Capitulo 11

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Capítulo 11

La horas pasaron, Hipo y Astrid estaban acostados en el claro mirando el cielo estrellado, Astrid recostada al lado del castaño y este rodeándola con su brazo. Ambos reían, bromeaban y compartían dulces miradas. –Astrid... -dijo el castaño mirando a la rubia.

-Sí, Hipo? –Le contesto volteándose levemente.

-Astrid...cu...cuando vallamos a Berk... -Hipo se encontraba nervioso y Astrid pudo notarlo.

-Si? Qué ocurre? –Le pregunto sentándose en el césped eh Hipo realizo la misma acción.

-Pues...cre...creo que debemos mantener nuestra...relación en...en secreto. –Dijo despeinando su cabello nervioso.

-Qué!?...pero porqué!!?? –Le pregunto sorprendida la oji-azul.

-Pues...sucede que soy el...el hijo del jefe de mi tribu y...mi padre se casó con alguien de sangre noble...con la hija de un jefé y pues... nuestra relación no sería bien vista.

-Pero YO soy una valkiria! Una de las hijas de Odín!! Acaso eso no es suficiente!!?? –Le reclamo Astrid molesta levantándose del suelo.

-No...no me refería a eso, tranquila Astrid. –Dijo el castaño levantándose del suelo para poder tranquilizar a la enojada valkiria.

-Entonces a qué te refieres? –Le pregunto la rubia aún enojada cruzándose de brazos.

-No...no podemos llegar y decir que eres una valkiria! Es muy pronto, no lo entenderían. Por favor Astrid, entiéndelo...u...una vez que allá pasado el tiempo suficiente...

-Y cuando será eso!? –Dijo dándole la espalda al castaño.

-No...no lo sé, pero por favor...ayúdame en esto... -Dijo el castaño acercándose a la valkiria. Astrid aún seguía molesta eh ignoraba al castaño. –Por favor Astrid, no estés molesta –Le decía al mismo tiempo en el que rodeaba la cintura de la diosa con sus brazos.

–Hipo! Que...que estas...

-Mírame, por favor...dime que me ayudaras. –Astrid se volteo y miro al castaño, este le sonrió dulcemente. –Odio que encuentres la forma de calmarme...está bien, tu ganas, te ayudare. –Le dijo no muy segura de su decisión.

-Gracias, Astrid –Dijo para luego besar dulcemente a la valkiria.

-Si...si, no me lo agradezcas. –Le dijo sonrojada la rubia.

-Pero yo quiero agradecértelo –Dijo el castaño dándole pequeños besos en la mejilla a la rubia.

-No! Hipo ya...detente! –Dijo cada vez más sonrojada –Jaja...ya! –Hipo beso nuevamente a la rubia en los labios y luego la soltó. Astrid lo golpeo en el hombro algo molesta. –Te dije que te detuvieras!

-Jaja es que te ves linda sonrojada –Le dijo el castaño a la rubia, esta solo lo miro seriamente. -Creo que es momento de irnos, no lo crees?

-Sí, está bien... me esperas unos minutos, debo buscar a alguien. –Y dicho esto la rubia desapareció en lo alto del cielo.

-A...alguien? –Le pregunto Hipo confundido al vacío, ya que Chimuelo se encontraba dormido sobre el césped.

Astrid corrió en busca de su amiga, la cual aún se encontraba en su casa. –Lena!! Abre es hora de irnos! –Decía Astrid tocando la puerta.

-Ya voy!...cálmate. –Dicho esto la puerta se abrió. Lena llevaba una falda café y un suéter verde al igual que un chaleco de piel de color café, además de un pantalón café un poco más claro que la falda y botas café. –Y bien...como me veo?

Un sueño InalcanzableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora