Capitulo 16

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Capítulo 16

-Que están haciendo!!?? –Dijo enojada caminando hacia el castaño. Hipo y Elizabeth se encontraban en un "romántico" beso, o eso llego a ver la rubia. Hipo al escuchar a su novia enojada, empujo rápidamente a la castaña que tenía en frente, haciendo que callera al suelo.

-Elizabeth!! –Grito Erick corriendo hacia su hermana mientras que Hipo corrió hacia Astrid.

-Astrid...yo... puedo explicar...-Trato de decir Hipo pero fue interrumpido por una bofetada de parte de la rubia.

-No puedo creer que me hayas hecho esto!! –Le reclamo Astrid comenzando a llorar.

-Astrid...yo...yo...

-Callate!! Ya no quiero escucharte!! –Dijo con enojo la rubia cortando al castaño mientras que lágrimas recorrían sus mejillas. Astrid se dio la vuelta y bajo la mirada cerrando los puños fuertemente. –Creí...creí que me amabas... -dijo la oji-azul entre sollozos.

-Astrid...yo te a...

-FUI UNA TONTA AL CREER QUE ME AMABAS!!! –Dijo enojada volteándose para ver al castaño de frente.

-Astrid por favor escúchame! –Le rogó el castaño a la rubia pero esta estaba destrozada, el daño ya estaba hecho.

-Aléjate de mí... -dijo bajando la cabeza y caminando hacia su amiga. Esta la abrazo dulcemente y trataba de calmarla. –Tranquila As...tranquila... -Decía mientras la abrazaba y acariciaba su cabello con cuidado. –Ya no quiero estar aquí...no quiero...Ya no quiero!! –Dijo Astrid separándose de su amiga pelirroja y corriendo hacia el pueblo. Hipo se acercó a Lena para tratar de explicar, pero Lena lo miro enojada y con voz seria le dijo. –Ya estas feliz?... le rompiste el corazón a mi amiga. No esperaba tal cosa de ti, Hipo. –Lena se fue del lugar.

El castaño estaba destrozado, volteo furioso al lugar en donde anteriormente se encontraba Elizabeth y su hermano pero ya no estaban, se encontraba solo. Todo había sido culpa de ella, y por su culpa ahora había perdido a Astrid, a su amiga, a su verdadero amor. –No...no...no...no...NOOO!! –Dijo antes de caer de rodillas sobre el césped, cerraba fuertemente sus puños, enterrándose las uñas en la palma de la mano haciendo que comenzaran a sangrar, deseaba que fuera un sueño, solo eso, pero no era así. El cielo se oscureció por completo, todo era gris y había perdido su brillo, al igual que los ojos del castaño. El hermoso verde que brillaba con alegría siempre se había perdido, dejando solo una mirada vacía en los ojos de Hipo, dejando un verde opaco, sin color, sin vida.

Las gotas de lluvia caían sobre el castaño, lavando sus lágrimas y limpiando la sangre que se había derramado al cerrar fuertemente sus puños. El golpe que le había dado la rubia se hacía notar muy poco, pero hacía sentir un fuerte dolor él pecho, justo en el lugar donde se encontraba su corazón. –Astrid...no quiero perderte, te amo...te amo!!...no quiero...no quiero que te vallas. –Dijo en un susurro. Dio un grito ahogado en fuerte sentimiento de dolor, de ira, de tristeza, de sufrimiento.

*EN BERK*

-Astrid... si...si quieres, podemos volver a Asgard. –Dijo Lena tratando de subirle el ánimo a su amiga.

-No... -Contesto Astrid cortante. –Yo...yo aún lo amo... -dijo comenzando a llorar nuevamente. Astrid y Lena se encontraban en su cabaña, Astrid estaba sentada en el borde de la cama y Lena al lado de ella.

-Tranquila...Tranquila...

-No puedo quedarme tranquila!! No puedo Lena!!...no pudo...no luego que Hipo...que el...

-Tranquilízate... Pero ahora que lo pienso, quienes eran esos dos?

-No lo sé... y no quiero saberlo...

-Hay...As, no estés así... será mejor que descanses, ya es algo tarde. –Astrid asintió y se recostó en la cama, pero aquellos pensamientos que llegaban a su cabeza no la ayudaban a conciliar el sueño.

*CON LAS 4 VALKIRIAS*

La 4 valkirias se encontraban en Jotünheim, el primer reino que había sido atacado por el extraño fenómeno que hacia desaparecer la magia.

-Qué creen que este provocando esto? –Pregunto Anna a sus acompañantes.

-No lo sé, pero debemos ser cuidadosas. –Respondió Shila seriamente. Las valkirias volaban a toda velocidad buscando cualquier indicio que les ayudara a descubrir el causante de haber robado toda la energía de aquel reino.

-Chicas miren por allá! –Dijo Nila señalando un castillo no muy lejos del lugar donde se encontraban. Las valkirias fueron al lugar que les indico Nila y bajaron quedando justo frente a la gran puerta. –Cómo la abriremos? –Pregunto Mina observando la gran puerta. –Y si hay alguien adentro?

-No lo creó, nadie querría vivir en medio de la nada. Este castillo se construyó con otro propósito. –Contesto Shila.

-A un lado! Abriré esto yo misma! –Advirtió Nila antes de atacar la puerta con una gran espada. La puerta no pareció causarle efecto alguno, pero en unos segundos se partió en dos y se derrumbó. –No me lo agradezcan. –Dijo antes de entrar al gran palacio. Las valkirias entraron detrás de Nila.

-Este lugar es muy...grande. –Dijo Anna observando el lugar.

-Así que quieren jugar eh? –Dijo una voz entre las sombras. Esta no se encontraba en el palacio, pero si podía ver a las valkirias a través de un hechizo.

-Oigan escuchan eso? –Dijo Mina escuchando atentamente.

-Yo no escucho nada –respondió Nila.

-Miren, por allá! –Dijo Shila observando como miles de hendiduras iban apareciendo en las paredes.

 –Qué es eso? –Pregunto Anna.

-Chicas al suelo, Ahora!! –Grito Shila advirtiendo a las demás valkirias mientras miles de flechas salían disparadas de las paredes.

-Y ahora qué hacemos? –Pregunto Anna con voz temblorosa.

-Hay que ir a la salida, vamos, rápido! Rápido! –Decía Shila guiando a las valkirias.

Todas salieron del lugar sin ninguna herida, oh eso creían.

-Chicas... -Dijo Mina llamando la atención de las valkirias antes de caer al suelo.

-Mina!!!- Gritaron todas al mismo tiempo en el que corrían a ayudar a la chica, pero ya era tarde. Una flecha le había atravesado el costado y salía una gran cantidad de sangre, pero además de eso algo más comenzó a sucederle a Mina.

-Chicas....miren –Dijo Nila observando a la valkiria y dando pasas hacia atrás. La piel de su amiga comenzaba a oscurecerse poco a poco, su cabello perdía su brillo y sus alas pasaron de ser blancas a un negro igual que la noche, sus ojos de color miel brillaron y cambiaron a un rojo brillante, esa ya no era una valkiria, parecía ser el reflejo de un demonio. La chica tomo el arco que llevaba con ella y comenzó a atacar a sus aliadas.

-Mina!! Que estás haciendo!? – Decía Anna aterrada.

-Mina! Detente... Ahora!!! –Dijo Shila tratando de detener a la valkiria. –Nila! Atacala!! –Le dijo Shila a la valkiria.

-Qué!? No puedo! Ella sigue siendo nuestra amiga Shila!- Decía Nila apartándose para que una flecha no acabara con su vida. Mina estaba por disparar otra flecha pero fue detenida por una lanza que le atravesó el pecho, lanza que le pertenecía a Shila.

-Shila que....que fue lo que isiste!? –Pregunto Anna observando como el cuerpo de Mina caía sin vida sobre el hielo.

-Hice lo que debía hacer, si no lo hacíamos terminaríamos muertas!

-Oh hubiéramos encontrado la forma de volverá la normalidad!- Le reclamo Nila molesta.

-Silencio! Vallamos al siguiente reino. Debemos cumplir la orden que se nos fue dada, sin importar lo que debamos hacer para cumplirla. –Les dijo Shila seriamente. Anna y Nila no tenían otra opción que obedecer y siguieron a Shila, dejando a la valkiria caída en el reino Jotünheim.


Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora