isla del recorrido, por lo que decidimos quedarnos unos días aquí. Estaba aburrido de estar en el pueblo, así que fui a explorar. Llegue a un claro del bosque, estaba perdido, no sabía cómo regresar. Entonces la vi, bajaba como un bello cisne, hasta que toco el agua y la vi convertirse en aquella diosa de dorada cabellera. Me acerque con cuidado, pero vi a alguien más acercársele del lado contrario al que yo me encontraba buscando las plumas que se le cayeron a la valkiria al transformarse. Estaba a punto de robar sus plumas cuando la valkiria se voltio y le dijo seriamente apuntándole con un hacha dorada. –Ni siquiera lo pienses. –Al vikingo no pareció importarle y se acercó más y más a las bellas plumas, la valkiria más enojada aún exclamo–Te lo advertí!! –Para luego arrojar su hacha al vikingo indefenso, pero otro cisne bajo y se transformó rápidamente y detuvo el hacha a pocos centímetros del vikingo. –Astrid!!...contrólate –le replico enojada la otra valkiria. Ambas se retiraron al igual que el vikingo, yo hice lo mismo, claro que llegue a perderme varias veces más.

*Fin de la narración*

-Así que...fuiste tú la que hizo todos estos dibujos?

-Así es... escuche mencionarla el otro día en el gran salón, no vayas a verla!...se lo advierto señor Hipo!!...es muy peligroso. –Le decía Johan a Hipo, parecía tenerle un miedo irracional hacia la valkiria de ojos azules. –Tranquilo Johan...

-No vaya señor Hipo!! –Hipo algo asustado por el comportamiento de Johan salido del barco y le dijo que no iría a verla para tranquilizarlo. Astrid no era peligrosa, era dulce y gentil y él lo sabía.

+EN ASGARD+

Ivette iba corriéndose y escondiéndose por todos los jardines del gran reino, hasta que encontró una pequeña entrada secreta en uno de los jardines del ala oeste a las afueras del gran palacio del dios Odín, abrió la pequeña puerta pronunciando palabras en un extraño idioma. La puerta al abrirse revelo una escalera que se dirigía hacia abajo del gran jardín. –Perfecto. –Dijo entrando y comenzando a bajar las escaleras. Al llegar al final de las escaleras se encontró con un pequeño lago subterráneo y una gran puerta que brillaba de un azul fluorescente. Abrió la puerta y se abrió un portal, que al atravesarlo, hizo que se encontrara en un frio y desolado lugar, a lo lejos podía presenciarse un gran castillo. –Genial, tendré que caminar. –Su vestuario cambio a un vestido gris oscuro con una capucha y comenzó a caminar hacia el gran castillo.

+EN BERK+

La noche cayó, Hipo se encontraba esperando a Astrid sentado sobre una roca alta ya en el claro, el tiempo se le había hecho infinito hasta el punto de creer que Astrid no iría a verlo, pero luego de un tiempo esta llego, pero llevaba ropa distinta, llevaba una falda de color caoba rojizo con picos, una blusa azul marino al igual que un pantalón y unas botas café, recogió su cabello en una trenza hacia atrás y una diadema café con detalles en plata la adornaban, además que aun llevaba sus alas. –Wow...que...que te paso?

-Pensé que si alguien nos descubría, podrían verme como una vikinga, hacía no estarías en problemas –Dijo sonriendo la rubia- Pues te vez muy...muy linda en verdad –Le dijo el castaño a la rubia –Pero que hay de tus alas?

-No te preocupes por eso jaja-Al mismo tiempo en el que lo decía, sus alas brillaron y desaparecieron.

-Wow...es...es increíble! No sabía que podrías hacer eso

-No me conoces por completo –le dijo sentándose en el suelo invitando al castaño a hacer lo mismo.

-Lo sé, es por eso que quiero conocerte Astrid –Dijo sentándose al lado de ella. –Al igual yo quiero conocerte a ti, Hipo –Ambos se quedaron mirándose por un tiempo –Además, me intriga saber cómo fue que perdiste tu pierna –Dijo mirando su prótesis con curiosidad.

-Aaa...esto? –dijo señalando su pierna de metal –Pues amm...la...la perdí, todo gracias a un dragón.

-Es encerio!? –Le preguntaba asombrada la rubia

-Sip...si así es jaja –Le decía el castaño nervioso, no quería decirle a la valkiria sobre Chimuelo, podría asustarse y no quería eso, pero por una jugada del destino algo paso. Un terrible terror pasó con un pescado en la boca seguido rápidamente de Chimuelo.

-Eso es...un...un furia nocturna!? –Pregunto la rubia asombrada.

*Minutos Antes*

Chimuelo se encontraba comiendo pescado, cuando un terrible terror le robo uno de sus peces y emprendió vuelo rápidamente. Chimuelo molesto comenzó a perseguirlo y terminaron en el claro.

*Tiempo actual...*

-Si...si...así es... pero tranquila, es...

-Storm...? -Dijo la rubia en un susurro el cual Chimuelo pudo escuchar. En un instante el dragón dejo de perseguir al terrible terror y se encontraba caminando hacia la rubia mirándola detenidamente, pero Astrid no se movía. Hipo supuso lo peor y trato de detener a Chimuelo. –Chi...chimuelo calma es...es una amiga. –Pero ni Astrid ni el dragón parecieron escucharlo, de un momento a otro Chimuelo salto sobre Astrid y comenzó a lamerle la cara –Storm! Eres tú!...no sabes cuánto te extrañe –Decía la rubia abrazando al dragón.

-Aaaa... -Hipo no comprendía lo que estaba pasando.

-Amm Hipo... sucede que yo este dragón de pequeño, sus padres fueron capturados por unos cazadores de dragones hace ya unos años atrás. Él fue mi primer amigo-Dijo melancólica la chica- pero tuve que irme y lo deje solo por mucho tiempo, creí que algo le había pasado. Cuando regrese fui a buscarlo a una lejana isla donde el habitaba, pero no lo encontré, me sentí tan culpable. –Decía la rubia mientras una lágrima se resbalaba por su mejilla –Creí que lo habían cazado, y todo por mi culpa por haberme ido, por dejarte solo –Decía mirando a Chimuelo –Lo lamento!...Perdona por haberme ido Storm!! –Dijo cayendo de rodillas la valkiria, tapando su rostro con sus manos mientras lloraba. A Hipo no le gusto verla así, no quería verla llorar, y con cuidado se bajó a su altura y le dio un cálido abrazo –Tranquila Astrid, todo este tiempo Chi...Storm estuvo conmigo, yo lo eh estado cuidando –Tomo suavemente el rostro de la valkiria y lo levanto para poder verla a los ojos, y con una dulce sonrisa le dijo –No dejare que nada le pase, lo prometo –Astrid se perdió en sus ojos y un sentimiento de paz llego a ella, se sentía segura al lado de Hipo, se sentía completa.


Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora